miércoles, noviembre 09, 2005

LOS SIETE MITOS DE LA CONQUISTA ESPAÑOLA, Mathew Restall

Paidos. Barcelona. 2004.

("Reseña Critica", 2º semestre del 2005)
Este es un texto para el debate, extenso, sobre las Fuentes...De hecho el nombre mismo del texto, y la introducción, así lo deja en claro.
De entrada el primer capitulo tiene de trasfondo, no sólo el problema de las fuentes, sino uno más complejo –en que los marxistas han jugado su papel- "el papel del individuo en la historia" (29)...el autor, parece estar más del lado de aquellos quienes consideran que son fuerzas sociales, culturales e históricas las que explican estos procesos, que individuos mismos. A lo largo del texto existe un debate en contra de las posiciones interpretativas "de derecha" que el autor no esconde, ni su posición: de izquierda.
El primer debate sobre las dificultades que presentan las fuentes, es la observación que hace en torno a las "probanza de méritos" (38) que por siglos –aún hoy- se han concebido como la fuente primaria para abordar esta parte de nuestra historia. Es curioso como se aborda el debate de esas fuentes entre Diaz y Gómara, que nos hace recordar las diputas entre Heródoto y su sucesor...(40). Restall plantea el tema de la manipulación de la información, desde diversos y variados aspectos (..."las perspectivas"...Mayas, por cierto, ..."están determinadas, en gran medida, por las diferencias de clase, familia, región"...177), y llama la atención sobre uno que para un historiador moderno puede pasar desapercibido: la fecha de publicación de las obras, que podríamos llamar, criticas de la conquista, por contemporáneos de los conquistadores, como es el caso de el exencomendero Bartolomé de las Casas (45); otro aspecto, por ejemplo en torno a la creación del "mito" de lo militar, es la observación que hace el autor en torno a como "la revolución militar que se desarrolló en Europa en los siglos XVI y XVII alteró la percepción" (66) así como sobre las "tradiciones arraigadas en la ‘cultura y la conciencia..." (174) son un reconocimiento de que las fuentes, en ese largo y tortuoso proceso que cruza por los tiempos, van siendo tocadas y retocadas hasta llegar a nosotros, que las seguiremos tocando y retocando...y podemos seguir...el problema de las traducciones, de las traducciones, de las traducciones: Del Español, al Maya, al Nahuatl, y viceversa, y de allí al texto traducido de quienes relatan (en Español Arcaico) estos diálogos (130); Restall insiste a lo largo del texto, en algo que definitivamente marca las fuentes: los contextos; el del pasado del autor y su comunidad, su presente, y el citado: el de quienes interpretan (de acuerdo a esos mismos contextos) tus escritos;
Restall es incisivo, insistente, o tal vez limitado, en aspectos como el de que los conquistadores siguieron procedimientos que venían de los procesos Europeos; a lo largo de la obra repite hechos –tal vez porque los mitos que pretende enfrentar están ligados- como la disputa entre Cortes y el Gobernador de Cuba que lleva a la fundación de Veracruz; es contradictorio –puede ser la traducción- al decir que "la cosa más importante no era el oro" (52) pero en los párrafos siguientes explicar que era el centro mismo del proceso, en ese camino, también es compleja su frase "los españoles no llegaron a América para adquirir tierras" (186); también cae en un campo negado para los historiadores: el de conjeturar (140); a pesar de su impresionante bibliografía, realiza ataques y posiciones que no fortalece con fuentes externas, como su posición abierta en torno a la manipulación franciscana que no demuestra (167); Si bien puede ser un dato no contextualizado, en la página 204 dice que la mayoría de los conquistadores murieron, pero en otra pagina reconoce que de los hombres que acompañaban a Pizarro, sólo 7 no llegaron a encomenderos...
Hay un vació, que parece más para epidemiólogos, que para Historiadores, que hasta el momento no lleno: ¿En qué momento y por qué las comunidades indígenas se adaptaron a las pestes europeas? Y Viceversa?... El Trabajo de Restall es valioso, es de resaltar que se aventura a optar por aportes de otras ciencias como "función de coherencia cultural" (174). Cumple su cometido: Cuestionar mitos...y desarrolla diversos aspectos de las dos primeras lecturas, en especial de la primera.
Quedan sabores terribles al leer este texto y rememorar las prácticas de los conquistadores: las "exhibiciones de violencia" (54) como "procedimiento de conquista" territorial ¿acaso no se siguieron dando a través de la historia, hasta llegar a las masacres aleccionadoras de los paramilitares y otros grupos armados?...o fenómenos curiosos, como el entender que la composición social de los españoles que migraron a estas tierras, es casi idéntico al que hoy migra de estas tierras hacia España (70).

LA CONQUISTA ESPAÑOLA Y LAS COLONIAS DE AMÉRICA, Jhon Elliot

En Historia de América Latina, Editorial Critica (Cambridge University) T 1.

("Reseña Critica", 2º semestre del 2005)
Pocos comentarios "críticos" sobre este texto. Pero haré algunas observaciones.
El texto aborda un fenómeno que pareció llegar hasta el presente: "condiciones de frontera" (147) (155). La situación que permitió que en tanto los Mixtecas y los Araucanos fueran capaces de resistir la ocupación española en una combinación de esa situación fronteriza con los elementos militares en juego; en otros casos nos refiere a la relación "centro-periferia" que se extiende hasta hoy: La relación entren nuestras capitales nacionales o republicanas (y las grandes ciudades) con las poblaciones ubicadas en las "periferias fronterizas" al parece sigue siendo parecida: se prioriza una acción en esas regiones "distantes" sólo si las mismas presentan un interés económico valioso, en tanto, son secundarias, se hacen presencias para demostrar que el centro (colonial o republicano, del pasado o del presente) existe, pero en general, si la "periferia fronteriza" no es esencial para esos centros, se ponen en segundo termino. Máxime si lo que hay son respuestas violentas de esas comunidades.
El texto también deja la entrada para un tema que me parece poco estudiado: ¿porqué la nobleza Castellana o de Andalucia como tal, prácticamente no se hizo presente en estas tierras?... (157) en tanto si lo hacía por ejemplo en las incursiones que siguieron contra los Musulmanes?...esa es una pregunta que responderla tal vez explicaría parte de los desencantos, de los resentimientos, que posteriormente nos llevaron a los procesos de independencia dirigidos por "los criollos" contra "los españoles"...
En esa ruta, me parece que el texto también alienta otro aspecto: El profundizar en las tres etapas de la conquista, una que podríamos llamar "El Descubrimiento" (no sin polémica); Una de "Conquista de las Antillas" (de la cual algunos aprendieron) y una tercera de "Conquista Continental", pues, al parecer, las tres poseen características propias (159).
Hay apartes del texto de Elliot que merecen criticas pues realiza aseveraciones pero no presenta fuentes que las fundamenten, por ejemplo la expresión "entre hombres que eran jugadores natos" (159) al realizar el balance de los conquistadores y sus ingresos: de dónde sale ese dato?...Y polémicas debatidas por otros autores como el dar por hecho "el bautismo masivo de cientos de miles de indios" (162); el papel jugado por el Colegio Franciscano de Tlatelolco (164).
Finalmente, empatando con el primer texto leído, el autor también parece justificar la visión que para el siglo XIX –mucho agua, turbia, había corrido- construyo Humboldt de los indios americanos...(166)

LOS PUEBLOS INDÍGENAS DEL PERU Y EL DESAFIO DE LA CONQUISTA ESPAÑOLA, HUAMANGA, HASTA 1640, Steve J Stern

Alianza Editorial (1982) 1986 , Madrid


("Reseña Critica", 2º semestre del 2005)

Este libro podría tener otro nombre...podría llamarse “La economía política de...” o “El conflicto social y la mano de obra india...” no en vano el autor dedica dos capítulos exclusivamente al tema, lo cual muestra cuál es el eje de su esfuerzo: hacer un análisis desde la economía política para examinar las relaciones que se daban en la zona de Huamanga (Ayacucho) en el Perú en el siglo XVI, XVII...y a partir de allí intentar extender este “modelo” al resto del Perú y seguramente de la colonia española...

El autor, establece una Estructura conceptual que obviamente parte de la Vida Material, de la Economía comercial inicial, la economía política (del colonialismo, de la dependencia, de la coacción y el consentimiento), de la política del lucro, Trabajo y tributo (al estilo andino), las dependencias económicas, la mano de obra, la supervivencia de la autonomía económica del Ayllu...entre otros, para intentar comprender la estructura social: Estratificación, rivalidad, conflicto, Alianzas; abordando el tema de las elites sociales: ( desde la dominación inca), divisiones en el seno de la elite colonial, Crisis en la sociedad (india, imperial), soluciones; abordando obviamente las contradicciones y crisis, Violencia; hasta llegar a otras expresiones, en un análisis muy del Materialismo Histórico, tales como Religión y sociedad, La política de la compulsión, Prosperidad, Los indios y la justicia española, Batallas jurídicas, La oportunidad, De la defensa y la manipulación, aspectos culturales, pero que provienen de todas las fases anteriores como las vías del éxito, La significación social del hispanismo indio, enfrentamiento, tensión y purificación, entre dos mundos, etc.

En esencia entonces se abordarían:
*La vida indígena (y la vida española)
*relaciones hispano indias (alianzas y rupturas)
*reacciones españolas (reformas)
*evolución cronológica
*economía política (pienso que es el eje)
*instituciones y mecanismos judiciales
*sistema laboral
*minorías indígenas (indios triunfadores)
*legado

El autor realiza un esfuerzo, una evolución cronológica, donde combina el análisis de la sociedad de clases que se formó en las primeras décadas de la colonia peruana, con pormenores económicos que se entrelazan con esa división. El enfoque, insisto, es claramente marxista o si se quiere desde las posiciones del Materialismo Histórico. (citas bibliográficas: Marx, Godelier) apreciaciones suyas como “las relaciones fundamentales de producción de una sociedad tienden a generar un tipo especial de ethos, de visión del mundo y de sistemas de valores” (55) la explicación sobre las formas de capital referenciada en Marx (72-3) estructuran su Método de análisis, tal vez polémico hoy en día, pero de moda en el momento en que se escribió el libro y que combinado con otros matices parecen bien desarrollado.

El texto se propone....el “cómo hicieron frente los pueblos indios de Huamanga al desafio de la conquista europea, y con que consecuencias para ellos mismos, para sus colonizadores y para la sociedad que creo”, “documentar y comprender las luchas y los logros de los pueblos andinos frente a su colonización”...es claro que documenta y se acerca a la comprensión de una región de un país, pero de allí a “los pueblos andinos” es un objetivo inalcanzable, también se propone “demostrar como sus actos condicionaron la evolución de la sociedad colonial y limitaron las opciones de la clase dirigente europea”, el autor en la ultima pagina del texto admite “al final los campesinos sucumbieron a la hegemonía de la clase colonial dominante...” (306) es decir que una cosa es lo que uno quiere, y otra cosa es la realidad: finalmente sucumbieron, por ello hablar de que “condicionaron” es muy relativo...a la larga, el derrotado nunca condiciona a aquel ante quien sucumbe,,,finalmente, en este juego de Objetivos propuestos y logros del texto, se propone: “utilizar la experiencia colonial en Huamanga como estudio monográfico que pueda enfocar cuestiones claves en la historia de la sociedad de clases” Este que es el objetivo más ambicioso, se muestra inalcanzable para el texto. Es difícil, a partir de una región, de un país, de un momento, intentar dilucidar los marasmos de la “historia de la sociedad de clases”. Además el autor, en el transcurso del texto, sólo va a tocar este audaz propósito muy tangencialmente.

Más que conclusiones, el autor (insisto en que el nombre del libro no es el correcto) hace una síntesis de su planteamiento al final del texto, un planteamiento eminentemente económico (El conflicto social y la mano de obra india)...donde recoge la esencia de lo planteado en el texto. Y si, la mayor parte de sus apreciaciones, sus Conclusiones (el que sean lógicas o no...) desde ese punto de vista, parecen correctas, empero, no se hace muy claro, el papel contradictorio que juegan los Kuracas...de hecho el autor acepta que no es fácil dilucidar su papel en las formas “estatales” y “privadas” de “obtención de mano de obra india” (303) y posteriormente no es muy claro tampoco decir que las actitudes de éstos representaban una “reacción desde abajo”...el fantasma de las dificultades de los marxistas para definir estos sectores medios que se escapan de su dialéctica hegeliana de lucha de contrarios (donde no hay medios) también persigue a Stern...

Finalmente, sin ser un experto en el tema (como prácticamente nadie lo es en la maestría) pienso que el autor hizo un interesante esfuerzo Bibliográfico, como lo ostenta en las pág 325 y ss, pues buena parte de sus textos provienen de fuentes primarias, de archivos históricos, sin desconocer que acusa acceso a una buena cantidad de autores quienes ya tenían apreciaciones sobre el tema. Igual su esfuerzo es valido, cumple pues con el manejo de fuentes y con una bibliografía actual, actualizada, acorde.

Mi opinión personal es que el tratar de entender una región de un país en un momento histórico dado, a partir de esquemas propuestos por el materialismo histórico, en especial por la propuesta, por cierto, inconclusa de Marx, sobre el modo de producción asiático; es una tarea compleja, difícil, que Stern aborda hasta donde sus fuerzas le alcanzan. Empero me parece que si se hubiera concentrado sólo en este aspecto, así el texto se hubiera vuelto ecofarragoso tal vez hubiera podido avanzar más

Finalmente, me parece necesario decir que la polémica en torno a la existencia o no del Taky Onqoy, merece una lectura a fondo de la carta de Poma de Ayala pues este también habla del mismo como lo muestra la figura de la pag 110...

LAS SOCIEDADES INDIAS BAJO EL DOMINIO ESPAÑOL. Charles Gibson

En Historia de América Latina, Barcelona, Critica, 1990

Págs 157-188

("Reseña Critica", 2º semestre del 2005)

Esta lectura hace pensar sobre tres elementos claves
La composición de clases, de sistemas jerárquicos, que tenían tanto las culturas indígenas como las comunidades no tan evolucionadas, se mantuvieron luego de la conquista, por lo menos hasta el siglo XVII, pero debilitada ya en el XVIII?
Las culturas indígenas, entre mas grandes, o más evolucionadas (¿?) más asimilables? Y de igual manera, entre más alto se estuviera en las estructura indígena, más asimilado, así fuera por conveniencia?
Al llegar el siglo XIX, tal nivel de asimilación no había perdurado, y por el contrario la mayor parte de las comunidades y de los indígenas mismos se encontraban en la situación que describió Humboldt?...
Pero, cómo llegaron al nivel, ciertamente de "dignidad" de varias de ellas en el presente?
Al menos en Colombia, en Perú y en otras partes de América (aún de los EEUU) existen comunidades indígenas. Si existen esas comunidades indígenas, de entrada ello desmiente el extendido discurso en torno a la destrucción y el exterminio total de los indígenas en el proceso de conquista. La pregunta que salta es cómo sobrevivieron estas comunidades, cuáles son los procesos que las llevaron a sobrevivir hasta nuestros días, que tanto hay desde Manco Inca, pasando por Tupac Amaruc hasta llegar a Quintín Lame o a nuestro actuales senadores indígenas. Sin olvidar las comunidades en el fondo de nuestras selvas, como los Nukak y otros. Son procesos históricos largos, complejos, difíciles, pero el resultado es claro: si bien diversas comunidades fueron realmente exterminadas, una buena parte, de una manera u otra, logró sobrevivir,.
Las primeras hipótesis que nos saltan para tratar de entender ese Cómo llegaron hasta aquí plantea tres variables:
Asimilación o acomodación
Resistencia
Ambas: Acomodación + Resistencia
Si bien el texto nos apunta a la 3ª variable, no avanza sobre lo sucedido en el siglo XVIII, el XIX y el XX, dejándonos la duda sobre si tenía razón o no la visión, ciertamente parcializada, de Don Alejandro...y lo más interesante, más allá de la referencia a las sociedades utópicas promovidas por Vasco de Quiroga, nos deja un enorme vació para entender, al menos en el caso colombiano, cómo, desde dónde, en qué procesos, llegaron a -atrevida ignorancia la mía- formas similares de organización, diversas comunidades que habitan nuestro país. Por ejemplo: ¿Son ellas una transformación del dominio de los caciques, y de las formas de organización alentadas por las legislaciones coloniales que llegaron hasta nuestros días...?¿O de las cofradías?
El caso de las comunidades selváticas merece una lectura aparte, de hecho el artículo poco avanza frente a ella. Pero a nosotros como historiadores si nos interesan, tanto desde la pregunta que nos estamos formulando, como desde la posibilidad de estudiar formas sociales de las que ellas son los únicos exponentes sobrevivientes.
Ahora bien, esta es una mirada pro indígena, valdría la pena ahondar en el otro lado: cuáles fueron las posiciones, las actitudes, las tácticas y las estrategias que utilizaron los españoles (y los criollos) frente a los indígenas...que tanto va, si los volvemos "los blancos" desde el momento en que pretendieron y de hecho los esclavizaron durante la conquista, hasta el momento en que la Constitución de 1991 obligó a hacerlos miembros del parlamento...cuántos procesos de diverso tipo, de diversos intereses, se han movido allí. Gibson da pistas al respecto, pero tal vez por brevedad, no se extiende en nuestra inquietud.
Finalmente permítaseme anotar dos contradicciones del texto, en una parte dice que las instituciones indígenas eran secundarias, poco poderosas, dependientes de los encomenderos (p 167), pero en otra parte dice que estos, dependían de estas instituciones y de los caciques para el funcionamiento de sus negocios (p 172 y otras). Finalmente quién tenía más poder?. A la larga los españoles, pero es contradictorio. La segunda es la frase –puede ser error de traducción- donde dice, respecto a la "aculturación" que "el proceso fue lento pero acumulativo y acelerado" (p 184).
El artículo cumple su papel de abrebocas de un seminario que promete ser intenso.

LA CAÍDA DEL HOMBRE. Anthony Pagden

EL INDIO AMERICANO Y LOS ORÍGENES DE LA ETNOLOGÍA COMPARATIVA
(Cambridge University Press 1982, 1986); Alianza Editorial SA 1988; Madrid
(Reseña Critica, II semestre del 2005)

LEAD
Este texto, como los demás, con una extensa bibliografía, nos ubica en los ambientes intelectuales del siglo XVI (18) y en las apreciaciones que se tenían sobre el tema de "Las Indias" . Para el fin del autor, se busca fundamentalmente lo relacionado con la teoría del origen de la autoridad política (resumen introductorio de estos capítulos en la página 23).
ESBOZO
Es complejo el esfuerzo, pues necesitamos ubicarnos en esos tiempos, tiempos donde los observadores de primera mano, tenían preconceptos (preceptos?), preconcepciones, también, de primera mano de la Europa llena de Monstruos al otro lado del abismo, a lo cual si se suma su origen social, si se suma que es una Europa ciertamente al final del medioevo, donde pocos eran los alfabetos...podemos empezar a participar en la discusión que propone el autor
Pero esos observadores de primera mano, no eran los asesores de los reyes, eran tal vez la fuente de la cual se surtían, si se quiere, las que podríamos llamar "juntas de sabios títeres palaciegas" (52), máxime aún en un ambiente de tanta presión pues lo que se vivían eran las disputas de los siglos XV y XVI, especialmente entre España y Portugal, por los nuevos territorios, generalmente mediadas por el Papa de turno (54).
En el capitulo 1, el problema del reconocimiento, rápidamente el autor nos comienza a ubicar en algo que debió ser una gran dificultad ¿cómo describir lo nunca visto?, lo nunca conocido?...al avanzar hacia el 2º, La imagen del bárbaro, se adentra en la discusión que nos ha ofrecido: la forma en que se juzgaba de acuerdo con ciertas "categorías de valor" (38) y empieza la polémica frente a términos como "Los inferiores", (¿eran inferiores quienes vivían en una de las dos ciudades más grandes del planeta al iniciarse el siglo XVI: Tenochtitlan?, claro que de poco importaban las construcciones, total a los turcos, con sus mezquitas y sus ciudades, se les consideraba "animales privados de razón" (84) ); el que no sabían hablar Griego, o Latín, o Castellano (pero igual hablaban otro idioma, incluso, lo escribían)...y otras apreciaciones que nos llevan a posibles silogismos como el siguiente: Bárbaro, igual pagano, el bautismo: la solución...¿así de sencillo?... Este capitulo se cerrará introduciendo los que vienen: ¿Casi Hombres, similitidunes hominis (45)?...o la conclusión de ese momento: "ni suscribían las opiniones religiosas europeas, ni vívían de acuerdo con las normas sociales europeas"...(46) por ende eran Bárbaros, esto pues partiendo de la táctica de comparar...de buscar lo más parecido...para poder clasificarlo, o mejor, para poder "calificarlo"...
En el capitulo siguiente (3o) La Teoría de la esclavitud natural (de Aristóteles...) lo primero que se aclara es un contexto que ya de por si muestra las dudas que se poseían para "justificar" la presencia en "Las Indias". La lex Humana no era suficiente, no daba respuestas, había que buscar lex divina para encontrarla (53); Las dudas teológicas –de la Reina y de su corte, pero dudo que de todos sus "súbditos"- sobre si se podían esclavizar o no a los indígenas, casi paralelo a la llegada de Colon, al principio resueltas a favor del NO..."no pueden esclavizarse, se deben devolver a sus hogares anteriores..." (56); Y nos ubica en el valor histórico de Montesinos: La reacción contra él, es la que al parecer abre (o continua?) el debate: ¿Tenía derecho la corona?, ¿Tenían validez las Bulas de donación?, ¿qué justificaba el obligar a los indígenas? (64). La discusión, tal como la organiza el Autor se inicia con la definición sobre quién es o no pagano: quienes estuvieron bajo el dominium de la iglesia (de iure), sometidos a un príncipe cristiano (de facto), y los paganos propiamente dicho; pero resulta que ni en el uno ni en el otro se aplicaba a los Indígenas pero estaba la clasificación de los paganos de "ignorancia insuperable" y los de una "ignorancia superable"...pero los primeros eran los inimicos Cristi por ende mantendrían sus derechos naturales... (65)...la justificación, por donde se le mirara, no era fácil...
Paulatinamente se recurriría a Aristóteles, retomado por Santo Tomas de Aquino en el siglo XIII (o los 1200’s) (69): definir la esclavitud civil, un hombre como cualquier otro que ha sido privado de sus libertades civiles...diferente de la esclavitud natural... el esclavo posee algo de noữs (intelecto) - comprenderlas pero no poseerlas- pero no puede controlar su oréxis (pasiones) (70) por ello no tiene phrónesis (prudencia) ; el esclavo necesita ser "domesticado"...ello establecía una relación contractual entre el amo y el esclavo, unos deberes (85)...Se cierra esta etapa con contradicciones: reconocerlos como vasallos, ya era una bomba de tiempo conceptual, que explotaría tarde que temprano (79) y una más compleja los esclavos son "liberi et igenui"...(85)
El capitulo central de esta primera mitad, es sin duda el 4º: De esclavos de la Naturaleza a Hijos de la Naturaleza; el cual vuelve y nos ubica en las primera mitad de los 1500 y en el texto de Vitoria, el cual, "tal vez" pretendiendo hacer una justificación lo que abre es toda una cantera de contra argumentos... Las cuatro razones de Vitoria: "son pecadores, son infieles, son amentes o idiotas" (101) ...sólo quedaban la 3 y la 4...las otras no eran imputables a los indígenas...; luego prosigue con las pruebas de Barbarie: ¿la inexistencia de ciudades? (105); ¿la de formas de gobernar? (108);¿la construcción de artefactos (112), etc; Pagden hace un resumen de los NO’s a esa teorías, (Pág. 112) y entonces se concluye, como al parecer ya lo hicieron varios académicos en aquella época: estaba listos para un modo de vida civil...no eran bárbaros, no eran esclavizables (116).
Vitoria esgrime otros argumentos: No son esclavos naturales pero son retrasados mentales, por ende se les debe administrar...(117) es esta una teoría que se va desmoronando...salta la antropofagia como excusa... así, también, puede argüir que los indígenas violaban la prima praecepta de la Ley Natural (130); La falta de "ciencias y artes" (4.8, 131 y ss)...Nuevamente Paguen hace una síntesis de las contradicciones (Pág. 135)..."el indio que ha demostrado tantos atributos no puede ser un esclavo natural"...; Se insiste: La comparación con los campesinos (4.10 138 y ss) pero ellos no eran esclavos...y finalmente, eran unos "niños"...el argumento que va a fortalecer la posición de De las Casas (150)...en contra de la esclavitud, por cierto, más no del dominio. Así las cosas no podía ser más que obvia la reacción de la corona (151), pero el daño estaba hecho y sólo les quedo pegarse de "Cum iam non indigeant tutore Rex Hispaniarum debet relinquere indos in sua prima et propria libertate" (151) de Alejandro VI...Esa fue en gran medida la conclusión del debate. Vitoria puede ser considerado como un NeoTomista... Lo que viene en la 2ª parte del texto, es en buena medida, el desarrollo de las concepciones expuestas por éste.
En los capítulos finales Pagden nos aporta el "debate" posterior, ya comenzando a cerrar los 1500, entre los miembros de la Escuela de Salamanca y Juan Gines de Sepúlveda, que parece más entre éste y De las Casas; me parece una anécdota histórica curiosa pero vana, pues en la página 164 se describe como, al fin de cuentas, la posición de Sepúlveda, en este caso de Demócratas, termina siendo la posición conclusiva de la fase anterior y es el fracaso lógico a su intento por el regreso del indio al similitudes hominis del que hablamos antes. El Capitulo 6 muestra a De Las Casas, el académico, con sus libros Argumentum apologiae... () o la Apologética historia y se hace, entre otras, una extensa descripción de las cuatro categorías de Bárbaros que manejaba y las cuales adecua a su defensa de los indígenas...las que lo llevan a poder argumentar que esa "barbarie" era secundum quid...en general, frases como "los menudos y plebeyos no han de yr a preguntar a los prudentes de otras naciones si lo que hazen, o yntroducen sus mayores es probable quanto a la recta razón" (198) muestran, si se quiere, lo avanzado de parte de sus concepciones para la época y sus aportes a la antropología... Los comentarios sobre la Historia Natural y Moral de las Indias, De procuranda indorum salute y De Temporibus novissimis de José de Acosta van cerrando este libro. Es valioso resaltar la importancia que le da Acosta a "la lengua" y a las implicaciones que tendría esta para el proceso de evangelización, el cual lo lleva a plantearle a los misioneros que "deberían intentar los indios en sus propios terminos y no por medio de una simple comparación" (210) que se coligen con ejemplos tan fascinantes como el de Arriaga sobre la confusión en el Quechua entre Pucllachacuita con Hucllachacuinitnta...que suenan parecido pero son profundamente diferentes (214), son un gran avance al observar lo planteado en los primeros capítulos. Es de resaltar sus apreciaciones en torno a la relación entre desarrollo lingüístico y religión con los niveles de "barbarie", (sinopsis 253), de la mano de lo planteado por De las Casas...Muy de su época, a la cual ninguno podemos escapar, son sus apreciaciones en torno a la presencia del demonio, o el considerar los dialectos indígenas Biblia pauperum (250). Lo más importante, y que se perdone mi ignorancia, es la capacidad de Acosta de plantear, y qué sé yo, "adelantarse" a la teoría geográfica del doblamiento pasando por Behring...que ni siquiera era conocida en ese entonces...más allá de la propuesta teo apologética, con sus pros y sus contras para la "humanidad" indígena, es un ingenio para ese momento histórico (256)...."cualquier afirmación sobre la naturaleza y el status del ‘otro’ debía fundarse en un cuerpo de datos empíricos"...es su aporte central. En este caso su sistema de clasificación se basaba en las dos categorías expresadas anteriormente...El texto cierra con Lafiteau...quien publicó un libro en el siglo siguiente: 1613...en buena parte desarrollo de los planteamientos de Acosta, pero en mala parte –tal vez, insisto, por su época- llega al extremo de intentar comparar nuestros aborígenes con los europeos...(264)...Actitud comparativa y euro céntrica que tuvimos y de hecho tenemos... Es llamativa su propuesta de "teología simbólica" (271) donde trabaja los símbolos y los mitos...por la cual llegábamos a pruebas contra el "ateismo" de ese instante. Se cierra el libro con una valiosa frase "toda explicación de las culturas extrañas tenía que ir al estudio local y empírico de la conducta que en el siglo XIX se llamaría ‘etnología’"...(274) magistral resumen de la 2ª parte del texto.

APRECIACIONES.
El esfuerzo de Pagden nos lleva por un valioso recorrido, no creó que sólo para mostrar el tema de la autoridad política, pues éste se decanta en la primera parte. De hecho el nombre del texto es exacto: La 2ª parte son, si se quiere, los orígenes de la etnología comparativa, asociada, o "endeudada" con "La Caída del Hombre" o mejor, de la concepción aristotélica esclavizante. A propósito de Aristóteles, el texto recoge algo esencial: las Circunstancias políticas especificas en las que se desarrollan las concepciones, pues de hecho, su teoría está enmarcada en el servicio a Alejandro, (223) así como las discusiones planteadas en la primera parte y con Gines de Sepúlveda en la segunda muestran cuan dependientes de estas "circunstancias" son las apreciaciones.
Empero, Vitoria y sus discípulos salamanquinos, van a lograr basar una antropología coherente y autoritativa, partiendo aún de las posiciones de la psicología aristotélica, van a lograr pasar del discurso psicológico al histórico y con éste van a posibilitar las observaciones de Acosta y Lafitau
La posición del autor, el orden de su exposición, es clara: hace parte de un ataque durísimo a las justificaciones de los Españoles para controlar a los indígenas. Hay dos vacíos en el texto, notables, primero que da la impresión de que a excepción de los Aztecas, los Incas (y los antiguos Mayas), podría hasta justificarse lo sucedido...y segundo, que el autor, tal vez porque no es su propósito (como si lo es el de la lectura siguiente de Stern) no le da la importancia debida a algo que estaba en el centro de todo: los intereses económicos
Me quedan algunas preguntas, (vale aclarar, más para mi cultura general, que para las tareas del autor): En verdad hubo tanta diferencia entre los Franciscanos y los Jesuitas? (115) y curiosidades histórico-reflexivas: ¿porqué se pensó casar esclavas blancas con los colonos españoles de las américas: (57)¿en que lugar de la estratificación o del imaginario social se les tenía o estaban? Y una que nos lleva hasta el presente: la denuncia de montesinos sobre la "esclavitud virtual", (60)...nos lleva a los orígenes de un juego: hecha la ley hecha la trampa, ¿desde cuándo?...

miércoles, septiembre 21, 2005

¿QUÉ "TROYA" NOS INTERESA? (Retos de la Historia Urbana)


(Foto de la ciudad de Pereira-Colombia en 1963 en http://www.public.iastate.edu)

(Texto Agosto de 2004)

Hace algunos meses, el canal especializado Discovery Channel transmitió un especial sobre lo que al parecer fue la legendaria ciudad de Troya. ¿La conclusión?...no hubo una Troya, sino varias Troyas...incluso la que muestra la lucha por Helena, la que habla de Aquiles y Héctor...es una de ellas, pero –según el documental y las "capas" arqueológicas estudiados- habrían existido unas "Troyas" antes y existieron otras después...aquí entonces salta la pregunta fundamental ¿Qué "tipo de sociedades" fueron las que "construyeron" esas ciudades?. Y una que le sirve de ayuda: qué tipo de sociedades las impulsaron a renacer y qué tipo de ellas las dejaron decaer, cuales sociedades dejaron claro –ej Mompox- que existen ciudades que desestabilizan la regla que las lleva a crecer y por el contrario las ponen en el "decrecimiento" y hasta en la destrucción y abandono parcial o total, momentáneo o definitivo...

Los ejemplos sobre estas preguntas abundan no sólo en Europa, sino en relación con las ciudades de los imperios de Myanmar en Asia...o de los Mayas he incluso lo sucedido con Machu Pichu o con nuestra propia Tairona...nos reafirman que las "ciudades" son esencialmente eso: expresiones históricas, expresiones de los ires, venires y "quedares" de nuestras sociedades...

El debate que nos lleva a hablar de la difícil posibilidad de construir una "Historia Urbana" esta mediada por la forma cómo se ha enfocado, o mejor -algo típico en los procesos dialécticos, de tesis, antitesis y síntesis por los que se mueven los paradigmas de la ciencia- por el qué se ha priorizado a la hora de tratar de entender la Urbana Historia o Historia Urbana...si el privilegio ha sido tan sólo los procesos arquitectónicos asociados a la urbanización, o si el privilegio ha sido los procesos que viven los humanos, las sociedades humanas que nos desenvolvemos dentro y con ellas...o si, de lo que se trata es de entender como lo uno y lo otro interactúan y como la historia urbana es en gran medida la "síntesis dialéctica" de ambos...

Una cosa es, volviendo al ejemplo original, tratar de entender las Troyas desde el análisis de sus edificios, de su extensión territorio espacial, otra es tratar de entender tan sólo las sociedades que siguieron unos ciclos de vida y muerte dentro de estos edificios y otra, el buscar entender que tanto entre el uno (espacio) como el otro (sociedad) existen y se dan y se dieron una serie de relaciones que marcaron al uno con el otro...que las historias de las ciudades están marcadas por esa compleja relación espacio-sociedad, sociedad-espacio y de la cual emana, aparece, surge lo que damos en llamar "Historia Urbana"

PLANEACION VS REALIDADES (Sobre: El Siglo XX y la modernización en Bogotà)

Foto de http://200.71.50.5/space/bc/images/stories
Qué es la modernidad?...qué es ser moderno...la discusión no es fácil, por ejemplo: a nivel urbano no eran más moderna Tenochtitlan o algunas ciudades del mar amarillo que las ciudades de Europa al momento del choque de las culturas?...esa mes tal vez una pregunta primaria, una pregunta necesaria de responder para poder avanzar en la comprensión del tema.

Esa pregunta se une a otra pregunta: la dificultad para ver en los resquicios, en los detalles intrascendentes, supuestamente, esas pequeñas luces de lo moderno en el marco de un contexto de atraso (¿pre moderno?). La ciudad es un espacio para el desarrollo?...o la ciudad es un Objeto del Desarrollo?...buena pregunta, difícil y dialéctica respuesta; tal vez es una pregunta concatenada a unas muy bogotanas (¿o muy colombianas?, o latinoamericanas?, o mundiales?) y es quién gana la pelea por el "poder": la política o la academia; la política o la técnica; y hoy con este gobierno de Lucho Garzón: la política o lo social?...el quien gane, determina los procesos, determina las huellas que van marcando y direccionando la(s) ciudad(es).

Estas ciudades nuestras, algunas están marcadas por las olas de migración: Nueva York, Buenos Aires; pero las Colombianas están marcadas por las olas de migración pero de desplazados por las violencias recurrentes de las que no salimos desde 1782 y tal vez antes: desde los levantamientos comuneros hasta hoy, con décadas intersticiales de aparente paz, (qué es una década para la historia?) es un continuum de violencia en los campos (y hoy en las ciudades) que obliga al desplazamiento hacia el centro, hacia los centros, y qué mejor que Bogota: esto ha influido, influye y seguramente influirá en el futuro de la ciudad y que, por ejemplo, deben ser parte de esa infinita cadena de planes que no se aplican, pero de lo que algo queda: sin decir con ello que es el factor determinante para su archivamiento y posterior desenvolvimiento: no, en nuestro caso son más los avatares políticos que sojuzgan las propuestas tecno-académicas...y a lo cual se debe, no se si sumar, o "consecuenciar" una infinita cadena de planeación, pero de planeación popular espontánea como lo anota el autor.

Queda pues al final una Bogotá que ha superado incluso las proyecciones de quienes creían que al no ser un puerto costero, sino una capital montañera no crecería tan desmesuradamente...pero lo ha hecho y como siempre en la modernidad, y en la post-modernidad: por más que se intente planear a futuro, son las realidades las que planifican esos futuros...

Was ist Aufklärung? (Qué es la Ilustración) DE KANT A FOUCAULT

(TEXTO 1ER SEMESTRE 2005)

El texto de Kant, Was ist Aufklärung? parece ser el padre de otro texto de Estanislao Zuleta sobre la democracia...fundamentalmente en torno a las prominentes dudas que le saltan al ser humano respecto al terror a la libertad que implica la independencia...(tal vez Robespierre fue asesinado no tanto por su terror, 1789-1794, -recién publicado este texto...en Alemania o Prusia...- sino por ese "reino de ciudadanos" que quería crear y del que el quería ser su máximo icono...) del miedo a "madurar" a superar "la minoría de edad". Creo también que este texto hace parte de esa cadena que hemos visto remontarse a la antigüedad greco latina (occidental) en torno al papel del intelectual, de quien hace "uso público de la razón".

Pocos años después de este libro, vendría la sangrienta, exageradamente sangrienta revolución francesa, donde incluso se planteo la "des-cristianización" a cambio de la "Marart-ización" y en la cual fueron masacrados por miles los curas, el texto de Kant, sin hacerlo abiertamente (¿o si?) pone en la picota pública el papel de los dirigentes religiosos a quienes implícitamente reconoce su formación superior. También, es una critica a los sistemas totalitarios que vendrían luego, y que habían existido ya, pues estos han pretendido coartar la libertad de pensamiento, a cambio de los dogmas que profesan como verdades "ultimas".
Desde el punto de vista propiamente histórico y de la teoría de la historia el siguiente monologo (1784) es muy valioso: "¿vivimos ahora en una época ilustrada?, responderíamos que no, pero si, en una época de ilustración".... "es este tiempo la época de la ilustración o el siglo de Federico" (). Empero Foucault nos llama la atención sobre como el texto, más que una discusión sobre una época o un momento, si se quiere lo que nos plantea es una actitud y una actitud de un ethos filosófico que puede ser individual o que puede ser colectiva y la lleva luego a su análisis sobre la modernidad y la postmodernidad, donde recoge a Baudelaire y sostiene que este plantea como la modernidad es un modo de relación que el hombre debe establecer consigo mismo.

Es curioso como Kant dice abiertamente "frente a las artes y las ciencias nuestros señores no tienen ningún interés en jugar el papel de tutores de sus súbditos"; es decir, pone en un lado, los aspectos de la libertad religiosa y en otro los avances de la ciencia, y, entiende (¿?) qué papel juegan "los señores" frente a ambos conocimientos. Incluso en esa línea esta la frase "¡razonad tanto como queráis y sobre lo que queráis, pero obedeced!"...esa es la diferencia entre la Prusia de Kant y la Francia revolucionaria...y es parte de lo que resalta Foucault (Francés) y discute con Kant al respecto: "el contrato del despotismo racional con la razón libre" para el francés ello es un chantaje y por ello prácticamente lo desecha.

Foucault, llama la atención sobre la diferencia entre el humanismo y la ilustración, ya que para éste el primero son diversos momentos y el segundo es un sólo momento (allí me parece que hay una contradicción, pues una "actitud" no necesariamente es temporal).

Finalmente comparto el pesimismo del filosofo frances, que era el mismo de Zuleta: ha difícil será que alcancemos como colectivo social la mayoría de edad que plantea Kant...es más fácil que otros piensen por nosotros y parece ser que genéticamente como individuos y como sociedades somos facilistas.

lunes, septiembre 19, 2005

Discurso del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez en la Asamblea General de la ONU, 15 de septiembre de 2005


El propósito original de esta reunión ha sido desvirtuado totalmente. Se nos ha impuesto como centro del debate un mal llamado proceso de reformas, que relega a un segundo plano lo más urgente, lo que los pueblos del mundo reclaman con urgencia, como lo es la adopción de medidas para enfrentar los verdaderos problemas que obstaculizan e impiden los esfuerzos de nuestros países por el desarrollo y por la vida.
Cinco años después de la Cumbre del Milenio, la cruda realidad es que la gran mayoría de las metas diseñadas, pese a que eran ya de por sí modestísimas, no serán alcanzadas.
Pretendimos reducir a la mitad los 842 millones de hambrientos para el año 2015. Al ritmo actual la meta se lograría en el año 2215, ve a ver quién de nosotros estaríamos allí para celebrarlo, si es que la especie humana logra sobrevivir a la destrucción que amenaza nuestro medio ambiente.
Habíamos proclamado la aspiración de lograr en el 2015 la enseñanza primaria universal. Al ritmo actual la meta se alcanzará después del año 2100, preparémonos pues para celebrarlo.
Esto, amigas y amigos del mundo, nos lleva de manera irreversible a una amarga conclusión: las Naciones Unidas han agotado su modelo, y no se trata simplemente de proceder a una reforma, el siglo XXI reclama cambios profundos que sólo son posibles con una refundación de esta organización. Esto no sirve, hay que decirlo, es la pura verdad.
Esas transformaciones, a las que desde Venezuela nos referimos, al mundo, tienen para nosotros, desde nuestro punto de vista dos tiempos: el inmediato, el de ahora mismo, y el de los sueños, el de la utopía; el primero está marcado por los acuerdos lastrados por el viejo esquema, no le rehuimos, y traemos, incluso, propuestas concretas dentro de ese modelo en el corto plazo. Pero el sueño de esa paz mundial, el sueño de un nosotros que no avergüence por el hambre, la enfermedad, el analfabetismo, la necesidad extrema, necesita –además de raíces– alas para volar. Necesitamos alas para volar, sabemos que hay una globalización neoliberal aterradora, pero también existe la realidad de un mundo interconectado que tenemos que enfrentar no como un problema sino como un reto, podemos, sobre la base de las realidades nacionales, intercambiar conocimientos, complementarnos, integrar mercados, pero al tiempo debemos entender que hay problemas que ya no tienen solución nacional, ni una nube radioactiva, ni los precios mundiales, ni una pandemia, ni el calentamiento del planeta o el agujero de la capa de ozono son problemas nacionales. Mientras avanzamos hacia un nuevo modelo de Naciones Unidas que haga cierto y suyo ese nosotros de los pueblos, hay cuatro reformas urgentes e irrenunciables que traemos a esta Asamblea, la primera, la expansión del Consejo de Seguridad tanto en sus categorías permanentes como en las no permanentes, dando entrada a nuevos países desarrollados y a países en desarrollo como nuevos miembros permanentes. La segunda, la necesaria mejora de los métodos de trabajo para aumentar la transparencia y no para disminuirla, para aumentar el respeto y no para disminuirlo, para aumentar la inclusión. La tercera, la supresión inmediata, seguimos diciéndolo desde hace seis años desde Venezuela, la supresión inmediata del veto en las decisiones del Consejo de Seguridad, ese vestigio elitesco es incompatible con la democracia, incompatible con la sola idea de igualdad y de democracia.
Y en cuarto lugar el fortalecimiento del papel del Secretario General, sus funciones políticas en el marco de la diplomacia preventiva, debe ser consolidado. La gravedad de los problemas convoca a transformaciones profundas, las meras reformas no bastan para recuperar el nosotros que esperan los pueblos del mundo, más allá de las reformas reclamamos desde Venezuela la refundación de Naciones Unidas, y como bien sabemos en Venezuela, por las palabras de Simón Rodríguez, el Robinson de Caracas: "O inventamos o erramos".
En la reunión de enero pasado de este año 2005 estuvimos en el Foro Social Mundial en Porto Alegre, diferentes personalidades allí pidieron que la sede de Naciones Unidas saliera de Estados Unidos si es que continúan las violaciones a la legalidad internacional por parte de ese país. Hoy sabemos que nunca existieron armas de destrucción masiva en Iraq, el pueblo estadounidense siempre ha sido muy riguroso con la exigencia de la verdad a sus gobernantes, los pueblos del mundo también: nunca hubo armas de destrucción masiva y sin embargo, y por encima de Naciones Unidas, Iraq fue bombardeado, ocupado y continúa ocupado. Por eso proponemos a esta Asamblea que Naciones Unidas salga de un país que no es respetuoso con las propias resoluciones de esta Asamblea. Algunas propuestas han señalado a una Jerusalén convertida en ciudad internacional como una alternativa. La propuesta tiene la generosidad de proponer una respuesta al conflicto que vive Palestina, pero quizás tenga aristas que hagan difícil llevarlo a cabo. Por eso traemos aquí otra propuesta, anclada en la Carta de Jamaica, que escribió Simón Bolívar, el gran Libertador del Sur, en Jamaica, en 1815, hace 190 años. Ahí propuso Bolívar la creación de una ciudad internacional que sirviera de sede a la idea de unidad que planteaba. Bolívar era un soñador que soñó lo que son hoy nuestras realidades.
Creemos que ya es hora de pensar en la creación de una ciudad internacional ajena a la soberanía de ningún Estado, con la fuerza propia de la moralidad de representar a las Naciones del mundo, pero esa ciudad internacional tiene que reequilibrar cinco siglos de desequilibrio. La nueva sede de Naciones Unidas tiene que estar en el Sur, "¡El Sur también existe!", dijo Mario Benedetti. Esa ciudad que puede existir ya, o podemos inventarla, puede estar donde se crucen varias fronteras o en un territorio que simbolice al mundo, nuestro Continente está en disposición de ofrecer ese suelo sobre el que edificar el equilibrio del universo del que habló Bolívar en 1825.
Señoras, señores, enfrentamos hoy una crisis energética sin precedentes, en el mundo, en la que se combinan peligrosamente un imparable incremento del consumo energético, la incapacidad de aumentar la oferta de hidrocarburos y la perspectiva de una declinación en las reservas probadas de combustibles fósiles. Comienza a agotarse el petróleo.
Para el 2020 la demanda diaria de petróleo será de 120 millones de barriles, con lo cual, incluso sin tener en cuenta futuros crecimientos, se consumiría en 20 años una cifra similar a todo el petróleo que ha gastado la humanidad hasta el momento, lo cual significará, inevitablemente, un aumento en las emisiones de dióxido de carbono que, como se sabe incrementa cada día la temperatura de nuestro planeta.
Katrina ha sido un doloroso ejemplo de las consecuencias que puede traer al hombre ignorar estas realidades. El calentamiento de los océanos es, a su vez, el factor fundamental detrás del demoledor incremento en la fuerza de los huracanes que hemos visto en los últimos años. Valga la ocasión para transmitir una vez más nuestro dolor y nuestro pesar al pueblo de Estados Unidos, que es un pueblo hermano de los pueblos de América también, y de los pueblos del mundo.
Es práctica y éticamente inadmisible sacrificar a la especie humana invocando de manera demencial la vigencia de un modelo socioeconómico con una galopante capacidad destructiva. Es suicida insistir en diseminarlo e imponerlo como remedio infalible para los males de los cuales es, precisamente, el principal causante.
Hace poco el señor Presidente de Estados Unidos asistió a una reunión de la Organización de Estados Americanos, a proponerle a la América Latina y al Caribe incrementar las políticas de mercado, la apertura de mercado, es decir, el neoliberalismo, cuando esa es precisamente la causa fundamental de los grandes males y las grandes tragedias que viven nuestros pueblos: el capitalismo neoliberal, el Consenso de Washington lo que ha generado es mayor grado de miseria, de desigualdad y una tragedia infinita a los pueblos de este continente.
Ahora más que nunca necesitamos, señor Presidente, un nuevo orden internacional, recordemos que la Asamblea General de las Naciones Unidas en su sexto período extraordinario de sesiones, celebrado en 1974, algunos de quienes están aquí no habían nacido, seguramente, o estaban muy pequeños.
En 1974, hace 31 años adoptó la declaración y el programa de acción sobre un nuevo Orden Económico Internacional, junto con el plan de acción la Asamblea General adoptó el 14 de diciembre de aquel año 1974 la Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados que concretó el Nuevo Orden Económico Internacional, siendo aprobada por mayoría aplastante de 120 votos a favor, 6 en contra y 10 abstenciones –esto era cuando se votaba en Naciones Unidas–, porque ahora aquí no se vota, ahora aquí se aprueban documentos como este documento que yo denuncio a nombre de Venezuela, como irrito, nulo e ilegal, se aprobó violando la normativa de las Naciones Unidas, ¡no es válido este documento!, habrá que discutir este documento, el Gobierno de Venezuela lo va a hacer conocer al mundo, pero nosotros no podemos aceptar la dictadura abierta y descarada en Naciones Unidas, estas cosas son para discutirlas y para eso hago un llamado muy respetuoso, a mis colegas los Jefes de Estado y los Jefes de Gobierno.
Ahora me reunía con el presidente Néstor Kirchner y bueno, yo sacaba el documento, este documento fue entregado cinco minutos antes, ¡sólo en inglés!, a nuestros delegados y se aprobó con un martillazo dictatorial, que denuncio ante el mundo como ilegal, irrito, nulo e ilegítimo.
Oíganme una cosa, señor Presidente, si nosotros vamos a aceptar esto, es que estamos perdidos, ¡apaguemos la luz y cerremos las puertas y cerremos las ventanas! Sería lo último: que aceptemos la dictadura aquí en este salón.
Ahora más que nunca –decíamos– requerimos retomar, retomar cosas que se quedaron en el camino, como la propuesta aprobada en esta Asamblea en 1974 de un Nuevo Orden Económico Internacional, para recordar algo, digamos lo siguiente, el Artículo 2 del texto de aquella carta, confirma el derecho de los estados de nacionalizar las propiedades y los recursos naturales que se encontraban en manos de inversores extranjeros, proponiendo igualmente la creación de carteles de productores de materias primas. En su Resolución 3.201 de mayo de 1974, expresó la determinación de trabajar con urgencia para establecer un Nuevo Orden Económico Internacional basado –oiganme bien, os ruego– "en la equidad, la igualdad soberana, la interdependencia, el interés común y la cooperación entre todos los estados cualesquiera que sean sus sistemas económicos y sociales, que corrija las desigualdades y repare las injusticias entre los países desarrollados y los países en desarrollo, y asegure a las generaciones presentes y futuras, la paz, la justicia y un desarrollo económico y social que se acelere a ritmo sostenido", cierro comillas, estaba leyendo parte de aquella Resolución histórica de 1974.
El objetivo del Nuevo Orden Económico Internacional era modificar el viejo orden económico concebido en Breton Woods.
Creo que el Presidente de Estados Unidos habló aquí durante unos 20 minutos el día de ayer, según me han informado, yo pido permiso, Excelencia, para terminar mi alocución.
El objetivo del Nuevo Orden Económico Internacional era modificar el viejo orden económico concebido en Breton Woods en 1944, y que tendría una vigencia hasta 1971, con el derrumbamiento del sistema monetario internacional: sólo buenas intenciones, ninguna voluntad para avanzar por ese camino, y nosotros creemos que ese era, y ese sigue siendo el camino.
Hoy reclamamos desde los pueblos, en este caso el pueblo de Venezuela, un nuevo orden económico internacional, pero también resulta imprescindible un nuevo orden político internacional, no permitamos que un puñado de países intente reinterpretar impunemente los principios del Derecho Internacional para dar cabida a doctrinas como la "Guerra Preventiva", ¡vaya que nos amenazan con la guerra preventiva!, y la llamada ahora "Responsabilidad de Proteger", pero hay que preguntarse quién nos va a proteger, cómo nos van a proteger.
Yo creo que uno de los pueblos que requiere protección es el pueblo de Estados Unidos, demostrado ahora dolorosamente con la tragedia de Katrina: no tiene gobierno que lo proteja de los desastres anunciados de la naturaleza, si es que vamos a hablar de protegernos los unos a los otros; estos son conceptos muy peligrosos que van delineando el imperialismo, van delineando el intervencionismo y tratan de legalizar el irrespeto a la soberanía de los pueblos, el respeto pleno a los principios del Derecho Internacional y a la Carta de las Naciones Unidas deben constituir, señor Presidente, la piedra angular de las relaciones internacionales en el mundo de hoy, y la base del nuevo orden que propugnamos.
Permítanme una vez más, para ir concluyendo, citar a Simón Bolívar, nuestro Libertador, cuando habla de la integración del mundo, del Parlamento Mundial, de un Congreso de parlamentarios, hace falta retomar muchas propuestas como la bolivariana. Decía Bolívar en Jamaica, en 1815, ya lo citaba, leo una frase de su Carta de Jamaica: "Qué bello sería que el istmo de Panamá fuese para nosotros lo que el de Corinto para los griegos, ojalá que algún día tengamos la fortuna de instalar allí un augusto congreso de los representantes de las repúblicas, de los reinos, a tratar y discutir sobre los altos intereses de la paz y de la guerra, con las naciones de las otras tres partes del mundo. Esta especie de corporación podrá tener lugar en alguna época dichosa de nuestra regeneración." Urge enfrentar de manera eficaz, ciertamente, al terrorismo internacional, pero no usándolo como pretexto para desatar agresiones militares injustificadas y violatorias del Derecho Internacional, que se han entronizado como doctrina después del 11 de septiembre. Sólo una estrecha y verdadera cooperación, y el fin de los dobles raseros que algunos países del Norte aplican al tema del terrorismo, podrán acabar con este horrible flagelo.
Señor Presidente:
En apenas 7 años de Revolución Bolivariana, el pueblo venezolano puede exhibir importantes conquistas sociales y económicas.
Un millón 406 mil venezolanos aprendieron a leer y a escribir en año y medio, nosotros somos 25 millones aproximadamente y, en escasas semanas el país, dentro de pocos días, podrá declararse libre de analfabetismo, y tres millones de venezolanos antes excluidos por causa de la pobreza, fueron incorporados a la educación primaria, secundaria y universitaria.
Diecisiete millones de venezolanos y venezolanas –casi el 70% de la población- reciben, por primera vez en la historia, asistencia médica gratuita, incluidos los medicamentos y, en unos pocos años, todos los venezolanos tendrán acceso gratuito a una atención médica por excelencia.
Se suministran hoy más de 1 millón 700 mil toneladas de alimentos a precios módicos a 12 millones de personas, casi la mitad de los venezolanos, un millón de ellos lo reciben gratuitamente, de manera transitoria. Estas medidas han generado un alto nivel de seguridad alimentaria a los más necesitados.
Señor Presidente, se han creado más de 700 mil puestos de trabajo, reduciéndose el desempleo en 9 puntos porcentuales, todo esto en medio de agresiones internas y externas, que incluyeron un golpe militar facturado en Washington, y un golpe petrolero facturado también en Washington, pese a las conspiraciones, a las calumnias del poder mediático, y la permanente amenaza del imperio y sus aliados, que hasta estimula el magnicidio. El único país donde una persona se puede dar el lujo de pedir el magnicidio de un Jefe de Estado, es Estados Unidos, como ocurrió hace poco con un reverendo llamado, Patt Robertson muy amigo de la Casa Blanca: pidió públicamente ante el mundo mi asesinato y anda libre, ¡ese es un delito internacional!, ¡terrorismo internacional!
Pues bien, nosotros lucharemos por Venezuela, por la integración latinoamericana y por el mundo.
Reafirmamos aquí en este salón nuestra infinita fe en el hombre, hoy sediento de paz y de justicia para sobrevivir como especie. Simón Bolívar, padre de nuestra Patria y guía de nuestra Revolución, juró no dar descanso a su brazo, ni reposo a su alma, hasta ver a la América libre. No demos nosotros descanso a nuestros brazos, ni reposo a nuestras almas hasta salvar la humanidad.
Señores, muchísimas gracias.

lunes, septiembre 12, 2005

(Notas para una...) HISTORIA DE LA HISTORIA EN EL SIGLO XX...



"El corto siglo XX acabó con problemas para los cuales nadie tenía, ni pretendía tener, una solución. Cuando los ciudadanos de fin de siglo emprendieron su camino hacia el tercer milenio, a través de la niebla que les rodeaba, lo único que sabían con certeza eran que una era de la historia había llegado a su final. No sabían mucho más." E. J. Hobsbawm, Munich, 1996.[i] (Foto Montaje: www.redvoltaire.net)
(NOTAS DEL IIo SEMESTRE DEL 2004)
INTRODUCCIÓN
Este texto se propone hacer un recuento de lo que ha sido la profusa y profunda evolución de la historia durante el siglo XX, para ello trataremos de hacer un recorrido lo más prolífico posible, partiendo, especial, más no únicamente; de las excelentes recopilaciones hechas por Ruiz-Domènec y Tosh, las cuales recorren los nombres de buena parte de las y los historiadores, por cierto, con contadas excepciones, provenientes únicamente de las metrópolis Europeas y Norteamericanas (¿Dominantes?) que han intervenido en este proceso el cual, más allá de ese geo centrismo desconocedor de lo que se hace en otros lados del planeta... definitivamente, hizo avanzar la historia como ciencia, así sea por el sólo hecho de hacerla pensarse a si misma: La Historia, pues, no escapo al ritmo revolucionario (y) de cambios del siglo XX.
I.
El siglo XX fue el siglo donde los historiadores replantearon en el concierto mundial el tema de la Historia y de la Historia Política en particular...Podríamos pensar que durante las primeras décadas del ese siglo, prácticamente hasta los 70’s u 80’s hubo un cierto menosprecio por la que había sido la forma de historia dominante durante, válgame Dios, más de 19 siglos...porque eso fue la historia hasta que comenzaron a revaluarla...la historia de la política...eso era: la historia de los personajes, de los personajes asociados a la política...eso era desde Hecateo de Abdera, desde Polibio, desde Herodoto, desde Tucìdides, más allá de que primaran las narraciones, que primara la narratividad, detrás de ella lo que estaban eran los personajes poderosos...Y era la historia entendida como el sometimiento de los hombres al destino: Heròdoto, Polibio; a las ambiciones del poder: Tucìdides, Maquiavelo, Lord Acton; al azar entendido como “fortuna”: Tácito, Voltaire; a las leyes de Dios San Agustín, Beda; y más recientemente a una idea: Herder, Ranke, Humboldt; a un poderoso impulso: Burckardt; a la economía Smith, Marx... Leopold Von Ranke, el gran historiador Alemán, desde su Weltgeschichte llevo la historia política a los más altos niveles en aquellos periodos...era la historia, donde se pretendía superar la narratividad de una manera u otra poco objetiva y se planteaba la necesidad de sustentarla sobre hechos, sobre documentos...pero de todos modos seguía siendo eso: la historia de los personajes. Llego el siglo XX y con su llegada, la abstracción en el arte, la atonalidad en la música, la relatividad en la física, el psico-análisis; en fin, llego barriendo el siglo XX y con el, también, todo un distanciamiento intelectual con esta historia...aparecían Meinecke en Alemania, Bloch y Febvre en Francia, Collingwood en Inglaterra, Sánchez Albornoz en España, Croce en Italia... Vino la valoración de la “historia de la calle”...del poder, pero del poder en todas sus manifestaciones no sólo el de los centros de gobierno: la historia “total”...vino Jaques Le Goff, abiertamente enfrentado a un S. Jhon Seeley, flamante historiador Británico quien planteaba que “La historia es la política del pasado; la política es la historia del presente”[ii] ; la historia desde abajo, del pueblo, enfrentada a la historia desde arriba, a esa historia de los grandes hombres; la historia del “actor” histórico, del individuo, enfrentada a la historia de lo colectivo; vino también la historia de los cambios económicos y sociales, de las estructuras, a largo plazo, la de Longue Durèe, enfrentada a la historia de los acontecimientos a la histoire èvènementielle; la historia que buscaba poner como preeminencia absoluta “lo objetivo” (que era el reto que le ponía Ranke a los historiadores) y esta “Nueva historia” –después habría otra “nueva” y seguramente luego vendrá otra “nueva”...¿dialéctica?...- donde se alentaba la quimera, la perspectiva particular...donde los procesos impersonales, las masas son las verdaderas protagonistas de la historia: a través de las tendencias que muestran la demografía, la economía, la etnología, desplazando los hechos, las batallas, los personajes... [iii]
II.
La segunda guerra mundial, con sus Personajes...sirvió para todo un debate: sobre el comportamiento social de los individuos...donde porque no decirlo, sus ecos todavía resuenan como El Tambor de Hojalata, cómo no iba a participar la historia en la discusión sobre la relación que existe y existió entre la sociedad alemana y un personaje como Hitler, o entre la rusa y Stalin... se cuestionaron diversas cosas, posteriormente, y además obviamente se dio el enfrentamiento entre quienes querían interpretar la historia desde abajo y quienes querían interpretarla desde arriba, desde estos personajes y quienes los rodeaban; quienes (historiadores estructurales) quisieron entender el movimiento social, las maquinas de gobierno, los procesos de toma de decisiones, los motivos conscientes o inconscientes (los sico-historiadores). Cabe anotar, que, durante la guerra, como era obvio, y dentro del esquema de la historia política, el tema de “la nación”, de la “historia nacional”, como parte del esfuerzo por levantar la moral –Inglaterra p.e- se fortaleció; en esta senda se encuentra The Englishman and his History de Hebert Buttefield, publicado en 1944[iv] 1948, y los años que siguieron, con el gesto moral del papel jugado por la Unión Soviética en la derrota del Nazi Fascismo, indudablemente, y por lo menos hasta 1956, fortalecieron el marxismo: Cristopher Hill, en Marxism and History escribía aquel año: During the century which has passed since the publications of The Communist Manifesto, the influence of Marxism has been more obvious in history than in any other branch of knowledge. We can list six main ways in which the ideas of the Marx and Engels have, directly or indirectly, transformed the study of history over the last hundred years (1) Of all development during this period, the recognition of the crucial importance of economic history has been the most striking (...). (2) Second only in significance to this great changes has been the growing recognition of the role of economic classes in historical development (...) (3) Historians during the last century have also come to recognize the social origins of human thinking, of ideology.(...) (4) Together with this has gone a new relativism in the approach of historians. The great nineteenth-century historians approaches history with moral standards which they believed to be absolute, although they were in fact the product of nineteenth-century capitalism. Most modern historians recognize that moral standards change as society changes (...) (5) During the past century there has been a revolution in the sources from which history is written. Where previously these sources were primarily literary - chronicles, memoirs, letters, diaries, newspapers- they are now primarily documentary: public records, parish registers, charters, inscriptions, etc., and even archaeological-actual old tools, machines, buildings and fields (...) (6) Finally, because Marx established the ultimate priority of economics facts, to which all political and cultural activities of man can in the last resort be related, it is to Marx that we must look back for the modern sense of the unity of the history. [v] Esta extensión hacia las Ciencias Sociales de diversos matices, y de la cual indudablemente, peso mucho en el concierto mundial la escuela de los Annales se vio reflejada no sòlo en Europa sino en EEUU, por ejemplo con Richard Hofstadter`s, en textos como History and the social sciences publicado en 1956 Empero no podemos olvidar que en 1955 se publicaba The King`s Peace, y en 1958 The King`s war, ambas obras que abrían el espacio hacia la utilización de la imaginación, The Historian’s Imaginative, cuyos exponentes destacados son C.V. Wedgwood y Richard Cobb. Para 1961-4 se publica el libro de E.H. Carr What is History?, en el se reflejan los hechos de la guerra, en la discusión sobre la historia política y especialmente sobre el progreso, Carr dice:Progress does not and cannot mean equal and simultaneous progress for all (el progreso ni significa, ni puede significar progreso igual y simultaneo para todos) y paginas más adelante asevera[vi]: Y por fin llego a la pregunta de cuál es el contenido esencial del progreso atendiendo a la acción histórica. Los que luchan pongamos por caso, por extender a todos los derechos civiles, o por reformar la práctica penal, o por allanar las desigualdades de raza o de riqueza, conscientemente se proponen el sólo alcance de esas metas; no tratan, de forma consciente de "progresar" de plasmar en la realidad alguna "ley" o "hipótesis" histórica de progreso. Es el historiador quien aplica a sus acciones su hipótesis de progreso, quien interpreta sus acciones como progreso) [vii] ...En esa misma línea, la de Historia como progreso, dentro de la historia política, se publico The Death of The Past en 1969 de J.H. Plumb. Los 60’s fortalecieron la reacción contra la historia escrita por las elites (History-writing by elites) y se apunto a la historia escrita por el pueblo (The People) ello mostraba cierta impaciencia con las abstractas tendencias del marxismo en las aulas académicas, se buscaba el rescate de la experiencia del pueblo raso en el pasado, la obra màs influyente de esta tendencia fue The Making of The English Working Class , publicado en 1963 de E. P. Thompson’s; desde allí se marco una tendencia que se ha denominado The New Radicalism y en la que se destaca la History Workshop como movimiento de académicos e Historiadores de Trabajadores fundada hacia 1967 y de la cual es exponente Raphael Samuels (People`s History en People`s History and Socialist Theory del cual es editor y fue publicado en 1981); estas tendencias han tenido especial importancia para el Marxismo Británico. Hacia 1966, Emmanuel Le Roy Ladurie, va a dar un gran impulso, pioneril, a lo que podríamos llamar “La autoridad de los números”, ¿la cliometria?, en su análisis del estudio de caso socio económico denominado The Peasants of Languedoc En 1969, se publica un curioso libro, El pasado y el presente: Historia y Sociología de H: R: Trevor-Roper donde se plantea la historia (inglesa) desde una conditional prophecy [viii] Paul Veyne en su libro ¿Cómo se escribe la Historia? de 1971, si se quiere, inicia el ataque a la concepción aún predominante esos años (La marxista en alianza con los Annales), donde ser historiador se había convertido en ser militante político, en observar críticamente el pasado para construir un futuro revolucionario...Veyne decía NO, decía que “la historia es simplemente un relato verídico”... o más fuerte aún “la historia no es una ciencia y no tiene mucho que esperar de las ciencias; la historia no explica y no tiene método; mejor aun, la historia de la que tanto se habla desde hace dos siglos no existe” [ix]...era un ataque directo a los historiadores marxistas quienes se creían en posesión de leyes sociales...Eric J. Hosbawm -de los atacados- califico este período como de nebulosidad, como un momento de separación de fines y objetivos, de métodos y maneras de escribir la historia. Jaques Le Goff consideraba en estos momentos que la política ya no era la "columna vertebral" de la historia en el sentido de que la "política no puede aspirar a la autonomía"...[x] Ha decir de Burke, el retorno al tema político producido en la 3a generación de los Annales fue una reacción contra Braudel –“Capitalismo y Vida Material 1400-1800”, de 1973- y también contra otras formas de determinismo (especialmente el "economismo" marxista). Esa reacción, claramente está vinculada con un redescubrimiento de la importancia que tiene la acción frente a la estructura, así como con la percepción de la importancia de lo que los norteamericanos llaman "cultura política", la importancia de las ideas y de las mentalidades. En este escenario la obra de Theodore Zeldin sobre el estudio del pasado de las mentalidades France, 1848-1945 en dos volúmenes publicados en 1973 y 1977 abogaba por lo que el llamaba una personal o historia individual. Gracias a Foucault, esta corriente también se extiende en la dirección de la "micropolítica", es decir, la lucha por el poder en el seno de la familia, en las escuelas, en las fábricas, etc[xi].Como resultado de estos cambios, los Annalistes planteaban para 1975 que "la historia política se encuentra en un proceso de renovación".[xii] Foucault intento analizar a fondo la “genealogía del poder”...cuando llego Veyne entonces era “el poder en el amor”, el mundo del poder a través del amor (o del sexo) Los 70’s también sirvieron de escenario para la reivindicación del Gender: genero, del feminismo en la historia –en la escuela de The New Radicalism- una de cuyas exponentes es Carroll Smith Rosenberg la cual discutía el estatus de segunda clase dado a las mujeres en la historia (we turned to our history to trace the origins of women`s second-class status)[xiii] y lógicamente se planteaba la sexual opresión. Howard Zinn, especialmente en The Politic of History, de 1970, a decir de Jhon Tosh: makes fundamentally the same point with regard to national consensus. A consensus may minimise conflict, but it also reflects a passive acceptance of stereotypic ideas, which allows little room for a sense of positive alternatives and a readiness to entertain other values. Zinn –prosigue Tosh- advocates a history which opens our eyes to the experience of other, less privileged groups, and which discloses some of the possibilities that might lie before us –a history to `pull us out of lethargy’…[xiv]. A propósito de esto, exaltemos que la irrupción de los países recién descolonizados, retomo el escenario de la historia nacional, dentro de la historia política, destacándose el Historiador de Ghana: A. Adu Boahen quien publicaría en 1975: Clio and Nation-Building in Africa La historia cuantitativa, se hablaba de la Clio-metria (la diosa de la historia-medida) seguía su traslado a la historia política y tratando de entender esta historia a partir de las cuantificaciones de los resultados electorales, frente a ello se planteaba que si bien era fácil mal interpretar las estadísticas, también se podría decir lo mismo de la posibilidad de malinterpretar los textos, en parte de esta discusión estuvo la historia sobre los esclavos en el sur de los EEUU en Time on The Cross de Robert William Fogel y Stanley Engerman, publicada en 1974. De igual manera había una The revival of narrative (reflection on a new old history) tal cual como se denominaba el artículo de Lawrence Stone[xv]
III
Todo lo citado da pie para que se considere que en los años 60’s y 70’s los historiadores se alinearon con las ciencias sociales, pero al nacer los 80’s (y los 90s) cuando, especialmente, se profundiza todo un debate sobre los estudios de textos o estudios textuales y se empiezan a relativizar los mismos, se considera que progresivamente hace irrupción el “postmodernismo” en la historia. De igual manera las distancias con el marxismo, al iniciarse los 80`s., cada vez fueron más grandes...para sólo hablar de Francia, se consolidaran un Raymond Aron situando el azar en el centro del estudio histórico. Un Michel Foucault, al lado de Veyne recuperando la herencia de Nietzsche dando vida a un ambicioso proyecto sobre las relaciones del cuerpo y la sociedad. Y Georges Duby el cual apostó por el imaginario de la sociedad y por la dimensión narrativa de los textos ; pero tampoco se puede olvidar a Le Roy Ladurie con su aproximación a la antropología; o Philipe Ariès compañero de Duby en La Historia de la Vida Privada... Ricos en estos nuevos matices, los 80`s para 1981 -y para salirnos de Europa, así como antes citamos África- en el subcontinente Hindú, Ranajit Guha, se encarga de destacar el papel de las nuevas clases en la naciente nación, recién separada de Inglaterra, allí, dentro del citado The New radicalism que enfatiza la People`s History explora las “subalternas alternativas” que se enfrentan a la “elitist Historiography” y se funda para ese año la revista Subaltern Studies donde publicara On some aspects of the Historiography of Colonial India; estos años también van a mostrar dentro de esta escuela radical un reflejo de lo acaecido en los 50`s y los 60’s cuando alrededor del movimiento por los derechos civiles en los EEUU, se va a ir consolidando una black history, su ejemplo más difundido es el texto There is a River: the Black Struggle for Freedom in America que se publica en 1981, de Vincent Harding donde además se plantea que no sólo es un reconocimiento al pasado negroide de los EEUU, sino, fundamentalmente un enfrentamiento y una denuncia a las distorsiones de la tradicionalmente dominante historia construida a partir de una imagen blanca de los blancos americanos... Ese mismo año, Michel Howard, una autoridad en historia militar, rompe estereotipos (Beyond stereotypes) y plantea duras criticas al manejo de la política exterior británica en los años de la pre segunda guerra mundial, demostrando, históricamente como estos desaciertos alentaron a Hitler... [xvi] y el año siguiente aparece Historical Sociology, de Philip Abrams, donde se planteaba The History must draw closer to sociology...en la línea de la Historia como ciencia social.[xvii] Hayden V. White, frente a la pregunta respecto a dónde se debe ubicar la historia, ya que ni es un texto, ni es una “narrativa maestra”, dice “El texto ha de entenderse como una simbolización de tres marcos concéntricos que operan en horizontes semánticas diferenciados: 1. La historia política 2. El contexto social relevante 3. La historia de los modos de producción y la sucesión y destino de las diversas formaciones, desde la prehistoria a todo lo que tiene reservado para nosotros la historia futura por lejana que ésta sea”...[xviii] A pesar de esto, hoy se reconoce que White hizo esfuerzos por acercar los estudios de Levi Strauss y Roman Jakobson con el Marxismo... 1984, E. J. Hobsbawm, en Marx and History (que luego seria publicado recientemente, hacia 1997 en On History); se cuestiona irónicamente lo que sucedìa en sus años de formación: Among the young Communist s there we used to joke: the communist philosophers were Wittgensteinians, the communist economists were Keynesians, the communist students of literature were disciples of FR Leavis. And The Historians? They were Marxists, because there was no historian that we knew of a Cambridge or elsewhere -and we did hear and know of some great ones, such as Marc Bloch – who could compete with Marx, as a master and inspiration. Paginas màs adelante se plantea: How, then, can we summarize Marx`s impact on the writing of history a hundred years after his death? We may make four essential points. (1) Marx’s influence in non –socialist countries is undoubtedly greater among historians today than ever in my own lifetime –and my memory goes back fifty years- and probably than ever before since his death. (…) This needs to be said, because at this moment there is a fairly widespread move away from Marx among intellectuals, particularly in France and Italy. (…) (2) As it is written and discussed today, at least in the most countries. Marxist history takes Marx as its starting –point and not as its point of arrival. I do not mean that is necessarily disagrees with Marx’s texts, although it is prepared to do so where the4s are factually wrong or obsolete. (…) (3) Marxist history is today plural. A single ‘correct’ interpretation of history is not legacy that Marx left us: it became part of the heritages of Marxism, particularly from 1930 or thereabouts, but this is not longer accepted or acceptable, at least where people have a choice in the matter (…) (4)[xix] La historia marxista no está hoy, y no puede, aislarse del resto del pensamiento histórico e investigación. Esto una declaración del doble-lado. En una mano, los marxistas no tienen un gran rechazo - excepto como fuente de la materia prima para su trabajo - las escrituras de los historiadores que no demandan ser marxistas, o de hecho quiénes son contra-Marxistas. Si son buena historia, tienen que ser tenidos en cuenta. Esto no nos para sin embargo, de criticar y de emprender una batalla ideológica contra incluso un buen historiador que actúa como ideologizador. En la otra mano, el marxismo transformó las principales corrientes de la historia, de tal manera que es hoy a menudo imposible decir si un trabajo particular ha sido escrito por un marxista o un no-Marxista, a menos que el autor anuncie su posición ideológica (Traducción Propia).…)[xx] En 1985, Norman O Brown publicará Life against Death. The Psicoanalytical Mening of history y allí, en la introducción, acuña esta frase “La humanidad no tiene ninguna idea de lo que desea verdaderamente. En eso Freud tenía razón: nuestros verdaderos deseos son inconscientes”...[xxi] 1986 con el artículo de la historiadora Joan Wallach Scott, si bien no sale de The New Radicalism, que planteamos con la Smith-Rosenberg, si plantea that gender was not only a crucial dimension of social stratification, but a form of identity and a culturally powerful means of signifying other forms of power; En esa misma re-mirada de el Gender en la historia, la historiadora Gisela Bock sale un poco del camino explorando una reinterpretación de la historia de la masculinidad... [xxii] A finales de esta década, el Aleman, Reinhart Koselleck desarrolla su tesis de la experiencia como mediadora del método histórico: *la historia notación (Aufschreiben), que esta construida a partir de la experiencia original, donde basta ser un curioso para registrar a través de anotaciones *la historia acumulativa (Fortschreiben): la experiencia distanciada por una o dos generaciones, es aquí donde la critica ulterior separa a los buenos observadores de los simples panfletarios: una historia que desarrolla los datos, los textos son desconfiables pero es necesario conferirles sentido. *y la historia reescritura (Umschreiben). La experiencia de los procesos de larga duración que permiten esa reescritura y situar los acontecimientos donde aparece la personalidad del historiador, si se quiere el "enfoque subjetivo" del mismo.[xxiii] En la revista de los Annales de 1989 con el titulo Lànnèe 1789 Francoise Furet decía algo que debió haber desconcertado a más de uno: que unos meses, esta bien escrito: “meses”, de ese año fueron decisivos en el cambio histórico denominado Revolución Francesa. Pero en verdad la Glasnost, la transparencia había impulsado valiosas reflexiones aún al interior de la Unión Soviética, por ejemplo, para 1987, B.G. Mogilnitsky había publicado un ensayo donde miraba el marxismo con profunda desconfianza.[xxiv] La caída del Muro de Berlín, desde mi parecer, es un punto alto, pero parte del proceso que rompía el estudio de las leyes de la regularidad, que había sido la principal ocupación de los historiadores...especialmente de los historiadores políticos...de una manera u otra la posición que venía desde Voltaire, de las tinieblas a la luz se caía definitivamente... El nuevo líder de lo que se ha denominado la 4ª generación de los Annales, Roger Chartier planteo en Cultural History: Between Practices and Representations una edición de la Universidad de Cornell, su idea central, que era moverse “de la historia social de la cultura a la historia cultural de la sociedad”... Así el nuevo historicismo es un análisis material de la cultura (pero) alejado del marxismo, bajo el nuevo historicismo subyace una concepción posmoderna de la historia basada en el postestructuralismo, lo que le conecta directamente con Michel Foucault. Para 1991, Brook Thomas en Renaissance self-fashioning planteo que, por ejemplo, para esta corriente el estudio de los textos literarios era (o es) la manera más adecuada para comprender el pasado europeo...en este camino, Stephen J Greenblat está convencido de que lo literario y lo histórico forman una constructed intertextually...Lawrence Stone, al otro lado del mundo, en los EEUU advertía sobre los peligros de las nuevas metodologías: el uso de la lingüística , la antropología cultural y el nuevo historicismo...en un artículo denominado: History and post modernism...el ritmo de renovación, según Ruiz-Domeneq disminuyo... Para principios de los 90’s el semiólogo (¿?) Estonio (¿soviético?) Yuri M. Lotman escribe Cultura y explosión , y allí, sin deleznar la propuesta de la escuela de la Longue Durèe plantea que si bien esta escuela proporciona los resultados mas convincentes en el estudio de los procesos lentos y graduales, escapa a ella “la imprevisibilidad de los procesos explosivos”...”la casualidad en la irrupción de los acontecimientos” y partiendo de la hipótesis de excluir a Pushkin de la literatura, o de preguntarse qué hubiera pasado si el Golpe Comunista contra Gorbachov hubiera tenido éxito, llega a una paradoja: Qué aspectos del pasado tienen mayor incidencia en el proceso histórico, los que afectan la gradualidad o los explosivos? Y concluye “ambos son las dos ruedas de la bicicleta de la historia”... Richard Tuck en el capitulo 9 de la recopilación denominada Formas de Hacer Historia (cuyo primer y ultimo capitulo redacta Peter Burke) escribe el texto denominado Historia del Pensamiento Político, en la línea en la que se vienen desarrollando los hechos, dice que la filosofía política sólo puede leerse sobre un telón de fondo de práctica lingüística, pues las sociedades y los textos que de ellas emanan están mediados por los estereotipos, por los lenguajes, por los paradigmas. Recoge los planteamientos o el Teorema (político) de Keneth Arrow el cual probaba la inexistencia de un método de procedimiento neutral para integrar los valores individuales en un conjunto de principios sociales que no infringieran algunos supuestos absolutamente obvios y fundamentales que se plantearían probablemente casi todos los ciudadanos, así salta una pregunta: ¿los valores (políticos) tienen carácter social o son tradicionales?; el autor también abordaba la necesidad de entender la explicación de por qué un agente histórico hizo algo, y con frecuencia no había un método claro y único para determinar lo que quería como prueba penetrante...además de la característica de que los planteamientos de un autor, son diferentes, a veces substancialmente, al comparar escritos de diferentes momentos de su vida [xxv]. En ese mismo Libro Burke plantea que las tendencias culturales y sociales no pueden analizarse de la misma manera que los acontecimientos políticos que requieren una presentación más estructural. Y plantea un dilema: Si explicamos las diferencias de comportamientos social en diversos periodos mediante discrepancias en las actitudes conscientes o las convenciones sociales, corremos el riesgo de la superficialidad, en tanto si –los y las historiadores- explicamos las diferencias de comportamiento por la diversidad de la estructura profunda del carácter social, corremos el riesgo de negar la libertad y la flexibilidad de los agentes individuales en el pasado. A este dilema se respondió con la concepción de “Habito” cultural, de Pierre Bordieu, que ha diferencia de “la regla” ofrece una combinación de presiones con libertades.[xxvi] En 1993 por los ambientes de la británica Oxford se decía que la historia tal y como se había elaborado en el siglo XIX y XX no era más que un esoteric intellectual game . Pero era precisamente en Inglaterra donde Catherine Hall realizaría para esos años una durísima critica, típica de The New Radicalism al desconocimiento que habían hecho los historiadores británicos del aporte de sus colonias negras a su historia como imperio; la necesidad de que se reconociera la complejidad de la relación entre la metrópoli y la periferia, y especialmente denunciaba the confident identification of `british’ with ‘white’...[xxvii] . He incluso el cinismo ingles parecía realzarse con la obra de Allan Bullock, quien en Has History ceased by relevant?, publicado en The Historian 43 de 1994, según Tosh, recogía la línea de el curioso Trevor-Roper que citáramos, y volvía a la historia como Qualified predictions ... [xxviii](perdóneseme: aún se creía que la historia era predecible?...por Dios!). Atravesando esa misma época, hace menos de una década, 1995, Furet, (comunista militante hasta la invasión rusa a Hungria en 1956) escribe: “La energía interior del militante comunista proviene de la sensación de realizar la historia como si ésta fuera el bien soberano, así como de emplear los medios de la fuerza al servicio de un buen fin. Lejos de parecer un disfraz de cinismo esa mezcla de géneros se considera como un imperativo categórico contra el “idealismo”..."...y da para justificar históricamente las masacres de Stalin...[xxix] El año anterior, en 1994, se publicará en EEUU Democratic Subjects de Patrick Joyce, un exponente de lo que venimos llamando una concepción postmoderna en la historia, nuestro editor citado, dice que Joyce advocated a `history of the social` in which `the social´ is taken to be not a material reality, but a discursive construct[xxx] Tres años antes, la feminista marxista de los 70s Joan Scott -¿también- daba su salto al postmodernismo pasando de estudiar las estructuras patriarcales las cuales fomentaban la desigualdad sexual en las sociedades industriales a darle mayor significado a los procesos de respuesta y contrarespuesta en los cuales prioriza la utilización del psicoanálisis y la lingüística...[xxxi] Obviamente esta tendencia postmoderna ha tenido duros críticos, por ejemplo, Gertrude Himmelfarb que defiende el estatus de los hechos en la interpretación de la historia, los acusa de relativismo epistemológico, de ser una historia con una identidad sectaria y plantea que esta historia es una necesidad política, en tanto, Arthur Marwick concluye su defensa planteando que Postmodernism is really a throwback to outdated nineteenth-century notions of methaphysics[xxxii]
IV.
Cuando llego –otra vez- “El Fin de la Historia”...cuando paso...quedo un Balance el que hace Ruiz-Domènec, y que aquí utilizamos para concluir, cuando nos plantea que desde 1998 los historiadores regresaron sobre tres principios: - (de nuevo) la investigación de las fuentes primarias - la lectura interpretativa de los significados sociales, culturales y políticos de los textos analizados (pasados) - la presentación narrativa de los resultados: por encima de la investigación y el análisis: la historia es una narración... [xxxiii]
Citas y Pies
[i] Ruiz-Domènec José Enrique, Rostros de la Historia, Veintiún Historiadores para el siglo XXI, Atalaya, Barcelona España, 2000, Pág. 77. [ii] Peter Burke y otros, Formas de Hacer Historia, Alianza Universidad, Madrid, 1993, Pág. 14 [iii] Es necesario notar la escuela conductista, que en esas primeras décadas planteaba encontrar las leyes cuasi científicas del comportamiento humano y con el, no sólo de las sociedades, sino de los personajes mismos (Collingwood investiga las pruebas y desde allí trata de interpretar lo que hacían las personas estudiadas). Hay que decir algo: al comenzar esta renovación, historiadores como Febvre y Braudel pueden no haber ignorado la historia política, pero tampoco la hicieron objeto de su máxima prioridad... [iv] Ya durante la Guerra fría, se publicaría en Chicago The Genius of American Politics, de Daniel Boorstin, que prolongaba esta línea “nation” [v] Hill Christopher, Marxism and History, Modern Quarterly 3 (1948), pps 55-8; en Jhon Tosh (Edited by), Historians on History: an anthology, Pearson education Limited, Essex-England, 2000, [vi] Lastly, I come to the question what is the essential content of progress in terms of historical action. The people who struggle, say, to extend civil rights to all, or to reform penal practice, or to remove inequalities of race or wealth are consciously seeking to "progress", to realize some historical "law" or "hypothesis" of progress. It is the historian who applies to their actions his hypothesis of progress and interprets their actions as progress … [vii] What is History?, Penguin, 1964 [viii] Tosh Jhon, opus cit, pàg 195 [ix] Veyne Paul, Comment on écril l`histoire,Paris, Seuil, 1971 (trad. Madrid, Fragua, 1972) citado por Ruiz-Domènec en Opus Cit pps 95-96 [x] Le Goff J. “Is politics still the backbone of history?” en Historical Studies Today. Camps F Gilbert y S Graubard, 1972, New York en Burke Peter, La Revolución Historiográfica Francesa, Gedisa, Barcelona, 1996, Pág. 88. [xi] Le Roy Ladurie: Montaillou Village Occitan de 1975 en Burke Peter, La Revolución , Opus Cit, Pág. 89 [xii] Julliard J., "La politique" en Faire de l´histoire, Volumen II, 1974 , Le Goff y Nora, 1974 (Traducido al ingles como Construncting the past: Cambridge, 1985, Incompleta pues sòlo se tradujeron 10 ensayos ), Citado en Ibid. Pág. 89. [xiii] En Jhon Tosh, Opus Cit p. 127 [xiv] Tosh Jhon, Ibid, pàg 179. (apartes del texto de Zinn en las páginas 188-194) [xv] Past and Present 85, 1979, pp 3-24, Tosh Jhon Opus Cit pps 254-264 [xvi] The Lessons of History, Oxford University Press, 1989, pp 12-30,Tosh Jhon, opus cit, pps 179, 180-7 [xvii] En Tosh Jhon, Ibid, pps 224-230. [xviii] Citado –sin clarificar la fuente previa- por Ruiz-Domènec en Opus Cit Pág. 131 [xix] (4) Marxist history today is not, and cannot be, isolated form the remainder of historical thinking and research. This a double-side statement. On the one hand, Marxists no longer reject –except as the source of raw material for their work – the writings of historians who do not claim to be Marxists, or indeed who are anti-Marxist. If they are good history, they have to be taken account off. This does not stop us. However, from criticizing and waging ideological battle against even good historian who act as ideologists. On the other hand, Marxism has so transformed the mainstreams of history that is today often impossible to tell whether a particular work has been written by a Marxist or a non-Marxist, unless the author advertises his or her ideological position [xx] Marx and History, (primera publicación en New Left Review 143 en Febrero de 1984) reimpreso en On History, Weidenfield and Nicolson, 1997, pp 207, 221-5, Tosh Jhon Opus Cit. [xxi] Norman o. Brown, Life Against Death. The Psychoanalytical Meaning of History (195), Middletown, Wesleyan University Press, 1985, p. 18. citado por Ruiz-Domènec en Opus Cit Pág 134. [xxii] Joan W. Scott, Gender: a useful category of historical analysis en Her Gender and the political of History, Columbia University Press, 1988, pp 28-31, 41-6; Tosh Jhon Opus Cit pps 128, 135-143 [xxiii] En Ruiz-Domènec, Opus Cit pps 220-221 [xxiv] B. G. Mogilnitsky, Some tendencies in the Development of Contemporary Bourgeois Historical Thougtht, en Western and Russian Historiography, (Ed, Henry Kozicki), Londres 1992, pp 45-70 [xxv] Tuck Richard, Historia del Pensamiento Político, Capitulo 9 en Peter Burke y otros, Formas de Hacer Historia, Alianza Universidad, Madrid, 1993, pps 241-53 [xxvi] Burke Peter, en Ibid, pps 34-36 [xxvii] Histories, empires and the post-colonial moment en Iain Chambers and Lidia Curtis (eds) The Post Colonial Question: Common Skies, Divided Horizons Rout ledge, 1996, pp 65-70, 76; Tosh Jhon, Opus Cit pps 151, 159-166. [xxviii] Tosh Jhon, Ibid, Pág. 195, se encuentra además un aparte del texto de Bullock en las páginas 203-211. [xxix] Le passé d’une illusion, Paris , Laffont, 1995 (trad. FCE). [xxx] Tosh Jhon, Ibid. Pág. 273. aparecen apartes de un artículo de Joyce llamado The End of social history? Publicado en Social History en 1995. [xxxi] Tosh Jhon, Opus Cit. pàg 273, se publican apartes del artículo Women`s History (por cierto editado por Burke en New perspectives on historical writing… [xxxii] Two approaches to historical study: the metaphysical (including “postmodernism” ) and the historical, en Journal of Contemporary history 30 (1995); Tosh Jhon Ibid pps 299-305 [xxxiii] Ruiz-Domènec José Enrique, Opus Cit, Pág. 19.