martes, febrero 12, 2013

Cifras+datos+confrontación+verificación+academia+periodismo


08 febrero 2013

13 sonoras cifras difíciles de creer

ANÁLISISA veces los colombianos son sorprendidos con datos que se vuelven noticia. Pero, ¿sí son verdad?

13 sonoras cifras difíciles de creer. .
SEMANA
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La ausencia de estadísticas, la falta de proyecciones y la distorsión de trascendentales números marcan el subdesarrollo del país.

Sin estas herramientas es difícil para cualquier gobernante, al margen de su ideología o de su propuesta política, cumplir sus propósitos. De ahí su importancia. 

En Colombia, sin embargo, a diario se dan impactantes datos que con el paso de los días se quedan en simple anécdota. ¿Por qué? ¿No son ciertos? 

Semana.com presenta 13 ejemplos, un número que a propósito es el que más poder le atribuyen los colombianos.


El presidente Juan Manuel Santos ya cumplió en el 64 por ciento sus promesas de campaña. Ni un punto más ni uno menos. El 64 por ciento de todo lo que prometió como candidato ya está ejecutado, según su propia voz. Así lo dijo y así se publicó. Sin una sola duda. “Lo que prometimos en la campaña, que además lo resumimos en una serie de documentos, y nos pusimos en la tarea, gracias a esa conversación que tuve con usted (en referencia a Bruce Mac Master, director de la Agencia de Prosperidad Social), de ver cuánto hemos cumplido y le confieso que salimos nosotros mismos sorprendidos del porcentaje de promesas que habíamos hecho para los cuatro años, que ya cumplimos; el 64 por ciento ya se ha cumplido”.



En menos de dos años, el gobierno de Santos sacó de la pobreza a 1.218.000 colombianos y a otros 674.000 los sacó de la indigencia. Un dato preciso en boca del propio jefe del Estado. ¿Dónde? ¿Quién? ¿De qué familia? ¿Cómo se llaman? No hubo mayor información, pero las dos cifras también fueron noticia de primera plana y están en la página oficial de la Presidencia de la República.



Quien gane más de más de 190.000 pesos al mes ya no clasifica como pobre, según determinación del Departamento Nacional de Planeación. Los expertos de esta entidad, algunos de ellos con varias maestrías y doctorados, concluyeron que si por ejemplo un colombiano gana 500 pesos más, 191.500, al mes, ya no es pobre. ¡Sin comentarios!



El himno de Colombia es el segundo más bello del mundo. Esta afirmación, que es hecha con orgullo especialmente en las escuelas y los colegios cuando los niños empiezan a aprenderse las notas de nuestro himno, precisa además que en calidad sólo es superado por La Marsellesa, de Francia.



El Himno de Colombia es el sexto más feo del mundo. En efecto, para The Telegraph, el sexto más ‘horrible’ de las 207 naciones que participaron en los Juegos Olímpicos. En tan deshonrosa lista sólo nos superan Corea del Norte, Uruguay, Grecia, España y Argelia. El rotativo británico incluso ironizó sobre una de las estrofas de nuestro himno: “La Virgen sus cabellos arranca en agonía y de su amor viuda los cuelga del ciprés”. La lista se hizo a propósito de las notas nacionales que se pusieron en la entrega de las medallas. En la nota, el periódico informó que este feo himno suena todos los días en las radioemisoras a las 6:00 de la mañana y a las 6:00 de la tarde.



“En seis meses acabo con las FARC”. Los colombianos llevaron a Álvaro Uribe Vélez a la Presidencia por primera vez en el año 2002 convencidos de que era el hombre que podía cumplir un reto al que le fijó una cifra exacta, una y otra vez, durante la campaña: “Es seis meses acabo con esos bandidos de las FARC”. En total gobernó ocho años continuos.



“Ni uno solo”. Dijeron con precisión los voceros de las FARC en el inicio de las conversaciones de paz cuando se les preguntó si tenían secuestrados. ¡Sin comentarios! Hasta ahora tampoco ha reconocido el despojo de una sola hectárea de tierra ni que ellos en 50 años de estar alzados en armas hayan causado una sola, al menos una sola, víctima por la que tengan que pedir perdón.



Colombia es la quinta mejor selección de fútbol del Mundo. La fuente de esta cifra es la mismísima FIFA, que considera que en este momento en el planeta sólo hay cuatro equipos mejores que nosotros, que en su orden son: España, Alemania, Argentina e Italia (todos ellos con mínimo una Copa del Mundo en sus vitrinas).



Colombia es el número 1 en felicidad. No hay habitantes más alegres en el planeta que los colombianos. No lo decimos nosotros, sino el Barómetro Global de Felicidad y Esperanza de Gallup Internacional. Este escaño lo ganamos, según Gallup, con bastante frecuencia.



Ni una sola mata de coca en el departamento de Putumayo. Ese fue el pronóstico que hizo el entonces superministro del Interior y de Justicia, Fernando Londoño, al anunciar que la política contra los narcocultivos iba tan bien, que al finalizar el 2005 retaba a cualquier colombiano a que fuera capaz de encontrar una sola mata de coca en ese departamento.



Colombia es el país del mundo donde más universitarios consumen marihuana. Otro titular que se leyó en varias ocasiones en las más influyentes emisoras del país, que citaban como fuente un estudio realizado por la Unión Europea y la Comunidad Andina de Naciones.



“Uno de cada tres universitarios consume drogas” es textual el titular de algunos de los más importantes periódicos del país, que está relacionado con el anterior punto. ¿Es así? En Colombia hay 1.954.0000 alumnos en instituciones de Educación Superior, según la cifra del Ministerio de Educación. ¿Quiere decir que 651.000 jóvenes consumen marihuana, cocaína, hongos, LSD, entre otras sustancias?




en http://www.semana.com//nacion/articulo/13-sonoras-cifras-dificiles-creer/332393-3

lunes, enero 28, 2013

Poder+Sociopatía+Manipulación+inteligencia egoista


“A Uribe se le ve angustiado”: Daniel Gutiérrez, psiquiatra


Por JORGE GÓMEZ PINILLA

Al médico y psiquiatra Daniel Gutiérrez lo vimos el miércoles 23 de enero en Caracol TV, hablando con propiedad sobre cómo identificar el perfil de un abusador de menores. De inmediato nos hizo pensar en los abusos de poder que cometen algunos gobernantes, y nos despertó el interés de entrevistarlo, tanto sobre ese tema como sobre la salud mental de los colombianos.

Lo que no sabíamos era que tuviera tan clara su visión de la política desde una perspectiva psiquiátrica, y ello hizo aún más interesante esta entrevista, que compartimos con los lectores de Ola Política.

Daniel Gutiérrez es doctor en Medicina y Cirugía de la Universidad Javeriana, y especialista en psiquiatría de esa misma universidad. Fue jefe del departamento de Psiquiatría del Instituto Nacional de Cancerología durante varios lustros, y desde hace más de 20 años dirige el Centro Integral de Atención en Salud Mental, que presta atención a toda clase de público.

OLA POLITICA: ¿Es posible desde un punto de vista psiquiátrico determinar el estado de salud mental de los colombianos?
DANIEL GUTIÉRREZ: Su pregunta remite a un tema de psicología social y psiquiatría cultural. Los colombianos a pesar de la violencia, la inseguridad, la parapolítica y la mala salud (a nivel hospitalario, de consulta y de prevención) han sido resistentes a todos estos embates. Entonces, a pesar del maltrato, Colombia es un país sano. Acaban de decir incluso que somos el país más feliz del mundo, según una encuesta. Ahora bien, yo creo que esto es más el deseo que la realidad de los colombianos. Porque lo cierto es que somos un país cansado, sin optimismo, frustrado; un país donde no tenemos líderes serios, que nos permitan seguir sus valores y generar de verdad una actitud de confianza y seguridad en el país.

OP: ¿En lo referente a jefes de Estado, conoce usted casos de gobernantes cuyo manejo o usufructo del poder los haya desequilibrado mentalmente?
DG: Bueno, está el caso del presidente Abdalá Bucaram en Ecuador, que tenía un trastorno bipolar y el Congreso de ese país lo destituyó, no por falta de capacidad política sino por insania mental. Y está el señor Hugo Chávez, que sufre de un trastorno delirante paranoide bastante marcado.

OP: ¿En qué se basa para decir que Chávez presenta ese trastorno delirante paranoide?
DG: Chávez siempre se ha sentido perseguido por los Estados Unidos y cree que lo quieren matar. De pronto sus razones tiene, pero él ha llegado a tal grado de despersonalización que se cree la reencarnación de Simón Bolívar. Esto hace que dentro de él se muevan ideas de megalomanía, de desmedida grandeza. Chávez no confía ni en sus propios médicos, y por eso se va a que lo traten a Cuba. Hugo Chávez es entonces una persona bastante enferma, no sólo en lo somático, sino también con trastornos paranoides que se remontan hasta 1830, cuando sugiere que Simón Bolívar fue envenenado y para demostrarlo saca su cadáver y le hace una exhumación, y después de esto muestra una foto de quien supuestamente era Bolívar, donde aparecen combinados los rasgos del Libertador con los suyos propios.  En síntesis, es un caso totalmente paranoide.

OP: Usted menciona dos casos, Bucaram en Ecuador y Chávez en Venezuela. En Colombia, ¿sabe de algún gobernante que también presente o haya presentado una condición mental inestable?
DG: En el manejo del poder se presentan conductas sociopáticas o manipuladoras, que ponen la inteligencia al servicio del egoísmo. Pero así loquitos, lo que se dice loquitos, no podría mencionar ninguno.

OP: Desde una óptica psiquiátrica, ¿qué apreciaciones puede hacer sobre los temperamentos de dos gobernantes en apariencia tan disímiles como Hugo Chávez y Álvaro Uribe?
DG: La diferencia entre los dos no es mucha, con las debidas proporciones. El señor Uribe es un hombre bastante narcisista, egocéntrico, megalómano y resentido. Pretende utilizar el poder y a la gente que lo rodea, según se vio en su gobierno, para sus fines personales. Él  gobernó al país, en lo doméstico y en lo internacional, como si fuera El Ubérrimo. Fue así como no tuvo ningún reato en traspasar una frontera, en invadir a otro país. Y sigue convencido de que si no es él el que va a redimir a Colombia, nadie lo va a hacer. En coincidencia con Chávez, Uribe tiene también un delirio paranoide, lo que se conoce como delirio mesiánico reivindicativo.

OP: Eso en cristiano, ¿qué significa?
DG: Significa que tiene una mente totalmente narcisista y egocéntrica.

OP: ¿Una personalidad como la que usted describe en Uribe, puede influir en su forma de gobernar?
DG: En sus primeros cuatro años de gobierno, durante su primer periodo, a Uribe le fue muy bien.  Yo lo escuché en la fraternidad masónica número 8, y en ese momento las encuestas le daban algo así como el 0,01 por ciento de los votos. Allá nos convenció a todos los presentes con un discurso de lucha, de dignidad, de respeto, de energía, así que decidimos votar por él. Y luego vino su primer periodo presidencial, durante el cual no fueron evidentes los desmanes del segundo periodo. Al señor Uribe se le olvidó que el poder como todo en la vida es transitorio, que nada es eterno, y se quiso mantener para un segundo y un tercer periodo, y vinieron los desbarajustes. ¿Cómo es posible que haya respaldado y ascendido a general a Mauricio Santoyo, al que según dice no escogió, pero sí lo mantuvo varios años en la Casa de Nariño, sabiendo que el tipo había sido denunciado como colaborador de grupos criminales en Medellín? Y en el camino dejó encartados a los doctores Diego Palacio y Sabas Pretelt con lo de la Yidispolítica, y a su secretario general Bernardo Moreno con lo de las ‘chuzadas’ del DAS, y a Mario Aranguren con lo de la UIAF. Es increíble la cantidad de alfiles suyos que se han quemado o han ido a parar a la cárcel, mientras que él, en su bastión, permanece libre y tranquilo.

OP: Esos “quemados” que usted menciona, no será que en ese estado psicológico, recluidos en una cárcel o presionados por la justicia, ¿pudieran llegar a traicionar a su jefe?
DG: Yo no diría que traicionar, sino dejar en evidencia que a ellos les tocó hacer lo que les mandaba el jefe. Porque, quién manda: ¿el secretario o el presidente? Quién manda: ¿la directora del DAS o el presidente? Quién manda: ¿Pretelt, Palacio, Aranguren o el presidente? El que mandaba era el presidente, así que ellos tendrían que poner eso en evidencia. Otro aspecto psicológico a considerar es el miedo: la gente le tiene miedo a Uribe.  No sé sé quién será el representante de la Comisión de Acusación que actúa como el juez natural del Presidente, pero yo creo que en parte le tiene miedo a Uribe. Puede existir temor, y no sin razón, por aquello del ‘todo vale’.

OP: Y a usted, con esto que está diciendo… ¿no le da miedo?
DG: Yo estuve revisando lo que pasó con los periodistas de Cambio, que se quedaron sin su revista, y compruebo que lo que digo no es nada nuevo. Y claro, me da miedo. Pero no soy periodista, no soy político, y mi pensamiento no es político. Yo hablo como un ciudadano común y corriente. Ahora, desde el punto de vista psiquiátrico, no puedo decir que el señor Uribe sea un enfermo. No es mi paciente, y no estaría interesado en tenerlo entre mi distinguida clientela. Pero en mi condición de ciudadano me abriga el derecho a tener mis creencias, y como psiquiatra tengo una ventaja: no trabajo para el Estado, así que no me pueden despedir de ninguna parte. No me voy a quedar sin puestos públicos, no soy candidato a nada, no pertenezco a La U, y no comulgo con el Puro Centro Democrático.

OP: Por último: en su condición de psiquiatra, ¿qué le recomendaría usted al expresidente Uribe?
DG: Al señor Uribe se le ve ansioso, se le ve irritable, se le ve angustiado, y esas goticas de valeriana que toma no le han servido mucho. No es para menos, porque de todas partes lo están bombardeando, y tiene que estar todos los días repeliendo ataques, defendiendo a la gente que involucró en problemas jurídicos, y eso tiene que generar un estado de ansiedad y tensión. Como las goticas no le están funcionando, debería tomar algún sedante o ansiolítico que le permita disminuir la angustia y apreciar su entorno con más serenidad.

martes, enero 15, 2013

Ciencia y Romanticismo


HISTORIA DE LA CIENCIA

La era de los prodigios

La ciencia británica del Romanticismo preparó al mundo para la revolución que estallaría en la segunda mitad del siglo XIX. Un paseo por uno de los periodos más fecundos en la historia de los descubrimientos

Miguel A. Delgado - 10/10/2012
La era de los prodigios'Newton' (1795), de William Blake.
John Keats nunca perdonó a Newton que descompusiera la luz del Sol con un prisma y, como relata Richard Dawkins en su clásico "Destejiendo el arcoíris" (Tusquets Fábula, 2012), le arrebatara cualquier profundidad o significado espiritual. Más o menos por los mismos años, William Blake trabajaba en su impactante "Newton" (1795-1805), una obra en la que el científico inglés aparece como un gigante inquietante que encarna el racionalismo que asfixiará cualquier afán del humano por trascender. Y, sin embargo, simultáneamente, lord Byron cantaba sobre la pluralidad de mundos teorizada por William Herschel, mientras que un anciano Coleridge acudía entusiasmado a las primeras reuniones de la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia.
¿Qué había pasado para que un ámbito en teoría tan alejado de lo científico como el de la poesía británica romántica se empapara de una polémica que sigue reapareciendo de manera habitual en la prensa, especialmente cuando se toca algún avance determinante que otorga un plus de comprensión a lo que nos rodea? Pues, como cuenta el experto en esa época Richard Holmes en el apasionante volumen "La edad de los prodigios. Terror y belleza en la ciencia del Romanticismo" (Turner Noema, 2012), la irrupción de uno de los períodos más fecundos en la historia de los descubrimientos, no solo por su importancia intrínseca, sino también por lo que supuso de inicio de un cambio de paradigma que, en cierta manera, preparó al mundo para la verdadera revolución que estallaría a partir de la segunda mitad del siglo XIX.
Para Holmes, la figura vertebradora de este cambio es la de Joseph Banks (1743-1820), un rico botánico que acompañó a Cook en su primer viaje a bordo del "Endeavour" (1768-71) y que, entre otros destinos, se detuvo en Tahití con el fin de observar el tránsito de Venus. Aquella experiencia fue crucial para Banks, que la pasó en una especie de zona fronteriza entre los acuartelados británicos, comandados por un Cook que deseaba evitar la excesiva confraternización, y unos nativos con los que no tuvo problema en compartir sus liberalísimas costumbres. Tal fue el impacto que, de hecho, a la vuelta de la expedición, Tahití se convirtió en una especie de metáfora en la Tierra de los buenos salvajes preconizados por Rousseau, y lo tahitiano se transformó en una moda que recorrió los salones de las cortes europeas.
Sed de conocimiento
Pero, sobre todo, de aquella experiencia -aparte de un impresionante bagaje de descubrimientos botánicos que fue alabado por el mismísimo Linneo-, Banks se trajo de vuelta una profunda sed de conocimiento y descubrimiento. Sin embargo, pronto su salud le impidió participar en más expediciones, y todo su ímpetu tuvo que buscar otros caminos para expresarse. Convertido en uno de los consejeros de cabecera de Jorge III, el futuro rey loco, consiguió acceder a la presidencia de la Royal Society en 1768, un cargo que ocuparía durante 42 años, hasta su muerte.
Desde esa atalaya privilegiada, Banks puso en marcha todos sus sensores para descubrir y apoyar a los jóvenes que fueran prometedores en cualquiera de los campos en los que trabajaban. En esos años, Reino Unido se estaba convirtiendo en un Imperio, y la ciencia debía contribuir, como cualquier otro ámbito del reino, a su grandeza, lo que redundó en un decidido apoyo a las expediciones científicas que se convirtieron en tradición y prepararon la decisiva del "Beagle" que llevaría a Charles Darwin a las Galápagos en 1835. Además, el estallido de la Revolución Francesa y las posteriores guerras napoleónicas trajeron consigo una rivalidad en el progreso científico que nada tendría que envidiar a la de los soviéticos y los estadounidenses en el siglo XX.
Así, Banks cobijó y promocionó bajo su ala a desconocidos, e incluso excéntricos, científicos a los que su olfato reconoció como poseedores de un gran potencial. De esta forma, cuando le comenzaron a llegar los informes de que un inmigrante alemán de Bath, un tal William Herschel, que se ganaba la vida con composiciones y clases de música clásica, había desarrollado un nuevo tipo de telescopio con el que, afirmaba, podía descubrir nuevas estrellas y demostrar que la Luna estaba habitada, no dudó en conseguirle la protección real para que pudiera dedicarse de lleno a su trabajo.
El resultado aún está escrito con letras de oro en la historia de la ciencia. Herschel, con la ayuda de su hermana Caroline, un fascinante personaje que sería definido como la "pequeña cazadora de cometas" por los numerosos que llegó a catalogar, no solo descubrió Urano en 1781, sino que también empezó a desplegar un universo lleno de nebulosas y galaxias, en constante evolución y transformación, sin que fuera detectable una presencia divina ni, mucho menos, una posición privilegiada para la Humanidad. La obra de Herschel tuvo un profundísimo impacto en la época, y sobre todo sorprende por la forma en la que, armado con su arsenal de telescopios, con la estrella del gran tubo de doce metros al frente, llegó a entrever lo que la ciencia astronómica aún tardaría dos siglos en demostrar fehacientemente.
Junto a Herschel, Banks protegió a Humphry Davy, un atrevido químico que, hacia 1800, se sumía en arriesgados experimentos con gases como el óxido nitroso, o gas de la risa, que llegaba a inhalar personalmente, y a hacer inhalar a otros voluntarios, en un procedimiento que, como cuenta Michael Brooks en "Radicales libres" (Ariel, 2012), tendría una problemática homologación en nuestros días. Promovido por Banks a la Royal Society, donde ingresó en 1803, pronto demostró un enorme interés por el camino abierto por los avances sobre la electricidad del italiano Alessandro Volta, y utilizó la pila descubierta por éste para poner en marcha una nueva disciplina científica, la electroquímica. Entre otros muchos avances, además, descubrió en 1815 una lámpara de seguridad que ahorró muchas vidas entre los mineros de todo el mundo, y tuvo como ayudante a un joven llamado Michael Faraday. En 1820, sucedió a Banks al frente de la Royal Society.
Ciencia y sociedad
Son los ejemplos más señeros, pero desde luego no los únicos. Banks promocionó una gran variedad de aventuras científicas, como las expediciones de Mungo Park a África, las de William Parry al Ártico -que llegó a poner el nombre de Banks a una de las islas más grandes de la región-, los primeros aeronautas británicos y la labor del joven matemático Charles Babbage, que nunca llegaría a terminar una máquina de calcular plenamente operativa y que funcionaría mediante tarjetas perforadas.
Pero quizás su herencia más trascendente no fue esta, sino la de insertar la ciencia en el centro de la vida social de la época. Por primera vez, en los salones se discutía, incluso acaloradamente, sobre los nuevos hallazgos científicos y tecnológicos, y las conferencias de muchos de los mencionados tenían un éxito de público comparable al de una estrella de música de nuestros días. Incluso, el arduo debate sobre la existencia o no de un fluido vital, despertado por los impactantes experimentos de Galvani, llevó a cuestionarse si el hombre no estaba adentrándose excesivamente en terrenos reservados a Dios. Fruto de aquel temor fue la obra "Frankenstein o el moderno Prometeo" (1818), de Mary Shelley, que fijaría el aún recurrente temor a que la Humanidad fuese castigada por su soberbia al usurpar potestades divinas.
La ciencia se convirtió en un asunto de orgullo nacional, aunque Banks se preocupó en todo momento de mantener abierta la comunicación con el resto de Europa, hasta el punto de que, incluso en medio de una escalada bélica, era posible que un científico británico fuese recibido por Napoleón en una audiencia personal. Por supuesto, tuvo también otras consecuencias, como preparar la conciencia colectiva para el advenimiento del giro copernicano que supondría la irrupción del darwinismo. Pero quizá la lección más importante, desde la España de nuestros días, fue la visión banksiana de que ningún país podía aspirar a ser verdaderamente grande sin un liderazgo científico.
Junto a los barcos y los ejércitos, la hegemonía se comenzó a jugar en los laboratorios y las cátedras, y ni siquiera la rebelión posterior de los más jóvenes, que echaron en cara a la Royal Society su anquilosamiento y fundaron en su lugar la Asociación Británica para el Avance de la Ciencia (1831), mucho más abierta, puede empañar ese impresionante legado del hombre que hizo posible que siguiéramos destejiendo el arcoíris.

miércoles, septiembre 12, 2012

Negociadora de las Farc es la viuda de 'Tirofijo'


Fue su compañera sentimental por 15 años

Negociadora de las Farc es la viuda de 'Tirofijo'

Por: Gloria Castrillón / Enviada Especial El Espectador- Cromos, La Habana (Cuba) /

Manejaba la seguridad y el cuidado personal del jefe guerrillero. Esta semana, en Cuba, se convirtió en la única mujer a la que la guerrilla ha sentado en una mesa de negociación.

Sandra y ‘Marulanda’ durante los diálogos del Caguán, con su mascota, un lobo siberiano llamado ‘Bonie’.  / Gloria CastrillónSandra y ‘Marulanda’ durante los diálogos del Caguán, con su mascota, un lobo siberiano llamado ‘Bonie’. / Gloria Castrillón
“Murió de un infarto cardíaco, en brazos de su compañera”. Con estas palabras, el hoy jefe máximo de las Farc, Timoleón Jiménez, confirmó al mundo la muerte del fundador y líder histórico de esta guerrilla, Manuel Marulanda Vélez, en un comunicado que leyó el 25 de mayo de 2008. Semejante alusión no era sólo un giro retórico para darle un toque de humanidad y romanticismo a la figura del insurgente más feroz, el más buscado, el más combatido por el Estado durante más de medio siglo. Era también la forma de hacerle un homenaje a Sandra, la mujer que cuidó del anciano durante más de 15 años de su vida en el monte.
Aunque la figura de Sandra salió a relucir durante los diálogos que adelantó el gobierno de Andrés Pastrana en la zona de despeje del Caguán, nunca fue protagonista de las negociaciones. Se la veía siempre al lado del jefe guerrillero, que ya se había convertido en mito por cuenta de las muchas veces que el Estado anunció su muerte en combate. Era ella la que conducía la camioneta 4x4 en la que Marulanda llegaba de repente a la sede de los diálogos, era ella la que tomaba atenta nota de las reuniones y asuntos pendientes. Era ella la última puerta infranqueable, después de la fuerte escolta, para acceder al jefe de la guerrilla más antigua del continente. Era casi su sombra.
Ya en la intimidad, Sandra era más que su asistente. Se convirtió en la única persona que pasaba a su lado las 24 horas del día: lo acompañaba hasta la puerta del baño, le administraba las medicinas para la hipertensión y otras dolencias propias de la edad, se encargaba de su vestimenta, que iba desde una sencilla pinta de paisano — camisa, pantalón y botas pantaneras—, hasta el camuflado y las botas militares de cuero cuando la ocasión ameritaba el traje de fatiga. Le supervisaba la dieta, baja en sal y carbohidratos y abundante en frutas y verduras.
Pero tal vez el rasgo más importante de las funciones que cumplía Sandra como compañera sentimental de Marulanda era la seguridad. Sólo ella conocía el sitio donde acampaba cada noche quien fue por años el hombre más buscado del país. Los demás miembros de la pequeña escolta acogían la decisión que ella tomara, mientras los demás anillos de seguridad se encargaban de resguardar un área general.
Sandra no descuidó este asunto ni siquiera cuando estuvieron en los 42.000 kilómetros cuadrados que el Estado les cedió a las Farc para negociar. Ningún miembro del secretariado conocía la ubicación exacta del campamento. Cada noche cambiaban de refugio y ni el Mono Jojoy ni Joaquín Gómez, jefes de los bloques Oriental y Sur, que prestaban cientos de hombres para los anillos de seguridad de su jefe, conocían la decisión de la mujer.
De ella no se supo mucho. Era reservada, casi misteriosa, sabía guardar prudente distancia sin perder de vista cualquier necesidad de su compañero. Sorprendió la diferencia de edad (posiblemente él la doblaba en años) y la enorme dedicación que ella le prodigaba: le cortaba las uñas y el pelo, le leía libros, correspondencia y documentos, veía películas para comentárselas, estaba actualizada para asegurarse de que él también lo estuviera.
Una de las sorpresas que se llevaron los delegados del presidente Pastrana (incluso el mismo mandatario) durante los primeros encuentros con Manuel Marulanda, fue precisamente que Sandra tomara las fotografías de los momentos más importantes de aquellos contactos preliminares y que guardara con celo los documentos que él debía revisar.
Uno de los momentos que quedó registrado para la prensa y que le dio la vuelta al mundo fue cuando Sandra, vestida como Tirofijo, con impecable uniforme camuflado, se desprendió por un instante de su esposo para cobijar al presidente Andrés Pastrana con un plástico y protegerlo de la lluvia. Era el 8 de febrero de 2001 y el mandatario había ido aSan Vicente del Caguán a tratar de salvar el proceso de paz de una de sus infaltables crisis.
No hay duda de que ella conocía como nadie los secretos del octogenario guerrillero, porque además le manejaba el radio de comunicaciones, le contestaba la correspondencia y estuvo a su lado durante los momentos cruciales de los diálogos de paz. No sorprende verla como protagonista de este nuevo intento, ahora con el gobierno Santos.
Sentarla en la mesa de negociaciones durante esta primera etapa es un homenaje al mito fundador de una guerrilla campesina que sigue venerando la figura del comandante que cursó pocos años de escuela pero puso en jaque la seguridad de los 17 presidentes que lo combatieron sin éxito. Incluso se cree que más allá de darle representación a las mujeres insurgentes, se trata de darle voz y voto a la persona que conoció como nadie a su líder y que seguramente llevará sus puntos de vista a la mesa de diálogos.
Los organismos de seguridad del Estado nunca tuvieron mayor información de Sandra. No estaba reseñada en informes de inteligencia ni tenía proceso penal en contra. Tras la muerte de Marulanda no se tuvo noticia de su paradero y sólo ahora, al verla de civil, ofreciendo una rueda de prensa al lado de curtidos hombres de la diplomacia de las Farc, vuelve a ser noticia.