viernes, mayo 29, 2020

Viaje al mundo de la cocaína


ENTREVISTA

Viaje al mundo de la cocaína: la mirada a través de un kilo

El periodista británico-estadounidense Toby Muse presenta en su último libro una radiografía desde el interior de las redes de tráfico de cocaína en Colombia que muestra por qué la lucha contra las drogas ha sido una batalla perdida.

Un policía se prepara para la erradicación de cultivos de coca en el sur de Colombia. / Cortesía periodista Toby Muse (en el recuadro)
El seguimiento paso a paso de la cadena productiva del narcotráfico, desde el cultivo mismo en las selvas colombianas hasta su comercialización en las calles del mundo, le dejó claro a Toby Muse que, contrario a lo que muchos creen, la época dorada de la cocaína en Colombia no fue la de los grandes carteles de los años 80. Es esta, la que se vive ahora. La certeza la tiene después de vivir 20 años en el país, de recorrerlo como reportero, de escribir sobre sus males y virtudes y de ser testigo de cómo la lucha contra las drogas en Colombia terminó siendo un fracaso de metas y cifras que se repiten cíclicamente sin que en dos décadas se haya solucionado nada. Se trata de un fenómeno de afectación mundial, es cierto, pero como bien lo dice este periodista británico-estadounidense, la mayoría de los muertos los sigue poniendo Colombia. (Recomendamos: ¿Por qué Colombia respaldó peración antimafia contra Venezuela?).
Muse llegó al país en el 2000 y como corresponsal para medios como The New York TimesThe Guardian, BBC y CNN, recorrió el territorio de cabo a rabo tratando de darle rostro a un contexto de conflicto armado que para los extranjeros es difícil de entender e imaginar. Caminando las trochas y hablando con la gente fue que empezó a comprender como el narcotráfico ha sido, a pesar de todo, el común denominador de esas historias marcadas por la guerra. “Mucha gente tiene en su mente la imagen de que la época dorada del narcotráfico fue la de Pablo Escobar. No, para nada. La época dorada la estamos viviendo hoy en día. Ahora hay más cocaína que nunca”, sostiene.
Por eso se dio a la tarea de mostrar en un libro, a través de personajes cuyas vidas transcurren en el mismo hilo conductor de la cadena del narcotráfico, los detalles de un mundo que se sostiene sobre la miseria y pobreza de los campesinos colombianos. Cocaleros, raspachines, sicarios, brujas, prostitutas y narcotraficantes, hacen parte de la construcción narrativa que a lo largo de más de 300 páginas, y a través del seguimiento de un kilo de cocaína, navega el escenario del narcotráfico en el siglo XXI. Al final del recorrido queda en el aire una pregunta certera: ¿Está Colombia condenada a seguir produciendo cocaína?
El libro hace el seguimiento a un kilo de cocaína comenzando desde los cultivos de coca en las selvas colombianas. ¿Qué le quedó del trabajo de campo en esas zonas de Colombia?
Estando en terreno uno se da cuenta de que nadie se está volviendo rico con esto, los campesinos cocaleros solo están sobreviviendo. Es cierto que ya no hay plata en la coca como antes, pero es el único ingreso que está garantizado. Por ejemplo, una familia le apuesta al cultivo de piña. ¿Quién va a transportar una tonelada de piña durante horas por moto, camión o barco? ¿Cuánto cuesta eso? Y digamos que se puede. Luego llegan al mercado y les dicen que ni siquiera va a haber ganancias y que hay que bajar el precio. Es imposible. La coca es lo único seguro. Para mí fue una sorpresa encontrar a tantos campesinos que no quieren cultivar más coca, pero que no ven ninguna alternativa. A eso hay que sumarle el tema de los precios. En 2018, cuando yo estaba investigando, llevaban 15 años sin subirle al precio de la base de coca, estaban recibiendo 1,4 millones por un kilo, lo mismo que pagaban en 2005 en lugares como Tumaco o Llorente, en Nariño. Todos los gastos del campesino han subido, pero reciben lo mismo porque no es un mercado libre y se tienen que acomodar al comprador que son los grupos ilegales que operan en la zona e imponen los precios.
Con ese escenario como telón de fondo, ¿por qué cree que no ha sido tan contundente el programa de sustitución de cultivos ilícitos?
La sustitución fracasó. Yo fui al plan piloto del programa que fue en Briceño, Antioquia. Hablé con las personas y había un ambiente de optimismo y los campesinos se sentían orgullosos porque su caso iba a ser un ejemplo para el país. Volví dos años después, en 2018, y el panorama era otro, muy distinto, estaban decepcionados porque no habían recibido los pagos prometidos por el Gobierno, aun cuando ellos habían arrancado voluntariamente la coca. No hubo cumplimiento y esa es la tragedia de todo este proceso de paz. Por eso ya tenemos más coca que nunca.
¿Cómo vio reflejado ese incumplimiento en la dinámica del negocio de la coca?
Yo llevo 15 años viajando al norte del Cauca, a municipios como Toribío y Tacueyó en los que nunca se había reportado presencia del Eln y ahora son ellos los que mandan. Las fuerzas cambiaron en las regiones en medio del incumplimiento y el abandono estatal. Cuando miramos el año 2016, mucha de la coca en Colombia estaba en territorios controlados por las Farc y el acuerdo de paz firmado con el Gobierno señalaba que la guerrilla dejaba las armas y el Estado, por primera vez en la historia, tenía que llegar a cada rincón del país para imponer un mínimo de ley y orden. Pero el Gobierno simplemente no pudo. Ese era el sueño, que algo de educación y de salud llegara a las regiones. Eso no pasó y lo que se encuentra uno son historias de cocaleros que construyeron su propia escuela poniendo un peaje en una trocha y que duraron tres años recogiendo plata para construirla. El Gobierno no hizo nada, ni el nacional ni el local. ¿Y cómo se pagaba el peaje?, con coca. ¿Qué tan viable es un país en el que la coca financia la construcción de una escuela? Es gente que está en el abandono total y después el Gobierno y la Policía los criminaliza porque siembran coca.
¿Y en términos de seguridad?
Como el Estado no llega, sí han llegado otros nuevos grupos, muchísimos, que se están peleando el control. En el Catatumbo, por ejemplo, hay Epl, Eln, disidencia, Clan del golfo y se habla de hasta carteles mexicanos, que si bien no creo que estén llegando como una gran fuerza a controlar el territorio, sí están trabajando como socios con grupos locales. El caos es total. Y en esto hay un tema que es tanto triste como interesante. En el Catatumbo muchos campesinos hablan de Megateo, quien mandó en la zona durante muchos años hasta que murió en 2015, con un poco de nostalgia porque cuando él estaba era el único que ejercía control y había más orden en el negocio. A los campesinos les preocupa cuando hay más que un patrón o un grupo armado en la zona porque eso significa guerra. Además se trata de una región con una frontera muy caliente y con muchos problemas. Allá, casi el 100 % de los raspachines son venezolanos. Conté la historia de las mujeres que trabajan como prostitutas y casi todas son también venezolanas. Mientras estábamos en los campos, mirando los cultivos de coca, todos los días pasaban nuevos grupos de venezolanos caminando a Colombia en busca de un nuevo futuro. Y en medio de todo esto, lo que me sorprende entre tanta miseria y el mal manejo de Venezuela, es que allá no hay cultivos de coca, todas las matas están del lado colombiano.
Después del cultivo y la producción, el siguiente eslabón dentro de esa vida del kilo de coca es el de los narcotraficantes, ¿qué encontró entrando en ese mundo?
La siguiente parte del libro se trata de los criminales, la gente que se dedica a esto. A través de un sicario mostramos el ecosistema de la cocaína y ese mundo. Fue una experiencia con muchas sorpresas, todo se mueve alrededor de la idea de “hacemos toda la plata hoy porque mañana no sabemos” o “hay que gastar todo hoy porque siempre podemos hacer una vuelta mañana”. Es un mundo oscuro, de sexo, codicia y muerte. Pero también quise mostrar las excentricidades de estas personas, como por ejemplo el sicario que reza antes de hacer un trabajo, el narco que tiene su propia bruja.
Uno de los personajes del libro es precisamente un narcotraficante a través del cual usted intenta contar la forma en que se mueve el negocio desde adentro. ¿Cómo ve esa figura del narco en la actualidad?
Ellos han aprendido que deben llevar un bajo perfil. Yo creo que los narcos hace mínimo 15 años aprendieron la lección: si su cara sale en la portada de El Espectador, no es nada bueno y ya la CIA, la Policía y el Ejército estarán encima de ellos. Por eso ahora hay un nuevo término y es el de los famosos invisibles, trabajan desde las sombras. El último de la vieja guardia, diría yo, es Otoniel, jefe del Clan del Golfo. Los otros traficantes ya quieren presentar una imagen de empresarios, ejecutivos e invisibles. Hay otro dato curioso sobre eso; el narcotraficante con quien yo hablé me dijo que le hacía falta más orden al mundo de la cocaína y que con tantos traficantes todo se ha vuelto medio caótico. Si miramos el caso de Medellín, por ejemplo, después de Don Berna no ha habido un solo rey, nadie está totalmente al mando. Eso genera confusión y caos y la cocaína siempre busca el orden, todo el mundo necesita saber cuál es su lugar.
¿Cómo se vive esa cultura actualmente en los barrios y comunas de Medellín?
Ha cambiado muchísimo. Una de las razones por las que quise hacer un libro es porque existe siempre la historia oficial y la no oficial. Si uno sube a las comunas más pobres, uno conoce hombres y mujeres que no ven ningún futuro y siempre buscan lo mismo, ser alguien en la vida. Es gente que no tiene oportunidades para salir adelante, porque en muchas zonas de Colombia quien nace pobre muere pobre. Y eso no debe ser así. En estas zonas del país los muchachos no ven ningún futuro distinto al de ser parte de un combo. Es muy triste que esta opción exista para ellos.
Luego del proceso que representa el tráfico de droga, el destino del kilo es el consumidor que compra el producto en una calle cualquiera del mundo. ¿Qué pasa con ese último eslabón de la cadena?
Durante muchos años haciendo entrevistas con distintas personas y autoridades en Colombia o Estados Unidos y hablando sobre la lucha contra las drogas, me pasaba lo mismo: apagaba la grabadora y me decían “obviamente no estamos ganando la guerra, obviamente no la podemos ganar”. Por eso también quise escribir este libro, si ese es el caso entonces todos debemos estar pendientes y buscar una solución, porque cada día que sigue más personas mueren en esta guerra contra la cocaína. Mucho más en Colombia, que siempre ha sufrido en mayor medida. El mismo expresidente Juan Manuel Santos intentó varias veces, estando aún en la Presidencia, empezar una conversación global hablando de eso, pero fue vergonzosa la reacción del mundo porque nadie dijo nada, todos tenían demasiado miedo y entonces estamos condenados a seguir con la misma guerra.
En ese caso, ¿le ha fallado el mundo a Colombia?
Colombia debe hacer preguntas muy serias a Inglaterra, a Estados Unidos, a Europa, sobre qué están haciendo desde ese lado para acabar con la demanda, porque no están haciendo nada. Yo vivo en Washington y tengo muchos amigos en Londres y me dicen que allá hay más cocaína que nunca. La cocaína ha llegado con una fuerza impresionante después de algunos años de bajo consumo y los gobiernos, acá en Estados Unidos, hacen charlas en las escuelas y ya. Eso es lo más importante de todo esto, sin una reducción de la demanda, Colombia está condenada a seguir produciendo cocaína.

jueves, mayo 28, 2020

"Sobre el camarada Khrushchev N.S." (1964)

Una reciente encuesta en Rusia, dice que la mejor etapa de la URSS para los consultados es el periodo de Jruschov, Nikita Sergeevich ... es un personaje que vale la pena conocer: 

recomiendo buscar textos en diversas fuentes e IDIOMAS, ejemplo en  https://ru.wikipedia.org/ ...Хрущёв, Никита Сергеевич 



Resolución del Pleno del Comité Central del PCUS

PLENO DEL COMITÉ CENTRAL DEL PCUS

DECRETO
14 de octubre de 1964

SOBRE EL CAMARADA KHRUSHCHEV N.S.

Reconozca que, como resultado de los errores y las acciones equivocadas del camarada Khrushchev que violan los principios leninistas de liderazgo colectivo, el Presidium del Comité Central ha creado recientemente una situación absolutamente anormal que impide a los miembros del Presidium del Comité Central las responsabilidades responsables de dirigir el partido y el país.
Camarada Jruschov, ocupando los cargos de Primer Secretario del Comité Central del PCUS y Presidente del Consejo de Ministros de la URSS y concentrando un gran poder en sus manos, en algunos casos comenzó a descontrolarse del Comité Central del PCUS, dejó de contar con las opiniones de los miembros del Presidium del Comité Central y los miembros del Comité Central del PCUS discusión colectiva
Al mostrar intolerancia y rudeza a sus camaradas en el Presidium y el Comité Central, descuidando su opinión, el camarada Khrushchev cometió una serie de errores importantes en la implementación práctica de la línea esbozada por las decisiones de los XX, XXI y XXII Congresos del PCUS. El Pleno del Comité Central del PCUS considera que, en presencia de cualidades personales negativas como empleado que se ha manifestado recientemente, la vejez y la mala salud, el camarada Khrushchev comenzó a perder la confianza en el Comité Central del PCUS y no puede corregir los errores graves cometidos por él.
Considerando también la declaración presentada por el camarada Khrushchev, el Pleno del Comité Central del PCUS decide:
1. Satisfaga la solicitud del camarada Khrushchev de relevarlo de sus deberes como Primer Secretario, miembro del Presidium del Comité Central y Presidente del Consejo de Ministros de la URSS en relación con la vejez y la mala salud.
2. Declarar que es inapropiado combinar aún más en una persona los deberes del Primer Secretario del Comité Central del PCUS y el Presidente del Consejo de Ministros de la URSS.



El foto montaje que muchos creíamos

 Versión en Ruso

Постановление Пленума ЦК КПСС «О т. Хрущёве Н.С.» (1964)


ПЛЕНУМ ЦК КПСС

ПОСТАНОВЛЕНИЕ
от 14 октября 1964 года

О Т. ХРУЩЁВЕ Н.С.

Признать, что в результате ошибок и неправильных действий т. Хрущева, нарушающих ленинские принципы коллективного руководства, в Президиуме ЦК за последнее время создалась совершенно ненормальная обстановка, затрудняющая выполнение членами Президиума ЦК ответственных обязанностей по руководству партией и страной.
Тов. Хрущев, занимая посты Первого секретаря ЦК КПСС и Председателя Совета Министров СССР и сосредоточив в своих руках большую власть, в ряде случаев стал выходить из-под контроля ЦК КПСС, перестал считаться с мнением членов Президиума ЦК и членов ЦК КПСС, решая важнейшие вопросы без должного коллективного обсуждения.
Проявляя нетерпимость и грубость к товарищам по Президиуму и ЦК, пренебрежительно относясь к их мнению, т. Хрущев допустил ряд крупных ошибок в практическом осуществлении линии, намеченной решениями XX, XXI и XXII съездов КПСС. Пленум ЦК КПСС считает, что при наличии отрицательных личных качеств как работника, проявившихся за последнее время, преклонном возрасте и ухудшении здоровья, т. Хрущев стал утрачивать доверие ЦК КПСС и неспособен исправить допущенные им серьезные ошибки.
Учитывая также поданное т. Хрущевым заявление, Пленум Центрального Комитета КПСС постановляет:
1. Удовлетворить просьбу т. Хрущева об освобождении его от обязанностей Первого секретаря, члена Президиума ЦК и Председателя Совета Министров СССР в связи с преклонным возрастом и ухудшением состояния здоровья.
2. Признать нецелесообразным в дальнейшем объединять в одном лице обязанности Первого секретаря ЦК КПСС и Председателя Совета Министров СССР.

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El zapato... real 

Notas para una historia de la socialdemocracia


«La socialdemocracia europea asiste al espectáculo de la gran crisis de la economía y de los poderes políticos mundiales, asentada ella, sin embargo, en una Europa Occidental que de todas formas sigue siendo un rincón privilegiado del Planeta»

POR RAMÓN TRILLO TORRES
RESALTADOS DEL BLOGGER
CON expresión perpleja, la socialdemocracia europea asiste (2011) al espectáculo de la gran crisis de la economía y de los poderes políticos mundiales, asentada ella, sin embargo, en una Europa Occidental que de todas formas sigue siendo un rincón privilegiado del Planeta, a cuyo opimos logros ha contribuido como uno de los actores principales en el siglo XX la propia socialdemocracia, siendo su rodada en el camino para alcanzar nuestra madura prosperidad un hecho tan notorio como que, en paralelo a ella y en constante relación dialéctica, la otra rodada profunda por la que ha transitado la sociedad europea en su rica proyección política y social ha sido la marcada por el conglomerado de centro derecha que aglutina a conservadores, liberales y democristianos.
Con la aguda visión de su sólida formación jurídica, suevo romanizado florecido entre las murallas de la romana Lugo, templada su mente universitaria en la apostólica Santiago y en la Barcelona luminosa y después afilada en los rigores científicos de Alemania, coetáneo de la transición política española, al catedrático de Derecho Constitucional Ignacio de Otto y Pardo la parca le pasó la hoz de la siega cuando ascendía al cenit de su vida intelectual: la jamás concluida gavilla de los muertos lo incorporó a traición en el año 1988, joven de cuarenta y tres años.
Sus Obras Completas, publicadas en el 2010, las encabeza un texto sólido, en el que la práctica de la política es sometida al control de las valoraciones doctrinales en torno a un tema muy vivo entonces, en el horizonte de la España de 1972: la tesis doctoral nombrada «El Partido Socialdemócrata alemán: de la oposición a la participación en el Gobierno».
Es interesante observar en el comportamiento postbélico de la socialdemocracia alemana unas rigideces que —a diferencia de lo que ocurriría después en España al Partido Socialista— la apartaron en gran medida de protagonizar la configuración política inicial de la República Federal, que con la fundamental decisión de las potencias anglosajonas de dar vía libre a un Estado en la divisoria churchilliana del telón de acero, permitió inicialmente a la democracia cristiana convertirse en protagonista predominante de la nueva articulación política de la Alemania no ocupada por los rusos.
Las razones de aquellas rigideces las destaca Otto: una primera, fue su fijación obsesiva en la unificación, incluidas las zonas sitas más allá de la línea Oder-Neisse, que le nubló la visión de opciones de momento más posibilistas.
La segunda, su actitud ante la constitución en el año 1946 de la Administración Económica Bizonal, auténtico embrión de la República Federal, por la que fundidas las zonas de ocupación de ingleses y norteamericanos, comienza el camino para la autonomía política y económica de la Alemania ocupada. Entonces se va a mostrar otra de las rigideces que acompañará a la socialdemocracia hasta las vísperas del Congreso de Bad Godesberg de 1959: la decisión anglosajona implicaba una opción económica a favor de las relaciones de propiedad capitalistas, del libre mercado y de campo abierto a la vieja clase empresarial, elementos que, según el análisis que entonces lucía en la socialdemocracia alemana, habían sido los causantes del sangriento sacrificio en que había concluido la República de Weimar, a lo que se añadía, acentuando la rigidez, su visión de que el socialismo era la única posibilidad para la saneada reconstrucción de Alemania, lo que le llevó a abandonar en manos de la Democracia Cristiana toda actividad de gobierno en la Administración Bizonal, domiciliándose así en una oposición sin perspectiva, que ablandaría durante la fase constituyente de fundación y consolidación de la República Federal, pero convencida la socialdemocracia de que en todo caso sería el fatal desastre del contrario el que dejaría caer el poder en sus manos y con él la única y auténtica oportunidad de reconstruir el país.
Pero los hechos no le fueron propicios a este análisis: de la mano política de Adenauer y de la económica de Erhard, protegida por el paraguas militar, Germania renacía camino de convertirse en una potencia económica, asentada sobre una estructura política solvente, que respondía con civilizada eficacia a las necesidades de la nación.
La socialdemocracia se ve obligada a una densa autocrítica, que la pondrá en la dirección de alcanzar el poder político y con ello a convertirse también en proveedora de alguno de las grandes cancilleres de la Alemania moderna. Esta autocrítica, que pasa por fases teóricas tan importantes como las relativas a la propiedad de los medios de producción, la planificación de la economía o la renuncia a la crítica del capitalismo como sistema, vino impulsada, como nos recuerda Otto, por «la negativa de la realidad política alemana a acomodarse a las esperanzas socialdemócratas», lo que al final la condujo a abandonar el marxismo como pieza axial de su discurso, al haber llegado los reformadores a la conclusión de que 

«la situación de clase y los factores económicos sin duda significan mucho, 

pero NO son todo lo que hace la historia 

y se convierte en realidad humana».

En el universitario Otto se observa una razonable inquietud ante la indeterminación que detecta en el armazón teórico de la socialdemocracia en su avance reformador, pero hay que reconocer que éste implicó una llamada a los ancestros más dignos de la historia: en el Programa de Bad Godersberg (1959) se afirma que el socialismo democrático europeo «tiene sus raíces en la ética cristiana, en el humanismo y en la filosofía clásica» y en los debates del Congreso se sostuvo

la indiferencia de que alguien hubiese llegado a ser socialdemócrata por los métodos del análisis económico marxista, por motivos éticos o filosóficos o por el Sermón de la Montaña.


En esta generosa puerta de acceso a la socialdemocracia, es curioso destacar como otra vez en el cristianismo permanece un venero inagotable de dotaciones para el progreso ético de la convivencia humana, afirmación que en la historia que comento no solo hace explícita la cita del Sermón, sino que, con mayor enjundia doctrinal, se manifiesta en el hecho de que los reformadores, en un documento oficial sobre sus tesis del año 1953, hacen manifestación expresa de que había que aclarar la postura del Partido frente a las confesiones religiosas y poner bien de relieve el estrecho contacto existente entre el socialismo y la idea ética del cristianismo.
Pienso que esta flexibilidad es la que a la postre ha permitido a la socialdemocracia poder abarcar, en controversia dialogada con otras opciones políticas, cualquier tipo de acontecimiento, aún los más insólitos, de los que son posibles en sociedades tan complejas como las que hoy en día nos cobijan y lo que determina así mismo que incluso en países en los que, como en España, la inmensa mayoría de los ciudadanos se mece plácidamente en el chinchorro de su partido de siempre, al que votará cualesquiera que sean las tempestades, sin embargo 

exista felizmente una franja que, 

con análisis más abierto, 

opta por unos u otros, según los vientos que soplan en cada momento, los remedios que proponen y las personas que encabezan las posiciones políticas en democrática contienda. 

Es esta franja la que dinamiza el sistema y 

la que, en lenta y positiva erosión esculpidora, 

puede algún día determinar el ennoblecimiento de una actividad que 

al día de hoy 

no recibe aprecio de los ciudadanos.

RAMÓN TRILLO TORRES ES MAGISTRADO EMÉRITO DEL TRIBUNAL SUPREMO

lunes, mayo 25, 2020

Colombia, 2020, más allá del COVID... la Jep


SEMANA: Hay choques entre la JEP y otras entidades, y, al mismo tiempo, llueven críticas por cada determinación que ustedes toman. ¿Siente animadversión?
Patricia Linares: Usted se refiere a dos situaciones diferentes. Primero, el debate jurídico que legítimamente plantean, en la instancia que corresponde, instituciones como la Corte Suprema de Justicia y la Fiscalía, sobre temas relacionados con el alcance de la competencia prevalente de la JEP, eso no es animadversión, sino el Estado de derecho funcionando. Y, segundo, la reacción permanente y sistemática de ciertos sectores políticos y de opinión que desde siempre han manifestado su férrea oposición al proceso de paz y a la JEP, lo cual es legítimo. Desafortunadamente, algunos acuden a estrategias sistemáticas de desprestigio que incluyen el insulto y la descalificación, y eso no responde a los principios democráticos que nos rigen.
SEMANA: La JEP admitió a Salvador Arana, y la Corte Suprema protestó diciendo que es inaceptable porque él es un paramilitar puro con dos sentencias de ese tribunal. ¿La JEP está por encima de fallos de la Corte Suprema?
P.L.: La JEP es y será respetuosa de todas las autoridades judiciales y profesa el mayor respeto por las altas cortes, que han sido un pilar fundamental en el proceso de implementación. Somos una jurisdicción creada por la Constitución, que tiene competencia prevalente sobre delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra cometidos en el marco del conflicto. Sobre el caso que usted cita no me puedo pronunciar, solo le puedo decir que la Corte Suprema planteó un conflicto de competencia que debe resolver la Corte Constitucional, cuyo eje gira alrededor de lo que significa la prevalencia constitucional que tiene la JEP para decidir los asuntos relacionados directa o indirectamente con el conflicto armado interno. Esperaremos la decisión y, por supuesto, como siempre, la acataremos y cumpliremos.
SEMANA: Los casos de los exsenadores Álvaro Ashton y Musa Besaile, implicados en el cartel de la toga y admitidos en la JEP, también han causado ronchas. ¿Para la JEP la corrupción puede ser un delito conexo al conflicto?
P.L.: Muchos delitos comunes pueden eventualmente tener relación indirecta con el conflicto armado. Un debate semejante se ha planteado no solo con el cohecho, sino también con el narcotráfico y los delitos sexuales. Habrá ocasiones en que no hay ninguna relación y otras en que sí, dependiendo de muchos factores en cada caso. Lo importante es que el país conozca todos los posibles ámbitos de degradación social e institucional a donde nos condujo una guerra prolongada, con múltiples aristas, causas y responsables.
SEMANA: Al igual que ellos, son muchos los condenados que van a la JEP sin nada que perder. ¿Cómo lograrán que los admitidos vayan más allá de lo que han dicho en la justicia ordinaria?
P.L.: Efectivamente, muchos comparecientes de la JEP se encuentran condenados; exguerrilleros, exmilitares y otros ex servidores públicos. Frente a estos últimos en particular, que son terceros que acuden voluntariamente a la JEP, la jurisprudencia es estricta en dos cosas: su acceso y permanencia dependen del cumplimiento de un compromiso de reparación integral con las víctimas, que incluye un aporte significativo y relevante a la verdad, mucho más alto que el establecido por la justicia que los condenó.
“Todos hemos aprendido del caso Santrich y eso servirá para evitar que suceda algo similar en el futuro”.
SEMANA: ¿Los jefes paras como Salvatore Mancuso tendrán cabida?
P.L.: Los paramilitares combatientes no son de competencia de la JEP. Sí lo son los terceros que financiaron, promovieron o auspiciaron la guerra; ellos pueden presentarse y someterse a un juicio de admisibilidad estricto que incluye evaluar la oferta de verdad que hacen, la cual debe ser verificable, relevante y distinta a la conocida en la justicia ordinaria. La persona que usted menciona, en efecto, presentó una solicitud que está siendo estudiada y será resuelta en las próximas semanas. La labor de la JEP seguirá siendo muy cuidadosa con esta distinción para determinar quiénes podrían entrar y quiénes definitivamente no.
SEMANA: Algunas víctimas del holocausto del Palacio de Justicia critican la libertad otorgada al general retirado Jesús Armando Arias. ¿La JEP logrará lo que la justicia ordinaria no ha podido en más de 30 años de ese caso?
P.L.: Los miembros de la fuerza pública procesados o condenados por los delitos de nuestra competencia son comparecientes forzosos de la JEP. Ellos pueden solicitar el otorgamiento de beneficios provisionales, como la libertad condicionada, a la que tienen derecho si cumplen los presupuestos de ley. El principal, aportar verdad plena, distinta a la que reposa en la justicia ordinaria, relevante y esencial para la reparación de las víctimas. Hay que recordar que en la justicia ordinaria se desarrolla un proceso contencioso en el que el sindicado se defiende de una acusación, mientras que en la JEP adquiere un compromiso de aportar a la verdad, so pena de perder el tratamiento especial. Es una apuesta que vale la pena explorar con miras a una verdadera reconciliación.

SEMANA: Los bienes efectivamente entregados por las Farc son pírricos. De otra parte, siguen asesinado exguerrilleros. ¿Cuándo serán examinados los incumplimientos al acuerdo de paz?
P.L.: El acuerdo final de paz determinó la forma en que los bienes y activos de las Farc-EP serían inventariados y entregados al Gobierno nacional. Los bienes y activos no inventariados reciben el tratamiento previsto en la legislación ordinaria: su dominio puede ser extinguido, tarea que debe impulsar la Fiscalía. Cualquier incumplimiento de los comparecientes al sistema en un caso concreto puede implicar la pérdida del tratamiento jurídico especial, pues supone por parte de quien lo recibe el incumplimiento de sus compromisos con las víctimas. 
SEMANA: Hablando de incumplimientos, tras la novela del caso de Santrich y luego por la volada de este, ¿reconocen que ahí cometieron errores?
P.L.: La responsabilidad principal recae sobre el propio Santrich y sus cómplices. Fueron ellos quienes decidieron traicionar el proceso de paz, a sus propios compañeros y rearmarse. Santrich fue capturado con fines de extradición por la Fiscalía, la cual afirmó tener todas las pruebas necesarias para demostrar que este sujeto había delinquido con posterioridad a la firma del acuerdo de paz. La labor de la JEP era analizar eso. Como toda autoridad jurisdiccional, la JEP debía practicar y obtener pruebas, como el famoso video que circuló por redes, remitido por la Fiscalía, pero inaudible; eso es lo que nos ordena hacer la Constitución. Todo estudiante de Derecho sabe ese dicho de “dame la prueba y te daré el derecho”. Yo me pregunto, ¿por qué se piensa que la JEP en esta materia debe ser diferente a cualquier otro tribunal?
“No somos ni seremos una justicia de vencedores, mucho menos de vengadores”.
SEMANA: Pero en medio de la discusión jurídica Santrich se voló…
P.L.: La JEP debía resolver con base en las pruebas sobre la garantía de no extradición. Santrich estaba preso como consecuencia de una orden de captura de la Fiscalía con fines de extradición. El Consejo de Estado reconoció su investidura como congresista. Sus abogados presentaron un habeas corpus, y el Tribunal Superior de Bogotá lo concedió porque consideró que su captura había violado la ley. Esto, aclaro, no debe ser objeto de crítica, porque lo que usted observa es a las autoridades judiciales actuando, que es lo que se espera en un Estado de derecho. En todo caso, todos hemos aprendido de este proceso y eso servirá para evitar que suceda algo similar en el futuro.
SEMANA: Un cuestionamiento reiterado es que la JEP está conformada por magistrados ideologizados. ¿Qué opina? 
P.L.: Ese cuestionamiento hace parte de las estrategias sistemáticas de desprestigio a las que me he referido. El país conoció la idoneidad e integridad de los miembros del Comité de Escogencia; ellos nos seleccionaron de un universo de más de 2.000 aspirantes. Acreditamos sólida formación académica, experiencia y trayectoria en materia de justicia transicional, derechos humanos y derecho internacional humanitario. Administramos justicia sin admitir presiones políticas, aplicamos un modelo de justicia restaurativa, no somos ni seremos una justicia de vencedores, mucho menos de vengadores, trabajamos por las víctimas y la paz del país.
SEMANA: ¿A qué se refiere con “estrategias sistemáticas de desprestigio” y quiénes son los responsables?
P.L.: Me refiero a sectores políticos y algunos de opinión cuyo propósito es minar y acabar con el proceso de paz y con la JEP; eso no es un secreto para nadie. Para cumplirlo acuden a campañas de desprestigio a través de las redes sociales; a ‘análisis’ distorsionados que manipulan cifras y comparan lo que no es comparable; y a la permanente estigmatización de nuestros magistrados y funcionarios. En un Estado de derecho, pluralista e incluyente, es inadmisible que se haga uso de las herramientas democráticas que consagra y brinda la Constitución a los distintos poderes públicos para destruir un proceso de paz que tanto le ha costado al país.
SEMANA: Luego de todo el choque por los intentos frustrados de modificar la JEP, ¿cómo está su relación con el presidente Iván Duque?
P.L.: Siempre ha sido cordial y respetuosa, hemos avanzado consolidando una relación de colaboración armónica con varios de sus funcionarios. En ese propósito, el Gobierno y nosotros hemos contado con el apoyo técnico de la comunidad internacional y de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas. Por eso, y ese es un punto urgente, es tan importante concretar que el monitoreo y vigilancia de las sanciones propias que próximamente comenzarán a imponerse esté a cargo de ese mecanismo, que genera confianza a nivel nacional e internacional.

lunes, mayo 18, 2020

Fraude en las elecciones del 19 de abril de 1970 - Fraude en las elecciones de Pastrana

NOSTALGIAS DE FRAUDE


Editado por Oveja Negra, el best seller de la Feria del Libro, en materia política y electoral, es sin duda el libro del ex ministro Carlos Augusto Noriega, en el que finalmente después de 28 años acepta por escrito lo que desde el 19 de abril de 1970 estaba en boca de todo el mundo: que a Rojas Pinilla le birlaron esa elección y que Misael Pastrana llegó a la Presidencia por la vía expedita, pero poco procedente desde el punto de vista democrático, del fraude.

Por: D ARTAGNAN
29 de abril 1998 , 12:00 a.m.
Ello es así no solo por lo que Noriega afirma en su libro Fraude en la elección de Pastrana Borrero . Afirmaciones, por cierto, que no se limitan apenas a los hechos precisos de dichas elecciones, sino que abarcan desde la renuncia que el entonces presidente Carlos Lleras Restrepo presentó en 1968, cuando un Congreso básicamente oposicionista le negó en un comienzo la aprobación de la Reforma del 68, y ésta solo vino a salir avante a raíz de la alianza con el jefe del MRL, Alfonso López Michelsen. Quien, para consolidar el hecho político, fue nombrado a la sazón Canciller de la República, y como tal, después de las controvertidas elecciones, obró cual conducto mediador para evitar a la postre que una sublevación popular de la Anapo, encabezada por el General y su hija María Eugenia, terminara en un desbordamiento aún peor del orden público del que ya se registraba por esas calendas.
Trae el libro transcripciones textuales de importantes columnistas; mas, en abono de la tesis de que sí hubo fraude, nada mejor para corroborarlo que la opinión de doña Ana María Busquets de Cano, la esposa de don Guillermo Cano, quien al respecto dice: Tal vez un fraude, pequeño si se quiere, tal vez el ministro de Gobierno ayudó a realizarlo, tal vez no fue muy democrático el conteo final cuando estaban tan parejos los resultados. Pero si lo hubo, el Presidente de la República tuvo la suficiente visión como para ponerse del lado de lo que más convenía a los colombianos de tan mala memoria .
Aparte del fraude en sí mismo, el último capítulo es el más revelador del libro de Noriega: en él señala que a raíz del fraude, conclusión de ello fue la desastrosa creencia de que al poder hay que tomárselo con las armas, no con las papeletas . Y agrega: Desmontar esa creencia es paso previo inexorable en el camino hacia la paz .
Esto me hizo recordar una reciente frase de Alfonso Cano jefe de las Farc cuando dice, en carta a Enrique Santos Calderón: Los guerrilleros hemos sido obligados a empuñar las armas para encontrar la paz. Es la gran contradicción... y una terrible verdad . De paso, Cano justifica la actitud militar de la guerrilla apelando al argumento de que en nuestro país no existe una oposición legal al Estado porque la acabaron a fuerza de tiros y terror .
De ahí la gravedad coyuntural de las palabras del Tigrillo Noriega cuando advierte, al finalizar su obra: El fraude en la elección del doctor Pastrana, aquel 19 de abril, las guerrillas revolucionarias ya existentes y ésta nueva (refiriéndose a la aparición del M-19), lo entendieron como perentoria advertencia de que aquí, entre nosotros, el poder para poner fin a un orden injusto no se alcanza con votos sino con balas. Este episodio electoral del 19 de abril le ofreció material ideológico de remuda a los movimientos subversivos que asolaban al país y lo siguen asolando . Y remata el ex ministro conservador, perentoriamente: Por eso estamos como estamos .

Por eso estamos como estamos... En un ilustrativo artículo publicado la semana pasada en El Espectador, el abogado Ramiro Bejarano califica como una salida en falso del Registrador Nacional del Estado Civil, al responder errada y airadamente un reclamo público sobre la inclusión de la consigna del candidato Pastrana en el tarjetón electoral. Para el funcionario, es posible que el conservatismo utilice su nuevo logosímbolo en el tarjetón electoral. Según Bejarano, no hay texto legal alguno que hable de logosímbolos y considera que es una denominación extraña a la ley electoral. Muchísimo menos acudiendo al frágil expediente de sostener que es lo mismo un símbolo que una consigna.
Tolerar consignas políticas en el tarjetón es, más que un desaguisado, una especie de fraude anticipado, tendiente a inducir mañosamente al elector a marcar tal tarjetón mediante métodos totalmente indebidos.
Sobra decir que Jaime Calderón Brugués es ha sido siempre del riñón de la Casa Pastrana. Por eso resulta cuando menos insólito escuchar de dicha campaña, a cada rato, reclamos sobre garantías electorales, cuando el verdadero garantizador de la pureza electoral no es el Gobierno (o para ser más explícitos, no únicamente el Gobierno) sino esencialmente la Registraduría Nacional, que es hoy un ente completamente autónomo del Ejecutivo, a partir de la Constitución del 91. Es decir, paradójicamente, contrario según lo que entiendo a cuanto sucedió en las elecciones del 19 de abril del 70, pese a que el cambio de votos entonces se hizo como dice Noriega en su libro a costa, naturalmente, de maniobras fraudulentas, de muy fácil consumación en municipios, corregimientos e inspecciones periféricos .
Parecería no obstante que la manía de seguir votando después de las siete de la noche en algunos departamentos, curiosamente no se ha acabado... Eso, de acuerdo con las denuncias y escándalos que ha habido al respecto, en relación con las últimas elecciones parlamentarias

3 años antes, Noriega había comenzado a insinuarlo: