domingo, octubre 30, 2011

la "historia oficial" la escriben los vencedores

Siempre---
Historiador que se respete
1. Sabe que la "historia oficial" la escriben los vencedores sobre los vencidos
2. Sabe que se necesitan 2, 3 fuentes ojalá enfrentadas para acercarse (ojo: acercarse) a la "verdad histórica"

Por eso aquí va este texto:

http://www.eltiempo.com/gente/maria-eugenia-rojas-responde-carta-a-enrique-santos_10666386-4


Carta de María Eugenia Rojas
María Eugenia Rojas preside un congreso de la Anapo, en el Capitolio Nacional.
Foto: Archivo particular

LA 'CAPITANA' ESCRIBE EN RESPUESTA AL ARTÍCULO DEL DOMINGO PASADO DEL EX DIRECTOR DE EL TIEMPO.

Cordial saludo.
Me refiero a su libelo aparecido en la edición del 23 de octubre en EL TIEMPO. Debo decirle que me sorprendió sobremanera, pues siempre he reconocido la brillantez de sus escritos, pero veo, con pesadumbre, que ella se está apagando.
Usted se sitúa en una orilla opuesta a la mía. Usted, en la del rencor y el resentimiento, y yo, en la del perdón. Le confieso que tengo el alma casi lacerada de tanto perdonar. No me explico su actitud y estarán perplejas las actuales generaciones, la de sus hijos y mis nietos, compañeros de curso durante todos los años de primaria y bachillerato, que desean un mundo fresco, a quienes usted pretende transmitirles el odio y la pasión que durante más de 56 años se han incubado en su memoria. Ahora, en sus remembranzas, solo pretende reciclar las consejas y malvadas calumnias del pasado.
La historia no se puede escribir por pedazos, sino completa y ajustada a la verdad, de lo contrario se desfigura. No puede relatarse en momentos coyunturales, pues el mundo político es inestable, cambiante.
Usted solo reconoce de la obra del gobierno de Rojas la televisión, pero olvida realizaciones trascendentales como la pacificación del país, la más esencial y urgente. El voto femenino, que le otorgó la plenitud de los derechos a la mujer. No podemos olvidar la construcción del aeropuerto Eldorado y 36 aeropuertos más, el Centro Administrativo Nacional (CAN), el Sena, la creación del Distrito Especial de Bogotá, el ferrocarril del Atlántico, el plan de carreteras y puertos, que aún no se ha terminado; la Secretaría Nacional de Asistencia Social, Sendas, cuya misión era enteramente social: repartía un litro de leche diario a cada niño menor de 9 años. Los comedores escolares, para que ninguno se quedara sin refrigerio. Salacunas y jardines infantiles. Atención al adulto mayor. En Navidad, se entregaba el aguinaldo a fin de que no se quedara un solo niño sin recibir su regalo. Estos juguetes jamás se vendieron, como usted dice. Eran importados de Alemania; los más finos, para que los niños pobres pudieran tener los mismos regalos que los hijos de los ricos.
Habla del cierre de EL TIEMPO y acepta su reaparición como Intermedio, y esto lo llama "dictablanda en realidad". Olvida que tanto EL TIEMPO como El Espectador y las casas de los jefes liberales habían sido incendiados varios meses antes del Gobierno militar. Estos jefes solo pudieron, durante el gobierno de Rojas, regresar del exilio a su Patria. Razón tenía su tío Hernando Santos cuando, en uno de los varios almuerzos que con el presidente López Michelsen hicimos en mi casa, me dijo: "Nosotros hemos sido injustos con el general Rojas". Esta amable anécdota está publicada en mi libro Rojas Pinilla, mi padre.
Después del 10 de mayo de 1957, el Frente Nacional designó una comisión de instrucción criminal para que investigara los actos de mi familia, y quiero recordarle que nada hallaron en contra nuestra y ninguno de nosotros figura en alguna de las investigaciones adelantadas con el propósito de hacernos daño. Todo lo contrario. Tanto mi esposo como yo fuimos elegidos durante varios períodos como representantes y senadores de la República desde 1962.
Vino después el juicio de Rojas Pinilla ante el Senado y su condena política por delitos inexistentes en la Constitución o la ley y más tarde su absolución, proferida por la Corte Suprema de Justicia, el Tribunal Superior de Bogotá y el mismo Senado de la República.
Nadie más desprendido del poder que el general Rojas Pinilla: llegó a la Presidencia, el 13 de junio de 1953, en virtud de un "golpe de opinión", como lo dijo Darío Echandía, respaldado por liberales y conservadores. La Asamblea Nacional Constituyente (Anac) no fue designada por él, sino escogida por el presidente Laureano Gómez. El general Rojas se limitó a incluir algunos nombres de ilustres liberales para darle participación a ese partido.
La Anac lo designó para terminar el gobierno del doctor Gómez, lo eligió para el siguiente, que terminaba en 1958, y, el 8 de mayo de 1957, lo reeligió para el período 1958-1962. El 10 de mayo de 1957, abandonó el poder de forma voluntaria y designó una Junta Militar para que convocara a elecciones.
El 19 de abril de 1970, ganó las elecciones presidenciales, desconocidas por el gobierno de entonces, manchadas de fraude, como lo demostró el doctor Carlos Augusto Noriega, ministro del entonces presidente Carlos Lleras Restrepo, en el libro llamado Fraude en las elecciones de Pastrana Borrero. No utilizó el respaldo que le ofrecían el pueblo y las Fuerzas Armadas para hacer respetar el triunfo. Nunca quiso un derramamiento de sangre. Su título preferido era el de 'Pacificador', más que el de Presidente.
En este momento coyuntural no se puede escribir con ligereza, ni vanamente, porque la velocidad de los acontecimientos nos atropella. La historia no es un montón de polvo, sino, como decía Cicerón: "Es el testimonio de los tiempos, la luz de la verdad, la maestra de la vida".
Como le inquieta mucho la avenida Eldorado, por ser "una cruel ironía", le informo: el contrato de la fase III de Transmilenio fue adjudicado en la administración del alcalde Lucho Garzón a los Nule, quienes también fueron contratistas en el gobierno de Enrique Peñalosa y Antanas Mockus.
La única administración a nivel nacional que defendió la obra y el presupuesto de la voracidad de los Nule, que aceptaron ante la Fiscalía el delito de peculado por apropiación del anticipo y que tenían obras en todo el país, fue la del alcalde Samuel Moreno Rojas, que no permitió más irregularidades ni demoras y se lograron recuperar 69.000 millones de pesos del anticipo que pagó la aseguradora, y comunicó a la ciudadanía la cesión acordada por las partes. Esta obra se entregará a principios de diciembre de este año. Una "cruel ironía" es que por defender el patrimonio y los intereses de la ciudad y de sus habitantes, esté hoy privado de su libertad y la Procuraduría lo haya suspendido por un año, cuando el estatuto de Bogotá, Decreto Ley 1421 del 93, dice claramente: "Artículo 56. Inciso 3. En todo caso, también hará parte de las juntas el Alcalde Mayor, quien la presidirá, o su delegado. Artículo 58. Prohibición a las Juntas. Las juntas directivas no intervendrán en la tramitación ni en la adjudicación de los contratos de la entidad, los representantes legales de las entidades serán responsables de la tramitación, adjudicación y ejecución de los contratos". El Alcalde de Bogotá no firma contratos, ni mucho menos es interventor de obras, todo esto le está expresamente prohibido.
Los bogotanos tienen que reconocer la magnífica obra que entrega la administración del alcalde Samuel Moreno. Hoy se benefician con gratuidad educativa hasta el grado once 1'025.000 niños, niñas y adolescentes. Se entregaron 44 colegios nuevos, 168 se reforzaron y 60 se ampliaron o se mejoraron. Cerca del 40 por ciento de las instituciones educativas del Distrito tiene una educación de excelencia.
Se cumplió el primer Objetivo del Milenio, derrotando el hambre y la pobreza extrema con 'Bogotá bien alimentada', que beneficia al día a un millón de personas entre estudiantes, niños y niñas de jardines infantiles y población vulnerable. En materia de salud, ingresaron al régimen subsidiado más de 650.000 personas. Se atendieron gratuitamente más de 600.000, entre menores de 5 años, mayores de 65 y en condición de discapacidad severa en Sisbén 1 y 2, con lo que se cumple la meta del plan al ciento por ciento. Bogotá cuenta hoy con la EPS distrital Capital Salud.
Entrega a Bogotá como la ciudad con el más bajo índice de desempleo del país, y se incrementaron sustancialmente las inversiones extranjeras y el turismo. Hay trancones, es cierto, pero ¿en cuál ciudad del mundo no existen? Mucho más cuando en Bogotá se construyen obras que transforman la ciudad para el progreso y bienestar de sus habitantes. Se entregó el portal del barrio 20 de Julio, el mejor de Suramérica; el puente de la Calle 100 con carrera 15; se terminó la construcción del edificio Bicentenario, que será entregado en estos días; se inauguró el teatro Julio Mario Santo Domingo; se remodeló el estadio El Campín, a fin de que pudiera jugarse el campeonato Mundial Sub-20 de Fútbol. Se renovó la malla vial en un 50 por ciento. El intercambiador de la calle 6a. con carrera 10a. se entregará a comienzos de diciembre del presente año. El Metro quedó listo para abrir la licitación y adjudicarlo; se logró incorporarlo al Conpes 3677 del 19 de julio del 2010. El presidente Santos ha respaldado también esta iniciativa. Se dio inicio al Sistema Integrado de Transporte Público, para acabar con la guerra del centavo. Se aprobó el Plan Zonal del Norte, que permitirá mejorar la infraestructura vial y de servicios. En el programa 'Bogotá segura y humana' se entregaron nuevos CAI fijos y móviles, motocicletas, patrullas y cámaras de vigilancia; se implementó el plan cuadrantes y se redujo el número de homicidios y de delitos de alto impacto.
Como resultado de esta inversión social, se redujo en la ciudad el índice de pobreza del 21,9 al 12,8 por ciento y el déficit de vivienda pasó del 15,6 al 11,8 por ciento. Me hiciera interminable si enumerara todas las realizaciones. Se cumple así el plan de desarrollo 'Bogotá positiva: para vivir mejor', presentado a bogotanos y bogotanas, y aprobado por el Concejo Distrital.
Estamos dispuestos, con la frente en alto, a desbaratar todas las calumnias y mentiras de los malhechores nacionales e internacionales que tienen sed de venganza y apetito económico para entablar contra el Distrito multimillonarias demandas, enlodando el nombre de los Moreno. Razón tiene el columnista de la revista Dinero, doctor Juan Manuel López Caballero, cuando afirma, en su último artículo, que "la justicia no está politizada; lo que está es mediatizada, en la medida en que se convirtió en el principal espectáculo de la Nación y es manejada por los medios de esa manera".
Ya para terminar, quiero recordarle la frase de Oscar Wilde: "Cualquiera puede hacer historia, pero solo un gran hombre puede escribirla".