jueves, octubre 22, 2015

los ciclos del #poder, los #ciclos de la #política

A días de las elecciones para autoridades locales en #Pereira y #Risaralda ....reflexión sobre los ciclos de la política y del poder 

Que esperar del proceso de paz #Colombia #FARC

Recién realizada la histórica reunión de Santos con Timochenko (la 2a de un jefe de estado Colombiano) y anunciados los seis meses, ésta es la síntesis de las reflexiones

lunes, septiembre 07, 2015

#Colombia #2015 antes de la reinserción de las FARC, antes del PostConflicto

Estas son las bandas criminales que azotan a Colombia

¿Dónde operan? ¿Qué delitos cometen?


Bandas-Criminales-P
Según el jefe Área Investigativa de Delitos Especiales de la Dijin, coronel Pablo Ruiz, la policía tiene la orden de desarticular toda banda delincuencial que accione en el país. Por tal razón los diferentes grupos que trabajan en la tarea han clasificado las organizaciones delincuenciales por área de injerencia (nacional, regional o local) y peligrosidad en bandas tipo A, B y C.
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Dentro de la categoría tipo A, que delinquen a nivel más nacional y sus delitos llegan a ser transnacionales, hay tres identificadas: ‘Los Urabeños’, liderados por alias ‘Otoniel’ (actualmente el hombre más buscado del país); ‘Los Rastrojos, liderados por alias ‘Don César y las disidencias del Ejército Revolucionario Popular Antisubversivo de Colombia, Erpac, lideradas por alias “Pijarvey”.
Dentro de la categoría B están las bandas que delinquen a nivel departamental, las directamente responsables de los asesinatos y del microtráfico de estupefacientes. Estas organizaciones casi siempre trabajan para las bandas tipo A o para narcotraficantes poderosos. Y las tipo C son las bandas que delinquen a nivel de ciudades.
KienyKe.com presenta un mapa de las bandas tipo B, por ser estas de interés nacional y de las que menos información se tiene.
Bandas criminales 1-11
La banda de Marquitos Figueroa – La Guajira
Aunque el líder de esta organización, Marcos de Jesús Figueroa García, alias ‘Marquitos’, fue capturado el año pasado en una lujosa residencia en Brasil, y el presunto segundo al mando de la banda, Juan Carlos Bonilla, fue asesinado en mayo de este año en La Guajira, según el coronel de la policía Pablo Ruiz, aún hay reductos de esta organización delinquiendo y haciendo de las suyas en La Guajira y otros sectores de la Costa Atlántica y el Cesar.
La banda de ‘Marquitos Figueroa’ se dedica principalmente al tráfico de drogas y al contrabando de gasolina. Pero el delito por el que más le temen a esta organización, diezmada en un alto porcentaje por las autoridades, es el asesinato y el ajuste de cuentas.
Dicen las investigaciones que la organización y los líderes de esta tienen a sus espaldas varios asesinatos en la alta Guajira, El Magdalena y Cesar.
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‘La constru’ – Putumayo
“La constru” es una peligrosa banda que delinque en el Putumayo. A esta organización delictiva se le atribuyen delitos de microtráfico y narcotráfico hacia Ecuador y en Putumayo, Caquetá y Huila. También, según las autoridades, ellos son los encargados de llevar adelante las extorsiones a trabajadores del sector petrolero en la región. Así mismo es el grupo delincuencial al que más se le atribuyen asesinatos.
A finales de junio de este año, la Dijin y la policía de Ecuador capturaron en la provincia de Sucumbíos, en el vecino país, a alias ‘El Paisa’, el líder de la banda ‘La constru’, quien pasó a ser el jefe de la organización tras el arresto de Héctor Orlando Bastidas, quien fue detenido el pasado mes de enero, el máximo jefe de la banda.
Según la Dijin, este grupo delincuencial tiene vínculos con los frentes 32, 48 y 49 de la guerrilla de las FARC  y con células de los ‘Rastrojos’. También se le vincula con la colaboración en atentados a las estructuras petroleras.
‘Los Soto’ – Llanos Orientales
Esta organización delincuencial y familiar fue conocida por la opinión pública hacia finales de 2014, cuando la Dijin capturó en el municipio de Maní (Casanare) a 10 personas que presentó como vinculadas a una banda criminal denominada ‘Los Soto’. En esa oportunidad los detenidos fueron detenidos por el homicidio de cuatro personas.
‘Los Sotos’ es una organización paramilitar que nació, al parecer, hace unos dos años en los Llanos Orientales y que delinque principalmente en Meta y Casanare. La Dijin tiene identificado como líder y creador a alias ‘Vicente Soto’. Familiares de este hombre son los otros mandos de la organización.
Soto, es el seudónimo del nombre completo de la organización: Sembrando el Orden Total. Esta banda tiene, según las investigaciones, unos 80 integrantes. Principalmente se dedican al narcotráfico y de este delito se desprenden los demás que cometen, como porte ilegal de armas de uso privativo de las fuerzas militares, desplazamiento forzado, homicidio, extorsiones, y reclutamiento ilegal de menores de edad.
‘Los Soto’, según las autoridades, mueven una gran cantidad de droga hacia Venezuela y Centroamérica por pistas clandestinas que están bajo el ojo de las autoridades.
Esta peligrosa banda está aliada con otra igual de peligrosa, llamada el ‘Renacer de los ‘Buitragueños’, que es liderada, según investigaciones, por familiares directos del narco y paramilitar Héctor Germán Buitrago, alias ‘Martín Llanos’.
“Los Pachenca” – Caribe Colombiano
El jefe de sicarios de esta banda criminal, Óscar Almanza Parra, de 38 años, fue capturado por las autoridades el pasado mes de junio en Barranquilla. Almanza fue, como la mayoría de integrantes de este grupo, según las autoridades, miembro de fuertes grupos paramilitares que se desmovilizaron.
‘Los Pachenca’ delinquen principalmente en el Magdalena y La Guajira. Tienen, según la policía, fuertes alianzas con el ‘Clan Úsuga’. Sus principales líneas de acción son el narcotráfico, el tráfico de gasolina y las extorsiones a importantes comerciantes y empresas de Santa Marta, principalmente. Según investigaciones a este grupo se le adjudica el 80 por ciento de las extorciones en la capital del Magdalena.
‘Los Pachenca’ es liderado por Jesús María Aguirre Gallego, alias Chucho Mercancía, quien en años anteriores hizo parte del ‘Clan Úsuga’. La policía lo capturó y por ser ficha de menor rango en los ‘Úsuga’ pagó unos años de prisión. Al salir de la cárcel creó a ‘Los Pachenca’ creando terror en el Magdalena y sus alrededores.
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‘Los Costeños’ – Barranquilla
Aunque la mayoría de los jefes de esta banda está tras las rejas, las autoridades han logrado determinar que los líderes de esta organización siguen delinquiendo desde prisión y dando órdenes a los hombres que tienen en las calles de la ‘arenosa’.
‘Los Costeños’ fue una banda delincuencial que se organizó con antiguos hombres que hacían parte de los Rastrojos, antiguos paramilitares. Se dedican principalmente al cobro de extorsiones a comerciantes y transportadores. También se les atribuye asesinatos, desencadenados de la negativa al pago de vacunas.
Según las investigaciones de las autoridades, esta banda recibe en promedio unos 200 millones de pesos mensuales producto del ilícito.
La policía tiene identificados como los líderes de ‘Los Costeños’ a los hermanos Borré, quienes son tres exparamilitares que pertenecieron al bloque ‘Héroes de los Montes de María’, que después de la desmovilización siguieron delinquiendo con ‘Los Rastrojos’.
El jefe máximo es, según las autoridades, Brayan Eduardo Borré Barreto, alias ‘Jackie’ o ‘Tío Guillo’. Fue capturado. Después de comprobarse que seguía delinquiendo desde prisión fue trasladado a la cárcel Palogordo, en Girón (Santander). Las autoridades han indicado que el hombre detrás de ‘los Costeños’ que aún está libre es Javier Enrique Insignares Toro, alias ‘J. J’ o ‘Benjamín’.
Los Botalones – Magdalena Medio
Los ‘Botalones’ es una fuerte organización que, junto con los ‘los Urabeños’, ‘los Rastrojos’ y las disidencias del EPL tienen azotado el Magdalena Medio. También tienen injerencia, en menor proporción, en los departamentos de Santander, Norte de Santander, Boyacá, Arauca y Cundinamarca.
En febrero de 2015, según el coronel Ruiz, se capturaron a 16 personas vinculadas con esta organización, hecho que desarticuló la banda delincuencial y redujo considerablemente su accionar delincuencial.
Los ‘Botalones’ se crearon después de la desmovilización del exjefe paramilitar Arnubio Triana, alias “Botalón”. Su principal accionar era el robo de hidrocarburos pero después se dedicaron a los homicidios selectivos, el tráfico de armas de fuego, tráfico de estupefacientes y desplazamiento forzado.
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‘La Empresa’ – Buenaventura
A principios de junio las autoridades capturaron en Buenaventura a alias ‘El Tío’, considerado el máximo jefe de ‘La Empresa’, una organización dedicada a secuestros, tortura, homicidio, desplazamiento forzado.
El área de injerencia de esta organización es el puerto de Buenaventura. Aunque con la captura de ‘el Tío’, considerado el último de sus grandes líderes, se dio por desarticulada la banda, aún hay reductos que quieren retomar las acciones de ‘La Empresa’ en el puerto.
Esta peligrosa banda, a la que se le adjudican algunos de los desmembramientos de cadáveres en la ciudad, fue creada por alias ‘el Tío’ y alias ‘Orejas’, exmiembros del grupo paramilitar Bloque Calima de las Autodefensas Unidas de Colombia.
‘Los Caqueteños’ – Amazonas
Delincuentes peruanos y colombianos son los que a sangre y fuego se han peleado el control de la zona limítrofe a orillas del río Amazonas, exactamente el sector conocido como el trapecio Amazónico. Desde hace unos años son los colombianos los que mandan en la zona.
Los amos y señores del control del tráfico de cocaína en ese sector son los integrantes de la banda delincuencial conocida como ‘los Caqueteños’. A esta organización también se le adjudican asesinatos, pero estos se desprenden de su principal negocio: el tráfico de drogas hacia Brasil, Perú, el interior de Colombia y hacia el extranjero, usando como rutas los países fronterizos.
Según el coronel, los laboratorios de coca se encuentran en el lado peruano. Los instalaron allá para evadir la lucha contra las drogas por parte de las autoridades colombianas. “Pero estamos unidos con la policía del Perú para desarticular esta estructura”, indicó el oficial.
Investigaciones judiciales han indicado que esta organización se fortalece porque su negocio es apadrinado por grupos narcoterritoristas y guerrilleros como los bloques Sur y Oriental de las Farc de Colombia; el Comando Rojo y Primer Comando de la Capital, de Brasil, y Sendero Luminoso, de Perú.
En marzo de 2015 el CTI de la fiscalía capturó en el Huila a Jáder Calderón Muñoz, considerado el líder de este grupo delincuencial que ha invadido el país con su cocaína. Hoy en día las autoridades están tras los pasos de alias ‘Loro’, a quien tienen identificado como el actual líder de este grupo narcocriminal.
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Megateo ‘EPL’ – Norte de Santander
Víctor Ramón Navarro, alias Megateo, de 37 años, es considerado el amo y señor del Catatumbo. Él es el líder militar y criminal de la disidencia del desmovilizado EPL, al que él llamó frente Libardo Mora Toro y con el que pasó de guerrillero a narcotraficante.
Según el jefe del Área Investigativa de Delitos Especiales de la Dijin, aunque ‘Megateo’ no es el número uno del EPL, él es la imagen más representativa de la banda delincuencial, que ya no es considerada por las autoridades como grupo guerrillero.
El número uno de la organización, que se ha dedicado al tráfico de drogas y al control del narcotráfico desde el Catatumbo, es Guillermo León Aguirre, alias ‘David León’.
Al parecer Megateo quedó herido en una operación que se realizó a finales de agosto, pero hasta la fecha son solo rumores.
Esta disidencia del EPL trabaja, según la policía, de la mano de los grupos guerrilleros de la zona, FARC y ELN, para el tráfico de drogas.
‘La Cordillera’ – Pereira
‘La Cordillera’ es la banda delincuencial que azota la zona cafetera del país. Tienen, según la policía, su área de injerencia la ciudad de Pereira, pero delinquen en ciudades como Manizales, Armenia, y en el Norte del Valle.
El principal accionar de esta banda es el narcotráfico, microtráfico y lavado de activos.
Según las investigaciones de la policía, esta organización está ligada con “los Urabeños”, y es la clave para sacar la droga por el Pacífico colombiano.
La semana pasada, la Dijin logró la captura de alias “Tres Caras”, el líder de este grupo delincuencial. Alias ‘Berny’, otro de sus cabecillas, llegó a un acuerdo con las autoridades y se entregó.
Esta organización, encargada de homicidios selectivos, el tráfico de estupefacientes y extorsiones en el Eje Cafetero, nació con desmovilizados que eran ‘paras’ de confianza del narcoparamilitar Carlos Mario Jiménez alias “Macaco”, condenado en Estados Unidos a 33 años de prisión.
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Oficinas de cobro – Cali
Las bandas criminales en Cali que más preocupan a la policía no son las de delincuencia común, que sí hay muchas y sobre las que también están trabajando, sino las oficinas de cobro, que no son otra cosa que pequeños grupos de sicarios a domicilio.
La mayoría de los homicidios en la ciudad y sus alrededores son llevados a cabo por estas oficinas de cobro. Estas organizaciones, unas ocho en la ciudad, son lideradas por narcotraficantes poderosos y cada una de ellas tiene un líder visible que está en la mira de la policía, así se lo explicó a KienyKe.com el coronel Ruiz.
Dentro de las identificadas están la oficina de cobro Boliqueso, Lobo, Fresa, Búho, Yepes. Varios de los jefes de estas bandas ya han sido capturados.
ODIN – Medellín
Las ODIN son Organizaciones Delincuenciales Integradas al Narcotráfico que, según las autoridades, son las que se disputan el control de la zona urbana de Medellín. También operan en Itagüí, Caldas y Bello.
Las ODIN tienen dos jefes máximos y se trata de Maximiliano Bonilla Orozco, alias  ‘Valenciano’, y Ericson Vargas Cardona, alias ‘Sebastián’.
La policía ha ido desarticulando estas organizaciones, de 21 que había identificadas en 2001, hoy en día hay 10 que aún tienen accionar delictivo en la ciudad. Unas de ellas más diezmadas que otras, ya que algunos de los líderes de estas bandas y parte de sus fichas han sido capturados.
En promedio cada ODIN cuenta con un número de 100 integrantes. Estas organizaciones están aliadas con grupos más grandes como ‘Los Rastrojos’, ‘Los Urabeños’ y cada una tiene un sector de Medellín como centro de operaciones, en especial son los amos y señores de las comunas de la ciudad.
Estas organizaciones se dedican a controlar el tráfico de drogas, los homicidios selectivos, las extorsiones, el microtráfico, el tráfico de armas, y deciden quién se queda a vivir o quién se tiene que ir de la zona.
La policía adelanta investigaciones y acciones sobre las siguientes ODIN: ‘los Chatas’, ‘Pachelly’, ‘la Unión’, ‘la Terraza’, ‘los Triana’, ‘San Pablo’, ‘Caicedo’, ‘la Sierra’, ‘San Javier’, ‘Picacho’, ‘Robledo’, ‘Belén Rincón’, ‘Altavista’ y ‘Trianón’.

Cómo funciona la #corrupción en #Colombia

Entrevista de “Noticias Caracol” con Emilio Tapia

Emilio Tapia: “no vamos ni en la mitad del carrusel”

El condenado excontratista habló por primera vez desde la cárcel. Le pide perdón al país, y a la Fiscalía, más beneficios por su colaboración eficaz.
Por: JUAN DAVID LAVERDE PALMA http://www.elespectador.com/noticias/judicial/emilio-tapia-no-vamos-ni-mitad-del-carrusel-articulo-582748
En Twitter: @jdlaverde9

Emilio Tapia en diciembre de 2013, dos meses antes de su captura. / Archivo
El pasado 5 de agosto, Emilio Tapia fue condenado a 17 años de prisión, la sentencia más alta del carrusel de la contratación en Bogotá. En entrevista con Noticias Caracol, la primera que da luego de 18 meses en la cárcel, Tapia señaló que en Colombia el Estado paga tanto por los contratos que hasta queda plata para la corrupción; que mientras era investigado seguía yendo a parrandas porque su esencia es Caribe; y que el exgobernador de Cundinamarca, Álvaro Cruz –a quien la Fiscalía le imputará cargos en los próximos días– debería decir la verdad.
 
El cartel de la contratación del que usted hizo parte desangró a Bogotá. ¿Qué les diría hoy a los bogotanos?
En primer lugar, yo quiero pedirle perdón a la ciudad, al país, a todas las personas que creyeron o creen en uno. Pero sí es muy importante aclarar esta situación: aquí hubo una empresa criminal de la cual yo hice parte, pero ello no significó que se hayan robado la plata para no ejecutar las obras.
 
¿No es cierto que se perdió cerca de un billón de pesos por cuenta del carrusel?
Eso es falso, las obras se hicieron. Las obras en la administración de Samuel Moreno se empezaron a ejecutar, unas se terminaron, otras están en ejecución. Aquí lo que existió fue una empresa criminal para estructurar los mecanismos y hacernos a esos contratos.
 
Es decir, una empresa criminal para darles contratos a los amigos…
Correcto, a los amigos o a las personas o a los contratistas que se comprometieron a pagar una comisión. Pero no es cierto que nos hayamos robado la plata para no ejecutar las obras, con excepción de un contrato que fue adjudicado en la administración anterior a la de Samuel Moreno.
 
Ese es el contrato de los Nule, de la fase III de Transmilenio.
Correcto, que se adjudicó en la administración de Luis Eduardo Garzón.
 
¿O sea que si los Nule cumplen a cabalidad ese contrato jamás habríamos conocido la verdad del carrusel?
Sí, eso es cierto. El error que hoy reconozco, por el cual estoy pidiendo perdón y en la cárcel asumiendo ese error, fue la empresa criminal para estructurar esos mecanismos para que nos dieran los contratos.
 
Pero usted acepta que es una persona corrupta. ¿Cómo puede entenderse que alguien es corrupto sin haberse robado plata?
Por una sencilla razón: yo reconozco que hice parte de todo ese entramado de corrupción, pero no puedo reconocer que nos robamos la plata porque no es cierto. Aquí el problema tiene un fondo aún más grande que sigue latente.
 
¿El carrusel de la contratación está ahí todavía, con otros protagonistas?
Y va a seguir.
 
¿Por qué?
Esto no se va a acabar porque estemos 50 u 80 personas vinculadas a este proceso, porque el cáncer sigue vivo.
 
¿Dónde está el cáncer de la corrupción entonces?
El tema es muy sencillo: radica en los precios de los presupuestos de los contratos de la administración pública. El Estado paga tan bien que da para ejecutar las obras y nuestra utilidad como contratistas da para ejecutar las obras y para pagar una comisión.
 
¿Estamos llenos de contratos inflados?
Así es.
 
¿Y quién manipula esos precios y permite que al Estado lo desangren así? ¿El mismo Estado?
Por supuesto. Este no es un tema que se inventó en la administración de Samuel Moreno. No solamente estamos hablando de contratos de obras, sino de alimentos, de consultorías, interventorías, de servicios públicos; todo lo que tiene que ver con la administración pública el Estado lo paga muy bien. Y como veía que pagar comisión era un común denominador uno de pronto no le ponía lío a una costumbre, pero estábamos cometiendo delitos que hoy asumo aquí, preso. 
 
Usted ha dicho que son los precios los que estimulan las comisiones. ¿Cómo hacer para que no le metan la mano al Estado impunemente una y otra vez?
Esa es una tarea de los funcionarios públicos, nosotros no podemos. Es como cuando usted va a un centro comercial y le piden $100 por una camisa, y luego va a otra tienda que no es un centro comercial, que tiene menos costos, y la misma camisa le cuesta $50. Así sucede en la empresa privada y en la empresa pública. Los contratos en la empresa privada tienen un costo y en la pública, otro. 
 
Háganos el mapa como si estuviera en una licitación cuando hacía parte del carrusel. ¿Cómo hacía el cartel toda la vuelta?
Esto era lo que sucedía: se abría un proceso licitatorio. En algunos casos, se acomodaban unos términos de referencia para seleccionar al amigo o al allegado. Había un marco general por cumplir, pero muchas empresas tienen la misma capacidad financiera, la misma experiencia. Entonces, digamos que se presentaban seis uniones temporales; los precios eran tan buenos que las seis estaban dispuestas a pagar la comisión porque eso salía de las utilidades.
 
¿Y la de los Nule que no se hizo, que hubo que pagar como 150.000 millones más?
Esa obra está en un contexto muy particular: fue adjudicada en la administración de Lucho Garzón y Samuel Moreno lo único que hizo fue exigirle a los contratistas que de manera irresponsable no avanzaban en la obra.
 
Por eso les exigían unas comisiones.
Hubo comisiones, pero no para la administración Moreno. La ciudad no perdió porque la compañía aseguradora pagó lo que los contratistas se robaron, o invirtieron mal, no soy nadie para decir eso. Para eso existen unas pólizas. Pero las obras en el periodo de Samuel Moreno en las que tuve que ver yo, todas se hicieron. Las comisiones sí se pagaron, esa fue la empresa criminal de la cual hice parte, y hoy me arrepiento enormemente por lo que ha significado para mí, la ciudad, el país y mi familia. 
 
¿Cómo han sido estos últimos 18 meses suyos en la cárcel? Usted, acostumbrado a los yates, a los aviones privados, a los lujos…
Esto ha sido terrible, mi decisión de contar la verdad me ha traído unas consecuencias enormes. He sido víctima no solamente del matoneo mediático sino del matoneo penitenciario. Es un tema muy sensible y cuando uno toma la decisión de colaborar, resulta todo en contra de uno porque los tentáculos son muy fuertes.
 
¿Los tentáculos de quienes usted denunció?
Por supuesto, además porque fui el primero que me acerqué hace cinco años a las Fiscalía con esta decisión de vida. No solamente a decir ‘aquí estoy yo’, a servir de testigo, sino a entregar el acervo probatorio de cada una de las cosas que he dicho.
 
¿Cómo hace la gente para creerle si cuando estaba libre se le veía en palcos privados, en parrandas? Mucha gente decía: ahí está nuestra plata. ¿Usted qué les dice a esas personas?
Lo que puedo decir es simplemente que yo soy de la Costa Caribe. Tomé la decisión de colaborar y estaba en libertad. Y es cierto, yo asistía a eventos sociales a los cuales toda mi vida he asistido. ¿Por qué no le veía nada malo a eso? Porque no puedo renunciar, por ejemplo, a que me guste la música vallenata, lo llevo en mis venas, yo soy Caribe. No puedo renunciar a lo que yo soy, esa es mi esencia y eso no es un delito.
 
Le pongo un escenario: usted salía de la Fiscalía de hablar de Samuel e Iván Moreno, de toda la gente que hizo parte del carrusel, y terminaba en Cartagena en un palco de $20 millones. ¿Eso cómo lo puede entender la gente?
Todas esas son las cosas que por la desinformación son importantes precisar. Yo todavía no conozco un placo que cueste $20 millones; al palco más costoso que he asistido es a uno de $10 millones al que le caben 12 personas y yo pagaba lo que me correspondía, una entrada. Siempre he asistido a los eventos de música vallenata donde mis amigos hacen parte del espectáculo y muchas veces me daban cortesías. Ahora, ¿usted piensa que con $10 millones se va a subsanar el problema que se le generó a la ciudad? Eso tampoco tiene ninguna lógica. El punto es que miles de millones de pesos se pierden diariamente en Colombia. 
 
Usted le pide perdón a la ciudad pero, ¿cuándo sabremos cuánta plata le va a devolver?
En todo este proceso se han cometido injusticias y ya llegará el momento de aclararlas. Aquí se hizo un acuerdo no solamente con la Fiscalía sino con las víctimas también, es decir, con el Distrito. Se acordó que teníamos que responder por un incidente de reparación integral posterior a las sentencias condenatorias de cada uno de los que hicimos parte de esto (el carrusel). Y a eso me comprometí. Yo respondo 100% por lo que determine ese incidente de reparación integral.
 
¿Pero de cuánta plata estamos hablando?
Ese tema hay que saberlo estudiar, ni siquiera los jueces se han puesto a la tarea de analizar lo que pasó realmente. Primero hay que determinar dónde se perdió la plata.
 
¿Por qué la gente debería creer en el perdón suyo?
Lo que yo simplemente necesito es sanidad en mi alma, tranquilidad en mi corazón, porque no es solo que me perdonen, aquí el tema es toda la tragedia familiar que a mí me ha generado esta situación. Emilio Tapia hoy está asumiendo una responsabilidad.
 
¿Por qué tomó la decisión de acercarse a la Fiscalía?
Fue el compromiso que hice conmigo y con mi familia.
 
Pero, ¿en qué momento?
Cuando me convencí de que esto no estaba bien y de que yo tenía que tener tranquilidad. Estas negociaciones son la manera más expedita de que se sepa la verdad, se obtengan los resultados y se logre desarticular las empresas criminales. Me siento no correspondido, pero eso no significa que voy a dejar de colaborar.
 
¿No correspondido con qué? 
No me he sentido bien tratado. Yo fui el primero en acercarme a la Fiscalía con el acervo probatorio. Yo mismo ayudé a estructurar la acusación mía. Tomé la decisión acordada con la Fiscalía de allanarme a cargos y me asesoré con mis abogados, y vemos que el resultado es totalmente contrario a otras personas que no han tomado mis mismas decisiones y han llevado a más desgaste de la justicia.
 
Usted es la persona con la pena más alta hoy día del carrusel de la contratación: 17 años. ¿Se arrepiente de haber colaborado con la justicia?
Me arrepiento de no haber hecho esto antes, explicar lo que realmente pasó, porque es una ironía lo que usted acaba de mencionar. No es justo que la persona que desentraña todo lo que pasó, la primera que lleva pruebas, que parecía un funcionario más de la Fiscalía en toda la etapa de investigación, que más ha colaborado para que se sepa la verdad, un particular, no un funcionario, es la persona que hoy tiene la pena más alta. Todo tiene sus límites. Merezco por lo menos un mínimo de beneficio por mi colaboración eficaz, porque ha sido la número uno, y eso no se ha visto.
 
Hablemos de su colaboración. ¿Contra quiénes ha declarado y contra quienes ha sido un testigo eficaz?
Yo no quisiera entrar en la imprecisión de cuantificarlo, pero en más de 50 personas que tienen que ver con todo este entramado de corrupción.
 
¿Contra el alcalde Samuel Moreno y su hermano?
Claro, contra todas las personas que hicieron parte de esta empresa criminal. 
 
¿Qué porcentaje conocemos del carrusel de la contratación?
No vamos ni en la mitad de lo que pasó. Hay mucha gente de la que no se sabe nada, mucha que aún no está judicializada y muchos temas que no se han tocado. 
 
¿Cómo era el proyecto presidencial de Samuel Moreno?
Ese es un punto muy importante, era lo que yo quería hacer en la administración de Samuel Moreno que no se terminó haciendo. Yo trabajé tres años en tres proyectos de infraestructura de la ciudad y cinco de renovación urbana. Lo que queríamos era desarrollar unos proyectos (como) las autopistas urbanas, las concesionadas; y otros de renovación urbana que hoy día están en los planes de campaña de los actuales candidatos a la alcaldía de Bogotá. Esas ocho obras podían sumar $15 billones.
 
¿Y cuánto le correspondía?
Pues yo hubiera tenido una participación porque era en conjunto con quien aportaba la capacidad financiera, empresas extranjeras, nosotros actuábamos como empresa local. Por los precios, las utilidades iban a ser muy buenas.
 
¿O sea el carrusel quedó a medias?
No, iban a ser las verdaderas obras de infraestructura y cambio de la ciudad, donde el alcalde Moreno quería mostrar que era capaz de resolver el problema de movilidad de la ciudad y con ello tener más adelante una opción para llegar a la Presidencia.
 
Hablemos de Álvaro Cruz, el exgobernador de Cundinamarca que está ad portas de una imputación de cargos. ¿Usted qué ha contado de su participación en el carrusel?
El exgobernador Álvaro Cruz hace parte de la matriz de colaboración no solo mía sino de otras personas que están colaborando con la Fiscalía.
 
¿En concreto, qué nos puede adelantar de su colaboración con la justicia sobre el señor Álvaro Cruz?
Ya está en manos de la Fiscalía porque todos los interrogatorios ya se llevaron a cabo, y creo que ese es el ente competente para entrar a afirmar con todas las pruebas que tienen.
 
¿Le diría hoy al señor Álvaro Cruz que reconozca que hizo parte del carrusel?
(Le diría) que tome la decisión que yo tomé hace cinco años de decir la verdad, que Bogotá y el país la sepan porque tienen derecho a ella. 
 
jlaverde@elespectador.com
30 AGO 2015 - 7:59 PM