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viernes, julio 23, 2021

Apuntes para un análisis sobre la historia de la violencia y la paz en Quinchía Colombia (Cierre)

 PROPUESTAS,  con el foco de la Historia: LA PAZ…ES POSIBLE…

 La historia nos sirve para ver las cadenas fenoménicas… El final de las guerrillas, de las guerrillas de los Mil Días, de las Guerrillas de Venganza, de las Guerrillas del EPL, de las Guerrillas de la disidencia, la hija del EPL (de los Paras), obedece, en una constante, a varios factores, que van desde la actitud misma de los combatientes y especialmente de los mandos, de apostarle a procesos de paz, de apostarle a los indultos y amnistías, pasando por el cansancio mismo de las comunidades frente a su actividad hasta la desmovilización de sus miembros, por su reinserción, ayer con el impulso de obras por las que se les pagaba, luego por auxilios económicos…Empero, la experticia, el conocimiento, la cultura, las experiencias de resistencia, de defenderse por las armas, violentamente, los imaginarios, han quedado en la psiquis colectiva y se mantienen por años; a veces con posibles encadenamientos biológicos (Venganza-EPL-Disidencia) pero especialmente por cadenas orales, de tradición oral, de orgullo por el pasado (1.000 días-Venganza- EPL-Disidencia) …es esto un factor clave para entender la dinámica

 

Otro factor que subyace como concatenante, que tal vez es el eje tensionante mayor, es el que, como en la mayoría absoluta de los pequeños municipios de Colombia, América Latina y el tercer mundo, es el que se relaciona con la tierra: Ni el resguardo aclimató la paz, ni la consolidación del minifundio lo hizo, ni mucho menos lo hará en las actuales condiciones la extensión del microfundio o la disputa en torno al subsuelo que se avecina…hay, además, una tradición de propiedad, y una tradición de abordaje de la agri-cultura, que potencia la paulatina pauperización del campesinado quinchieño…

 

Es sobre estos dos vértices, donde en los 50’s, en los 70’s, en los 90’s, y muy seguramente en el presente, las guerrillas de izquierda continúan su desarrollo, su evolución  en el resto del país y en cierto momento, colocan sus ojos sobre el municipio, sobre su “fama” y mas que esto -cultural si se quiere- sobre la situación socio económica en que viven…estos si entienden que el mito caldense no es generalizable, como lo parafraseaba un editorial reseñado de La Patria en los 60s…así grupos foráneos, actores exógenos, pretenderán desarrollar respuestas armadas y han encontrado acogida, tal vez no al nivel anterior, pero podrán seguirla encontrando, y tal vez, pasen décadas -1.000 días-Venganza: 1903-1953- o pasen lustros –Venganza-Epl: 1961-1982- o pasen días –Epl=Disidencia- o no haya necesidad de que pase tiempo: las FARC hace mucho están en el municipio…pero seguirán, entonces, encontrando personas y familias que los acogen…Porque, lo que está claro es que los guerrilleros a los que le hicimos el seguimiento son de Quinchía, inclusive sus dirigentes son de Quinchía: Venganza lo era, Leyton lo era, los de la suburbana del Epl lo eran…y en el pueblo lo saben…no lo niegan he inclusive muchos se sienten orgullosos de ello…

 

Así entonces, parados en esos dos ejes explicativos que no desconocen la multi explicación, sino que buscan liarla…las palabras finales de este texto, se preguntan, Cual es el camino para la paz actual…?... lo primero es entender que la paz es posible…que de hecho, hubo una paz relativa entre 1903 y 1946, que hubo otra paz relativa entre  principios de los 60’s y comienzos de los 80’s…es decir, que del siglo pasado, fácilmente los quinchieños y quinchieñas vivieron en relativa paz por 60 de los 100 años…el reto está en consolidar “una” paz…o llegar a ella, pues no creo que la tengan hoy, o que la puedan tener en el futuro en la medida que el conflicto armado persiste, en la medida en que las FARC consolidarán su presencia en el municipio…

 

Es aquí donde volvemos a la relación micro y macro mundo…en lo macro, la experiencia de las primeras décadas del siglo XX demostró que el camino para la paz podía ser la derrota definitiva del adversario en los campos de batalla –y en la persecución posterior de los derrotados…- lo cual permitió consolidar una pax romana –donde los ganadores daban dadivas a los vencidos-; esa paz y esa guerra, es una paz y una guerra hecha por las élites, entre las élites, donde el pueblo el populo juega un papel absolutamente secundario, de dependencia de las elites vencidas o de las elites vencedoras…dicha dependencia, en un ambiente posterior de paz, no se quiebra, por el contrario se fermenta y es clave para entender la paz relativa en que se vive en esos años –alterada coyunturalmente por conflictos personales, locales o regionales asociados a la tierra, o por la aparición de pequeñas fuerzas y escasos líderes de izquierda- …y llegará hasta el conflicto bipartidista por el control del estado –y las tierras de los vencidos- de los 50s…

 

Ese tipo de paz, es pues hoy, difícil de conseguir en la Colombia del siglo XXI donde la relación entre las élites y los subalternos se ha roto desde hace décadas…relaciòn rota bien confrontacionalmente, bien bajo formas “no abiertas” pero existentes…

 

La paz relativa posterior, la paz de los 60’s, 70’s, es una paz que se logra a partir de un contexto nacional proclive a la misma; es una paz donde si bien no hay una derrota militar como tal –pues no es una guerra civil abierta y generalizada- si implica el sojuzgamiento al poder militar del estado –más que al estado mismo- es una paz donde la acción represiva del estado juega un papel claro, así como el entorno socio cultural creado desde éste de rechazo a las formas bandoleriles “injustificadas” tras la llegada del frente nacional…es una paz que, aparentemente, destruye su causa, o su excusa original: la disputa entre liberales y conservadores…

 

Tampoco es posible este tipo de paz hoy en día…no son los conflictos actuales de Colombia enmascarados detrás de disputas partidistas…los conflictos actuales no tienen mascara…hasta comienzos de los 90’s se tornaron en “Clasistas”…ya no partidarios…hoy pueden recibir otro nombre, pero, definitivamente escapan a la orbita de unos partidos –en general, y en especial los tres tradicionales- en abierta crisis…

 

De hecho en ambas pazes el eje socioeconómico de miseria y pobreza persiste, empero, las agudizaciones violentas, no se han relacionado con el mismo…no fueron las guerrillas de los 1.000 días, ni las de Venganzas, unas abanderadas de el problema de la tierra o cosa parecida…por ende, la paz relativa posterior, en casi nada se relaciono con la misma, empero, ese eje persistió y estuvo allí como un tensionante social un permanente generador de frustraciones que encontró salida –sicológica, cultural, ética, etc si se quiere- en tales expresiones violentas…ello sin olvidar el beneficio obtenido por algunos directamente de tales violencias: no combatientes y combatientes…

 

Después de esos años, de esas dos pazes relativas, en el municipio no se ha alcanzado otra…ni siquiera la desmovilización de la mayoría de la guerrilla suburbana del EPL lo logró…pues persistió la disidencia…tampoco lo logrará el aniquilamiento de ésta, pues persisten las FARC…y rondan los paramilitares o las “Águilas Negras”…pero especialmente las FARC…las que hacen presencia, como lo detallamos en el texto, hace más de 20 años, y se han consolidado en la última década…lo primero que salta entonces a la vista es que sólo una negociación, especialmente con este grupo, con el que el estado colombiano se encuentra en empate militar negativo hace muchos años, aún al iniciar Uribe II, podría reducir los factores exógenos, los factores del macro mundo que rodean a Quinchía…tal vez la salida, definitivamente, para consolidar el siglo XXI sea una nueva Asamblea Nacional Constituyente …tal vez ello logre que no haya, tal como sucedió durante 60 de los últimos años, guerrillas o similares llegando y pasando por sus veredas; desarrollándose  y ejerciendo violencia…

 

¿Pero y los factores endógenos? El problema crucial del minifundio?…del microfundio?…al cual se suma ahora la disputa por el subsuelo?...o, la potenciación colectiva de ese subsuelo?...en una situación que seguramente sucede en otros municipios colombianos?… esa es una pregunta descomunal…pues es una pregunta que implica un enorme esfuerzo económico a corto, mediano y largo plazo[1]…un esfuerzo que requeriría una acción mancomunada del sector publico y privado, en los niveles locales, nacionales e, incluso, internacionales…por ello, la mejor noticia que recibí el año anterior, en pleno proceso de construcción  de este texto fue que los quinchieños y quinchieñas han comenzado a construir el instrumento para abordar tal problemática endógena, el instrumento para canalizar tan formidable y descomunal esfuerzo, en el que pido desde mi espíritu, a las fuerzas de universo que los acompañen hacia la paz integral, hacia la paz con democracia y justicia social que se merecen; ese instrumento es su propia Asamblea Municipal Constituyente…

 

Foto tomada en la calle principal de Quinchía, a fines del 2006.

 Pereira (Bogota) viernes, 09 de febrero de 2007; Tabio, Lunes, 16 de abril de 2007

(resaltados y negrillas fuera del texto)

El texto completo,  en sus dos partes, dando click aquí


Resumen






[1] Ya lo escribí en el introductoria y lo reitero aquì: “para cualquier estrategia integral que  se emprenda, pensado más en el largo y en el mediano que en el corto plazo es necesario pensar en la necesidad de reconocer estos componentes sociales, si se quiere estructurales, ya que olvidarlos sería, como se ha hecho hasta el presente, privilegiar el papel represivo, creyendo que todo se arregla como lo cuestiona Camacho Guizado “dando cuenta de las clases peligrosas” y si se quiere facilitando las “limpiezas sociales” al olvidar este componente…”

miércoles, septiembre 09, 2020

La verdad que aún nos debe la ley de Justicia y Paz

 Verdad y Memoria13 mar. 2019 - 9:00 p. m.Por: Juan David Laverde Palma/ @jdlaverde9

La Ley de Justicia y Paz vino tras la desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia, en el gobierno Uribe. / Archivo El Espectador


Una investigación académica revela los vacíos y falencias en 51 sentencias proferidas por magistrados de esa jurisdicción en la última década. La justicia para las víctimas todavía sigue siendo esquiva. 

La Ley de Justicia y Paz vino tras la desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia, en el gobierno Uribe. / Archivo El Espectador

Tras revisar 51 sentencias proferidas por tribunales de Justicia y Paz entre 2009 y 2017, la radiografía es más bien desoladora. La mitad de estos fallos tienen graves vacíos, en muchos de ellos no se determinaron ni los móviles de los crímenes ni las circunstancias precisas de estos o la identificación plena de todos los responsables, más allá de los alias que usaban en las organizaciones ilegales. Además, en algunos expedientes los comandantes procesados del paramilitarismo o de las guerrillas no tenían la información completa sobre los delitos perpetrados por sus hombres y, a pesar del reconocimiento de responsabilidad, sus “verdades” resultaron incompletas y problemáticas. No es todo. En casi todas las sentencias fue el testimonio de los postulados la principal fuente probatoria para impartir condenas o solicitar nuevas investigaciones.

Estas son las principales conclusiones de una detallada investigación del Centro Internacional de Toledo para la Paz (CITpax), la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana y el Instituto de Salud Pública de esa institución. El análisis cuantitativo de datos sobre la verdad judicial generada en el marco de la Ley de Justicia y Paz descubrió que, muy a pesar de logros para las víctimas, como el develamiento de más de 5.500 fosas comunes en todo el territorio nacional, son todavía muchas las deudas de este sistema de justicia transicional. No solo porque el denominado capítulo de la “paraeconomía” sigue siendo muy incipiente, sino porque la calidad de los fallos proferidos por los tribunales de Justicia y Paz de Bogotá, Medellín y Barranquilla no es la deseable para cerrar definitivamente las heridas de la guerra.

Los ocho investigadores que adelantaron el estudio elaboraron un modelo compuesto por cuatro variables para medir la calidad de la verdad judicial obtenida. Las variables escogidas fueron la determinación de los móviles para la comisión del delito, las circunstancias de tiempo, modo y lugar, los responsables del crimen y la prevalencia de los testimonios de los postulados y las víctimas. En ese contexto, tan solo una de las 51 sentencias revisadas resultó de “alta calidad”. La mayoría fueron consideradas de “calidad media” debido a sus vacíos o falencias. Un resultado preocupante que cobra relevancia hoy, justo cuando el gobierno de Iván Duque busca fórmulas para reestructurar la Jurisdicción Especial para la Paz, columna vertebral del acuerdo de paz con las Farc. En total, los 51 fallos revisados agrupan 6.928 hechos criminales.

De ese universo, se contabilizaron 576 señalamientos distribuidos así: 210 contra el Ejército Nacional, 187 contra empresas o empresarios concretos, 171 contra miembros de la Policía y 8 más contra miembros de la Armada. Todos por su presunta colaboración con las autodefensas, en su mayoría. En el capítulo sobre la identificación de los motivos de esos crímenes, la investigación señala que en el 58% de los casos se logró determinar los móviles de los perpetradores, es decir en 4.013 casos. Sin embargo, en el 42% restante, es decir, en 2.915 hechos no se pudo establecer la causa de esos delitos, lo cual constituye un problema no solo en materia de verdad judicial sino de verdad histórica. A su turno, en el 77% de los casos se especifican las circunstancias de tiempo, modo y lugar, pero en el 23% restante (1.571 episodios) esto no fue posible.

El informe no se pone con rodeos: “Enciende una alarma en materia de derechos a las víctimas”. Y añade: “La ausencia de una descripción de las circunstancias en los relatos constitutivos de verdad judicial impide que las víctimas cuenten con la información necesaria sobre sus casos particulares y, en consecuencia, les niega la posibilidad de controvertir el relato, privilegiando así la versión del condenado”. Con hallazgos aún más inquietantes. Tan solo en el 12 % de los hechos judicializados en Justicia y Paz (849 de 6.928 juzgados) se realiza una identificación total y completa de los autores materiales, mientras que en el 88 % restante “no se realiza una debida individualización de aquellos”. Es más, en 3.097 episodios las sentencias no dejaron claros ni los nombres ni los alias de los criminales, y en 2.982 estos datos estaban incompletos.

Resulta muy difícil hablar de verdad cuando lo más básico para encontrarla -saber los nombres e identificación de los perpetradores- no se logra determinar. Pero, además, la investigación documentó que en 8 de cada 10 hechos judicializados por Justicia y Paz la fuente principal que soportó las sentencias fueron los testimonios de los postulados. En 1.735 hechos juzgados en estas 51 sentencias no se incluyen evidencias distintas a los testimonios de los desmovilizados. Una cifra inquietante. En opinión de los investigadores, en 3.032 hechos de violencia la calidad de los hallazgos judiciales fue “baja”, en 3.086 fue “media” y tan solo en 90 fue “alta”. Dicho de otro modo, menos de 100 episodios de crímenes paramilitares sí fueron aclarados en su totalidad y con altos estándares para satisfacción de las víctimas. Los demás no llegaron a estos niveles óptimos.

En relación con las posibles redes de apoyo de los desmovilizados, el estudio encontró que en 43 de las 51 sentencias analizadas se dejó constancia explícita de señalamientos contra miembros del Ejército como colaboradores de las autodefensas. Pero, “al tener como fuente principal el testimonio (del postulado, de la víctima o de ambos), el señalamiento muchas veces hereda las dificultades de este medio probatorio”, advierte el documento. Un escenario problemático para hallar la verdad. De todas maneras, en total 210 integrantes del Ejército resultaron mencionados en 43 expedientes, pero solo el 54% de ellos fue identificado plenamente. En 69 casos los nombres y apellidos fueron dados de forma incompleta, hay 21 más sin clasificar y en 6 episodios solo se dieron los alias de los uniformados.

En 171 de los señalamientos el rango de los presuntos involucrados quedó registrado en las sentencias. En el 53 % de los casos se responsabilizó a tenientes, sargentos, capitanes, cabos, soldados e intendentes. Tan solo en el 7 % de los hechos investigados “se trataba de militares con rango de oficiales insignia, entre los que había 14 generales de la República”. En el mayor número de acusaciones se relacionan a los militares con el bloque Catatumbo de Salvatore Mancuso y las Autodefensas Campesinas de Puerto Boyacá, así como el frente Héctor Julio Peinado que operó en el sur del Cesar y el bloque Mineros. “Se destaca la presunta pertenencia de miembros señalados del Ejército a la Brigada 30, con sede en Cúcuta; la Brigada 14, ubicada en Puerto Berrío (Antioquia); la Brigada 17, ubicada en la región de Urabá, y la Brigada Sexta, ubicada en Ibagué”.

Sobre los integrantes de la Policía salpicados en estos procesos, la investigación reveló que en 21 de las 51 sentencias aparecen graves señalamientos contra 171 de ellos como parte de la estructura de apoyo de los paramilitares. En el 59 % de estos hechos la identificación de los policías ha sido integral y en la mayoría de los expedientes los presuntos responsables de estas asociaciones ilícitas serían capitanes y tenientes. Tan solo se hallaron 14 acusaciones contra coroneles. Finalmente, en 20 de los 51 fallos de Justicia y Paz se identificaron 187 empresas o empresarios que habrían patrocinado estos ejércitos ilegales. “Cada uno de los señalados lo es en relación con un solo hecho de los judicializados en las sentencias de Justicia y Paz y ninguno de aquellos, a la fecha, es mencionado en más de una sentencia”, sostiene el documento.

Los sectores comercial, ganadero, arrocero y de transporte agrupan el mayor número de señalamientos en los fallos. De acuerdo con los investigadores, los bloques Catatumbo, Córdoba, Pacífico, Cacique Nutibara y Bananero fueron los que más nexos tuvieron con el empresariado mencionado en Justicia y Paz. Antioquia, Tolima, Córdoba, Chocó y Norte de Santander fueron los departamentos más afectados por estas alianzas criminales. Este ejercicio académico también encontró otra conclusión preocupante: de los 576 señalamientos contra terceros como supuestos patrocinadores de la violencia paramilitar en su mayoría, tan solo se pidieron investigaciones por parte de los magistrados en 191 episodios. En síntesis, a pesar de los avances, las condenas o las confesiones, Justicia y Paz sigue en deuda con Colombia.

Un debate que resulta muy pertinente en esta coyuntura en la cual la incertidumbre ronda la jurisdicción creada para cerrar el conflicto armado por cuenta de las objeciones presidenciales a la Ley Estatutaria de la JEP. Este domingo el presidente Iván Duque sostuvo, por ejemplo, que no se puede renunciar a la persecución penal de todos los responsables de graves violaciones a los derechos humanos para procesar solamente a los máximos responsables. Justamente fue eso lo que ocurrió en Justicia y Paz, un modelo de justicia transicional que tampoco fue la panacea. De todas maneras, esta investigación, coordinada por Claudia Media Aguilar de CITpax, el decano de Ciencias Políticas de la Javeriana Luis Fernando Múnera y el profesor Andrés Dávila, aporta nuevos elementos a la controversia.

de: https://www.elespectador.com/colombia2020/justicia/verdad/la-verdad-que-aun-nos-debe-la-ley-de-justicia-y-paz-articulo-857760/


viernes, julio 24, 2020

CARTA DE PEREIRANOS POR LA PAZ AL PRESIDENTE ANDRÉS PASTRANA (2000) LAS OTRAS VIOLENCIAS LA OTRA PAZ

Pereira, Martes 30 de Mayo de 2000

Doctor
ANDRÉS PASTRANA ARANGO
Presidente de la República.

Reciba un cordial saludo.

La importancia dada por usted al tema de la construcción de la paz es seguida con suma atención por esta iniciativa ciudadana. Somos conscientes de que la construcción de la paz requiere espacios integrales que se fundamentan en situaciones tales como el impacto y el porcentaje que la violencia urbana alcanza en los items nacionales.

Nuestra ciudad hace parte de dicha problemática, tan sólo el año anterior, para únicamente tomar el índice de homicidios y según estadísticas de una investigación histórica en curso y de la misma policía nacional: 477 PERSONAS FUERON ASESINADAS y 82 perecieron en accidentes de transito. Estas cifras de por si concluyen el carácter atípico del comportamiento de la ciudad, lo cual requiere, sin duda alguna, una intervención especial

Señor Presidente, Pereiranos por la Paz desde el inició de sus actividades tiene claro que la violencia es un fenómeno complejo y multifasético cuyas causas y consecuencias interrelacionadas implican un enfoque multisectorial, integrado y participativo para el diseño de intervenciones. Es por esto que por medio de la presente nos permitimos solicitarle muy amablemente el que usted oriente poner en marcha las áreas pertinentes de su Estrategia Nacional para la Convivencia y la Seguridad Ciudadana en Pereira (y su área metropolitana).

1.Buen Ciudadano
2.Sistema de Información
3.Policia para la Convivencia
4.Por un país sin secuestro
5.El ciudadano y la justicia
6. Seguridad Privada y fundamentalmente
7. Derecho a la vida

De manera concreta solicitamos que la ciudad de Pereira sea escogida para desarrollar una experiencia piloto integral en el tratamiento de las situaciones de violencia tanto en su fase preventiva como correctiva, aprovechando entre otros, los esfuerzos que la sociedad civil de nuestra ciudad esta haciendo así como nuestro compromiso institucional y personal.

Señor presidente, si usted lo considera pertinente, estamos dispuestos a exponerle personalmente el fundamento de la presente solicitud.

De usted,

Atentamente:

Mesa Directiva Pereiranos por la Paz



Ciudadanos Miembros
Por las Iglesias:

FABIO SUESCUN MUTIS
Obispo Diócesis de Pereira
Presidente Pereiranos por la Paz

Por los Empresarios:

 

CÉSAR CASTILLO

FERNANDO VALLEJO

MAURIER VALENCIA

 

P.te Comité Intergremial

P.te Cámara de Comercio

Director COMFAMILIAR

Por los Medios:

 

FABIO CASTAÑO MOLINA

JAVIER I. RAMIREZ M.

URIEL HURTADO M.

 

Director Club de Prensa

Director EL Diario

Director La Tarde

Por el Estado:

 

LUIS ALBERTO DUQUE TORRES

ISRAEL LONDOÑO

JHON JAIRO SANTA

 

Alcalde de Pereira

Concejal

Concejal

Por la Academia:

LUIS ENRIQUE ARANGO JIMENEZ
Rector Universidad Tecnológica de Pereira

Por las Comunidades:

 

EVELIO VARELA

PAULINA IVONNE GIRALDO

 

Pre. UTRAR-CUT

Pre. Juntas Administradoras Locales

Coordinación Permanente

ORLANDO PARRA

 


viernes, mayo 29, 2020

Viaje al mundo de la cocaína


ENTREVISTA

Viaje al mundo de la cocaína: la mirada a través de un kilo

El periodista británico-estadounidense Toby Muse presenta en su último libro una radiografía desde el interior de las redes de tráfico de cocaína en Colombia que muestra por qué la lucha contra las drogas ha sido una batalla perdida.

Un policía se prepara para la erradicación de cultivos de coca en el sur de Colombia. / Cortesía periodista Toby Muse (en el recuadro)
El seguimiento paso a paso de la cadena productiva del narcotráfico, desde el cultivo mismo en las selvas colombianas hasta su comercialización en las calles del mundo, le dejó claro a Toby Muse que, contrario a lo que muchos creen, la época dorada de la cocaína en Colombia no fue la de los grandes carteles de los años 80. Es esta, la que se vive ahora. La certeza la tiene después de vivir 20 años en el país, de recorrerlo como reportero, de escribir sobre sus males y virtudes y de ser testigo de cómo la lucha contra las drogas en Colombia terminó siendo un fracaso de metas y cifras que se repiten cíclicamente sin que en dos décadas se haya solucionado nada. Se trata de un fenómeno de afectación mundial, es cierto, pero como bien lo dice este periodista británico-estadounidense, la mayoría de los muertos los sigue poniendo Colombia. (Recomendamos: ¿Por qué Colombia respaldó peración antimafia contra Venezuela?).
Muse llegó al país en el 2000 y como corresponsal para medios como The New York TimesThe Guardian, BBC y CNN, recorrió el territorio de cabo a rabo tratando de darle rostro a un contexto de conflicto armado que para los extranjeros es difícil de entender e imaginar. Caminando las trochas y hablando con la gente fue que empezó a comprender como el narcotráfico ha sido, a pesar de todo, el común denominador de esas historias marcadas por la guerra. “Mucha gente tiene en su mente la imagen de que la época dorada del narcotráfico fue la de Pablo Escobar. No, para nada. La época dorada la estamos viviendo hoy en día. Ahora hay más cocaína que nunca”, sostiene.
Por eso se dio a la tarea de mostrar en un libro, a través de personajes cuyas vidas transcurren en el mismo hilo conductor de la cadena del narcotráfico, los detalles de un mundo que se sostiene sobre la miseria y pobreza de los campesinos colombianos. Cocaleros, raspachines, sicarios, brujas, prostitutas y narcotraficantes, hacen parte de la construcción narrativa que a lo largo de más de 300 páginas, y a través del seguimiento de un kilo de cocaína, navega el escenario del narcotráfico en el siglo XXI. Al final del recorrido queda en el aire una pregunta certera: ¿Está Colombia condenada a seguir produciendo cocaína?
El libro hace el seguimiento a un kilo de cocaína comenzando desde los cultivos de coca en las selvas colombianas. ¿Qué le quedó del trabajo de campo en esas zonas de Colombia?
Estando en terreno uno se da cuenta de que nadie se está volviendo rico con esto, los campesinos cocaleros solo están sobreviviendo. Es cierto que ya no hay plata en la coca como antes, pero es el único ingreso que está garantizado. Por ejemplo, una familia le apuesta al cultivo de piña. ¿Quién va a transportar una tonelada de piña durante horas por moto, camión o barco? ¿Cuánto cuesta eso? Y digamos que se puede. Luego llegan al mercado y les dicen que ni siquiera va a haber ganancias y que hay que bajar el precio. Es imposible. La coca es lo único seguro. Para mí fue una sorpresa encontrar a tantos campesinos que no quieren cultivar más coca, pero que no ven ninguna alternativa. A eso hay que sumarle el tema de los precios. En 2018, cuando yo estaba investigando, llevaban 15 años sin subirle al precio de la base de coca, estaban recibiendo 1,4 millones por un kilo, lo mismo que pagaban en 2005 en lugares como Tumaco o Llorente, en Nariño. Todos los gastos del campesino han subido, pero reciben lo mismo porque no es un mercado libre y se tienen que acomodar al comprador que son los grupos ilegales que operan en la zona e imponen los precios.
Con ese escenario como telón de fondo, ¿por qué cree que no ha sido tan contundente el programa de sustitución de cultivos ilícitos?
La sustitución fracasó. Yo fui al plan piloto del programa que fue en Briceño, Antioquia. Hablé con las personas y había un ambiente de optimismo y los campesinos se sentían orgullosos porque su caso iba a ser un ejemplo para el país. Volví dos años después, en 2018, y el panorama era otro, muy distinto, estaban decepcionados porque no habían recibido los pagos prometidos por el Gobierno, aun cuando ellos habían arrancado voluntariamente la coca. No hubo cumplimiento y esa es la tragedia de todo este proceso de paz. Por eso ya tenemos más coca que nunca.
¿Cómo vio reflejado ese incumplimiento en la dinámica del negocio de la coca?
Yo llevo 15 años viajando al norte del Cauca, a municipios como Toribío y Tacueyó en los que nunca se había reportado presencia del Eln y ahora son ellos los que mandan. Las fuerzas cambiaron en las regiones en medio del incumplimiento y el abandono estatal. Cuando miramos el año 2016, mucha de la coca en Colombia estaba en territorios controlados por las Farc y el acuerdo de paz firmado con el Gobierno señalaba que la guerrilla dejaba las armas y el Estado, por primera vez en la historia, tenía que llegar a cada rincón del país para imponer un mínimo de ley y orden. Pero el Gobierno simplemente no pudo. Ese era el sueño, que algo de educación y de salud llegara a las regiones. Eso no pasó y lo que se encuentra uno son historias de cocaleros que construyeron su propia escuela poniendo un peaje en una trocha y que duraron tres años recogiendo plata para construirla. El Gobierno no hizo nada, ni el nacional ni el local. ¿Y cómo se pagaba el peaje?, con coca. ¿Qué tan viable es un país en el que la coca financia la construcción de una escuela? Es gente que está en el abandono total y después el Gobierno y la Policía los criminaliza porque siembran coca.
¿Y en términos de seguridad?
Como el Estado no llega, sí han llegado otros nuevos grupos, muchísimos, que se están peleando el control. En el Catatumbo, por ejemplo, hay Epl, Eln, disidencia, Clan del golfo y se habla de hasta carteles mexicanos, que si bien no creo que estén llegando como una gran fuerza a controlar el territorio, sí están trabajando como socios con grupos locales. El caos es total. Y en esto hay un tema que es tanto triste como interesante. En el Catatumbo muchos campesinos hablan de Megateo, quien mandó en la zona durante muchos años hasta que murió en 2015, con un poco de nostalgia porque cuando él estaba era el único que ejercía control y había más orden en el negocio. A los campesinos les preocupa cuando hay más que un patrón o un grupo armado en la zona porque eso significa guerra. Además se trata de una región con una frontera muy caliente y con muchos problemas. Allá, casi el 100 % de los raspachines son venezolanos. Conté la historia de las mujeres que trabajan como prostitutas y casi todas son también venezolanas. Mientras estábamos en los campos, mirando los cultivos de coca, todos los días pasaban nuevos grupos de venezolanos caminando a Colombia en busca de un nuevo futuro. Y en medio de todo esto, lo que me sorprende entre tanta miseria y el mal manejo de Venezuela, es que allá no hay cultivos de coca, todas las matas están del lado colombiano.
Después del cultivo y la producción, el siguiente eslabón dentro de esa vida del kilo de coca es el de los narcotraficantes, ¿qué encontró entrando en ese mundo?
La siguiente parte del libro se trata de los criminales, la gente que se dedica a esto. A través de un sicario mostramos el ecosistema de la cocaína y ese mundo. Fue una experiencia con muchas sorpresas, todo se mueve alrededor de la idea de “hacemos toda la plata hoy porque mañana no sabemos” o “hay que gastar todo hoy porque siempre podemos hacer una vuelta mañana”. Es un mundo oscuro, de sexo, codicia y muerte. Pero también quise mostrar las excentricidades de estas personas, como por ejemplo el sicario que reza antes de hacer un trabajo, el narco que tiene su propia bruja.
Uno de los personajes del libro es precisamente un narcotraficante a través del cual usted intenta contar la forma en que se mueve el negocio desde adentro. ¿Cómo ve esa figura del narco en la actualidad?
Ellos han aprendido que deben llevar un bajo perfil. Yo creo que los narcos hace mínimo 15 años aprendieron la lección: si su cara sale en la portada de El Espectador, no es nada bueno y ya la CIA, la Policía y el Ejército estarán encima de ellos. Por eso ahora hay un nuevo término y es el de los famosos invisibles, trabajan desde las sombras. El último de la vieja guardia, diría yo, es Otoniel, jefe del Clan del Golfo. Los otros traficantes ya quieren presentar una imagen de empresarios, ejecutivos e invisibles. Hay otro dato curioso sobre eso; el narcotraficante con quien yo hablé me dijo que le hacía falta más orden al mundo de la cocaína y que con tantos traficantes todo se ha vuelto medio caótico. Si miramos el caso de Medellín, por ejemplo, después de Don Berna no ha habido un solo rey, nadie está totalmente al mando. Eso genera confusión y caos y la cocaína siempre busca el orden, todo el mundo necesita saber cuál es su lugar.
¿Cómo se vive esa cultura actualmente en los barrios y comunas de Medellín?
Ha cambiado muchísimo. Una de las razones por las que quise hacer un libro es porque existe siempre la historia oficial y la no oficial. Si uno sube a las comunas más pobres, uno conoce hombres y mujeres que no ven ningún futuro y siempre buscan lo mismo, ser alguien en la vida. Es gente que no tiene oportunidades para salir adelante, porque en muchas zonas de Colombia quien nace pobre muere pobre. Y eso no debe ser así. En estas zonas del país los muchachos no ven ningún futuro distinto al de ser parte de un combo. Es muy triste que esta opción exista para ellos.
Luego del proceso que representa el tráfico de droga, el destino del kilo es el consumidor que compra el producto en una calle cualquiera del mundo. ¿Qué pasa con ese último eslabón de la cadena?
Durante muchos años haciendo entrevistas con distintas personas y autoridades en Colombia o Estados Unidos y hablando sobre la lucha contra las drogas, me pasaba lo mismo: apagaba la grabadora y me decían “obviamente no estamos ganando la guerra, obviamente no la podemos ganar”. Por eso también quise escribir este libro, si ese es el caso entonces todos debemos estar pendientes y buscar una solución, porque cada día que sigue más personas mueren en esta guerra contra la cocaína. Mucho más en Colombia, que siempre ha sufrido en mayor medida. El mismo expresidente Juan Manuel Santos intentó varias veces, estando aún en la Presidencia, empezar una conversación global hablando de eso, pero fue vergonzosa la reacción del mundo porque nadie dijo nada, todos tenían demasiado miedo y entonces estamos condenados a seguir con la misma guerra.
En ese caso, ¿le ha fallado el mundo a Colombia?
Colombia debe hacer preguntas muy serias a Inglaterra, a Estados Unidos, a Europa, sobre qué están haciendo desde ese lado para acabar con la demanda, porque no están haciendo nada. Yo vivo en Washington y tengo muchos amigos en Londres y me dicen que allá hay más cocaína que nunca. La cocaína ha llegado con una fuerza impresionante después de algunos años de bajo consumo y los gobiernos, acá en Estados Unidos, hacen charlas en las escuelas y ya. Eso es lo más importante de todo esto, sin una reducción de la demanda, Colombia está condenada a seguir produciendo cocaína.

martes, septiembre 10, 2019

GUERRA Y PAZ (en Colombia) PELÍCULAS, DOCUMENTALES, Y MÁS

Colección recogida en abril por Daniela E.C y Editada por Alexis A en Septiembre de 2019 de publicaciones y comentarios hechos en https://www.facebook.com/semilleropazempresa

TITULO DURACIÓN ENLACE
Amazonia Colombiana. Territorio Y Conflicto  17.21 https://youtu.be/B_Xup6rbS7Q
Breve Historia De Colombia  5.57 https://youtu.be/j_U7PuAwWF0
Cinco Relatos Peregrinos  39.40 https://youtu.be/girp7jR_DH8
Colombia El Origen De Las FARC  57.58 https://youtu.be/qkub1_rSQxw
Colombia Es Un País Mágico. Esta Es Colombia  10.59 https://youtu.be/Re239AoAzbI
Colombia Tierra De Esperanza Y Paz  31.41 https://youtu.be/mDvchO-S5aQ
Colombia Viva -Documental De EL TIEMPO Diversidad Y Riquezas De Colombia 53.06 https://youtu.be/uSWq7QGfG2g
Colombia. Una Guerra Por La Paz 28.34 https://youtu.be/PlQeZAVLDRs
Conflicto Armado En Colombia Historia, Etapas Y P  4.36 https://youtu.be/TL0MeLsfOnc
Consecuencias Y Origen Del Conflicto En Colombia  26.02 https://youtu.be/qDMOtDACv7o
Cultura Indígena Wayuu Guajira Colombia  24.21 https://youtu.be/GvfhrC5y-lY
Demopaz 1.48.26 https://youtu.be/8TIjJgwkQJE
Diana Uribe Habla Sobre Procesos De Paz Históricos  29.45 https://youtu.be/_xJN_eKq0Ow
Documental Colombia Vive 25 Años De Resistencia 3.27.05 https://youtu.be/yZ79B4f5WFI
Documental De Jorge Eliecer Gaitán  45.08 https://youtu.be/cx8pxsNF4xQ
Documental Historia De La Violencia En Colombia  13.36 https://youtu.be/Kauek-r2Jqk
Documental Historia Y Cultura Colombiana 22.17 https://youtu.be/xw3ZhIxSoI8
Documental Impunity. Paramilitares Ultra Derechistas  1.25.13 https://youtu.be/OArXwxsUfDg
Documental Los Niños Y La Paz  22.24 https://youtu.be/C4ZBEsi_Z2w
Documental Mushaisha Una Pesadilla Wayuu  50.09 https://youtu.be/_xz01i3ZRRY
DOCUMENTAL Relatos De Paz  20.26 https://youtu.be/gqnzQpO4xDc
Documental Talentos En La Construcción De Paz  38.40 https://youtu.be/ojS8gM5WoWM
Documental. 20 Años De Las Peores Tomas De Las FARC 23.26 https://youtu.be/b9vtQmiBVT4
DOCUMENTAL. Sobre La Toma Del Palacio De Justicia  1.28.51 https://youtu.be/noMPqtCANhE
El Estado Colombiano Del Siglo XX  26.23 https://youtu.be/fYpGkF9buJA
EL MENSAJE. Cortometraje De Paz  8.49 https://youtu.be/5NygTndFgZQ
El Palacio De Justicia. HISTORY CHANNEL  47.54 https://youtu.be/uqY9AK3BehQ
El Salado. Rostro De Una Masacre  51.20 https://youtu.be/OrSbzIt0-Us
Explicación De Los Acuerdos De Paz Con Las FARC  5.55 https://youtu.be/YKmVbr3fRg0
Expresión Visual. Película La Sargento Matacho  26.02 https://youtu.be/jmISw0mwgT4
Francisco De Roux Hablemos De Paz Y Derechos Humanos  55.04 https://youtu.be/DmJOFrvRyIk
Golpe De Estadio  1.40.03 https://archive.org/details/GolpeDeEstadio
Hagamos Memoria 50 Años De Las FARC  52.31 https://youtu.be/9YmFGveOFMw
Historia De Colombia Contada Por Tiro Fijo  55.30 https://youtu.be/IGcgDwnGMzg
Historia De Colombia En 16 Minutos  8.02 https://youtu.be/1iYxwp0J4vM
Historia De Las FARC Y Procesos De Paz En Colombia  10.26 https://youtu.be/cx-GwKgRsJ0
Historia De Los Procesos De Paz En Colombia  6.47 https://youtu.be/J9uo6FTzr8M
Historia De Los Procesos De Paz En Colombia  7.21 https://youtu.be/escx1MdYBUY
Historia Del Conflicto Armado En Colombia  4.30 https://youtu.be/dGNG-PUY2gI
HISTORIA DEL CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA  1.42.20 https://youtu.be/EE-TYcSuYwk
Historia Del Conflicto Armado En Colombia En 3 Minutos  3.11 https://youtu.be/0zmDS18SoWA
Historia Procesos De Paz Colombia  4.49 https://youtu.be/vUezFxFn8ec
Historia Y Cultura De La Paz  7.48 https://youtu.be/G4QWjD3AfFQ
Human Extended Versión Vol. 1  1.23.20 https://youtu.be/N1WdfVWo1pQ
La Aterradora Vida De Pablo Escobar Jamás Contada  9.13 https://youtu.be/V5rkf2YIrrM
La Cultura El Mejor Escenario Para La Paz  24.59 https://youtu.be/pF9-Ja99VwY
La Montaña Película Colombiana  1.54.00 https://youtu.be/elKostRbNOw
La Otra Cara De La Moneda: Senador Colombia Justa Libres, Jhon Milton Rodríguez 28.40 https://youtu.be/OUo5Z8oDiPU
La Paz Posible DOCUMENTAL  28.05 https://youtu.be/UvWdxOF5AMA
La Vendedora De Rosas  1.50.53 https://youtu.be/2_QY7woNZrc
Mahatma Gandhi. Morir Por La Paz  42.25 https://youtu.be/mVNsckqcKwg
Manos Sucias Película Colombiana 1.11.43 https://youtu.be/xYEaPeFxNW4
Masacre De Las Bananeras 18.58 https://youtu.be/AL_rQLOkzV4
Memorias Del Proceso De Paz Con Las FARC  58.54 https://youtu.be/3HLVG8eOqQA
Nelson Mandela El Nombre De La Libertad Documental  44.23 https://youtu.be/SaJfBpY8DWc
No Hubo Tiempo Para La Tristeza  1.04.43 https://youtu.be/das2Pipwp2w
Pablo Escobar El Patrón Del Mal  1.49.26 https://youtu.be/D4GPVLWrj0g
Palabras De Jaime Garzón Para Nunca Olvidar  9.41 https://youtu.be/WBq73dkX15U
Paramilitares En Colombia Águilas Negras  23.14 https://youtu.be/CYgbc_eQdaY
Patrimonio Fílmico, Documental Y Lingüístico De Colombia  27.05 https://youtu.be/6_ix2VeqvlA
Película La Gorra   47.51 https://youtu.be/uNwFr7MYKMg
Película Perras  1.32.47 https://youtu.be/x3QagoyX3vk
Pepe Mujica En Medellín, Colombia  47.56 https://youtu.be/AKHErPs7gt8
Periodo De La Violencia En Colombia  7.31 https://youtu.be/8pqdT8_Wi5o
Porque Inicio La Guerra Colombo-Peruana  10.59 https://youtu.be/IXRxzHfCN6U
Procesos De Paz Colombia Post Conflicto  6.22 https://youtu.be/YP6tl7PkO9Q
Rebeldía. Violencia Contra La Oposición Política En Colombia  1.12.34 https://youtu.be/-skbSKzGPE8
ROJAS PINILLA Un Enigma Lleno De Historias  22.50 https://youtu.be/S8Xph-xjOUo
Rostros De Las Memorias  46.57 https://youtu.be/7aJAPrALrlA
Rostros De Paz DOCUMENTAL 1.28.25 https://youtu.be/dxDBSPSJzIw
Satanás Filme Colombiano  1.35.55 https://youtu.be/gNaOX8INdIA
SOMETIMES IN APRIL. PELICULA  2.20.37 https://youtu.be/4oItyDBWUHM
Soñar No Cuesta Nada PELICULA 1.32.00 https://youtu.be/eUdydebtcNw
Todo Pueblo Está En Condiciones De Alcanzar La Paz  31.15 https://youtu.be/ixgWYY8BORo
Tráiler Película Ciro Y Yo  1.54 https://youtu.be/si8vUFK9Uww
Tráiler PELICULA Oscuro Animal  1.56 https://youtu.be/8hMtsgVyHHA
Un Café Para La Paz DOCUMENTAL  25.05 https://youtu.be/Hb6Bh4_2jWQ
Vidas Represadas Entre La Inundación Y El Desplazamiento  54.56 https://youtu.be/ZhQkgNqL0KA
Violencia Contra La Mujer Indigena Y Acceso A La Justicia Propia Y Ordinaria.  30.11 https://youtu.be/cq-eYgIkICY
Yo Aporto A La Paz La Importancia De La Memoria Histórica De Un País  8.56 https://youtu.be/5o3oBJ88M_M



Imagen de la MUY RECOMENDADA Película MONOS 

-ausente de esa lista, pues aún NO salia-


SI UN ENLACE DEJA DE FUNCIONAR 
ANIMATE, Y BUSCA EN YOUTUBE, GOOGLE, U OTRAS PLATAFORMAS, 
CON EL NOMBRE CITADO