jueves, febrero 25, 2016

#Periodismo #Colombia #2016

El fin del periodismo

No voy a defender la publicación del video. Lo que me interesa es la manera virulenta como aplastaron a Vicky Dávila en las redes sociales.
 María Jimena Duzán Foto: Guillermo Torres
Ser periodista en Colombia hasta hace poco era un oficio aprestigiado, así no fuera ni bien pago, ni la mejor manera de hacer amigos. Sin embargo, de un tiempo para acá, esa aureola respetable con que la sociedad nos ungió en años pasados se nos ha ido evaporando en la medida en que la opinión pública, que no es boba, se ha dado cuenta de que el periodismo que se practica hoy en Colombia es sinónimo de soberbia, de likes, de arrogancia y de genuflexión ante los poderes económicos y políticos, y que valores como la independencia y la ética son parte ya de la prehistoria.
Ese repudio y hastío frente al papel que desempeñan los periodistas y los medios lo venía notando en las conferencias sobre periodismo a las que me invitan con alguna frecuencia, y en las que las críticas a los medios sobrepasaban incluso las críticas a la corrupción en los partidos políticos y en las instituciones gubernamentales. Me sorprendió también ver esa misma reacción en las víctimas de Bojayá que estuvieron en la ceremonia de reconciliación con las Farc. Para ellas, los medios son un enemigo tan temido como las Farc o los paramilitares. Luego de esa amarga experiencia tuve la impresión de que los medios teníamos que reflexionar seriamente sobre nuestro papel y sobre el periodismo que estábamos haciendo. Algo debíamos estar haciendo muy mal para que una comunidad como la de Bojayá hubiera prohibido la entrada de periodistas el día de la ceremonia de reconciliación por considerarnos un agente perturbador.
Sin embargo, fue con el linchamiento que se dio en las redes sociales contra Vicky Dávila, por haber sacado en La F.M. de RCN un video en el que se veía al exviceministro del Interior y a un policía en una conversación sexualmente explícita, que este malestar llegó a su cenit. Ese día en que se publicó el video, una señora me enrostró a mí la publicación, y me dijo que estaba hastiada porque los periodistas se creían dioses y jueces. No le pude decir nada, porque tenía razón. Por la noche, un taxi al que me subí me insultó cuando supo que era periodista. Tampoco pude decir algo en favor de los colegas.
No voy a defender la publicación del video de marras -no lo habría publicado por considerarlo innecesario para la investigación que estaba adelantando la periodista en torno a una red de prostitución que habría existido al interior de la Policía-, porque lo que me interesa para esta discusión es la manera virulenta como aplastaron a Vicky Dávila en las redes. La indignación fue tan tenaz que era evidente cómo a Vicky no solo le enrostraron su error, sino todos los excesos que los periodistas y los medios hemos cometido.
Yo atendería este clamor, así sea exagerado e injusto con la propia Vicky Dávila, quien por un error de criterio periodístico no merece ser lapidada en las redes. Y lo atendería porque hay en esa reacción un mensaje que la sociedad nos está mandando y que no deberíamos hacer a un lado con la soberbia que siempre nos caracteriza.
Hace rato el periodismo en Colombia perdió su dignidad porque se comenzó a ejercer con los mismos estándares éticos con que se hace política en el país. Hay periodistas corruptos que han convertido el periodismo en un negocio; trafican con la información y se aprovechan de su condición de periodistas para acceder a lugares con el propósito de engordar sus bolsillos, mover procesos o conseguir dádivas. Periodistas que además son intocables porque la Fiscalía ni los emplaza ni los investiga, como bien lo resaltó hace poco en una columna en El País de Cali, Gustavo Gómez. Hay columnistas que no declaran sus conflictos de intereses pero sí tienen el coraje de exigírselos a los políticos y a los ministros que denuncian. Y hay periodistas que se meten a tocar temas en los que sus novios o sus maridos son protagonistas sin decirle a la audiencia cuáles son sus relaciones con el poder, argumentando que se trata de su vida privada. Hay periodistas que trapean con los ministros, con los alcaldes, con los superintendentes con una soberbia propia de quien se cree de una casta superior. Y también hay periodistas que investigan no para descubrir la verdad de los escándalos sino para tumbar a funcionarios, a ministros o a presidentes y nutrir de esa forma su egoteca y su rating.
El periodismo es una herramienta fundamental para garantizar la libertad de expresión y es vital en una democracia. Ojalá que los periodistas aprendamos la lección de lo que sucedió con Vicky Dávila y volvamos a los fundamentos del periodismo. Todavía estamos a tiempo de enderezar el caminado y lo que menos necesitamos es que sea el presidente Santos quien nos dé clases de periodismo. Ahora, si persistimos en seguir acabando con el oficio terminaremos por finiquitarlo.

lunes, febrero 15, 2016

Camilo Torres Restrepo #CamiloTorres #CamiloTorresRestrepo

Colombianos:

Durante muchos años los pobres de nuestra patria han esperado la voz de combate para lanzarse a la lucha final contra la oligarquía. En aquellos momentos en que la desesperación del pueblo ha llegado al extremo, la clase dirigente siempre ha encontrado una forma de engañar al pueblo, distraerlo, apaciguarlo con nuevas formas que siempre paran en lo mismo: el sufrimiento para el pueblo y el bienestar para la clase privilegiada.
Cuando el pueblo pedía un jefe y lo encontró en Jorge Eliécer Gaitán, la oligarquía lo mató; cuando el pueblo pedía paz, la oligarquía sembró el país de violencia. Cuando el pueblo ya no resistía más violencia y organizó guerrillas para tomarse el poder, la oligarquía inventó el golpe militar para que las guerrillas engañadas se entregaran. Cuando el pueblo pedía democracia, se le volvió a engañar con un plebiscito y un Frente nacional que le imponía la dictadura de la oligarquía.

Ahora el pueblo no creerá nunca más, el pueblo no cree en las elecciones, el pueblo sabe que las vías legales están agotadas. El pueblo sabe que no queda más que la vía armada. El pueblo está desesperado y resuelto a jugarse la vida, para que la próxima generación de colombianos no sea de esclavos, para que los hijos de los que ahora quieran dar su vida tengan educación, techo, comida, vestido y, sobre todo, dignidad. Para que los futuros colombianos puedan tener una patria propia, independiente del poderío norteamericano.

Todo revolucionario sincero tiene que reconocer la vía armada como la única vía que queda... Sin embargo, el pueblo espera que los jefes con su ejemplo y con su presencia den la voz de combate.

Yo quiero decirle al pueblo colombiano que este es el momento. Que no le he traicionado... Que he recorrido las plazas de los pueblos y ciudades clamando por la unidad y la organización de la clase popular para la toma del poder. Que he pedido que nos entreguemos por estos objetivos hasta la muerte. Ya todo está preparado. La oligarquía quiere organizar otra comedia de las elecciones, con candidatos que renuncian y vuelven a aceptar, con comités bipartidistas; con movimiento de renovación a base de ideas y de personas, que no solo son viejas sino que han traicionado al pueblo:

Cristo que usaba Camilo Torres 

¿Qué más esperamos colombianos?
Yo me he incorporado a la lucha armada. Desde las montañas colombianas pienso seguir la lucha con las armas en la mano, hasta conquistar el poder para el pueblo. Me he incorporado al Ejército de Liberación Nacional porque en él encontré los mismos ideales del Frente Unido.
Encontré el deseo y la realización de una unidad por la base, de base campesina, sin diferencias religiosas ni de partidos tradicionales. Sin ningún ánimo de combatir a los elementos revolucionarios de cualquier sector, movimiento o partido... Sin caudillismos... Que busca liberar al pueblo. Que en sus objetivos acepta la plataforma del Frente Unido.

Todos los colombianos patriotas debemos ponernos en pie de guerra.

Poco a poco irán surgiendo jefes guerrilleros experimentados en todos los rincones del país. Mientras tanto debemos estar alerta. Debemos recoger armas y municiones, buscar entrenamiento guerrillero, conversar con los más íntimos, reunir ropa, drogas y provisiones y prepararnos para una lucha prolongada.

Hagamos pequeños trabajos contra el enemigo en los que la victoria sea segura.

Probemos a los que dicen ser revolucionarios, descartemos a los traidores, no dejemos de actuar pero no nos impacientemos. En una guerra prolongada todos deberán actuar en algún momento; lo que importa es que en ese preciso momento la revolución nos encuentre listos y prevenidos. No se necesita que todos hagamos todo; debemos repartir el trabajo. Los militantes del Frente Unido deben estar a la vanguardia de la iniciativa y de la acción. Tengamos paciencia en la espera y confianza en la victoria final. La lucha se debe volver una lucha nacional, ya hemos comenzado porque la lucha es larga.

Colombianos: no dejemos de responder al llamado del pueblo y de la revolución.
Militantes del Frente Unido: Hagamos realidad nuestras consignas:
Por la unidad de la clase popular, ¡Hasta la muerte!
Por la organización de la clase popular, ¡Hasta la muerte!
Por la toma del poder para la clase popular, ¡Hasta la muerte!
¡Hasta la muerte porque estamos decididos a ir hasta el final. Hasta la victoria porque un pueblo que se entrega hasta la muerte siempre logra la victoria!
Hasta la victoria final con las consignas del Ejército de Liberación Nacional:

¡Ni un paso atrás liberación o muerte!
Desde las montañas de Colombia
Enero 7 de 1966.

 La presente Proclama la conoció Colombia el 7 de enero de 1966, a través de El Espacio, el diario vespertino de Bogotá; con ella, Camilo Torres Restrepo, el cura guerrillero, anunció su incorporación al Ejército de Liberación Nacional. Con esta aparición pública se conmemoró el primer aniversario de la toma de la población de Simacota por parte del ELN y se dio conocer el paradero de Camilo, de quien el país no tenía noticias desde octubre de 1965.

viernes, febrero 05, 2016

#PalacioDeJusticia #1985 la versión de Noemí Sanín

JUDICIAL 2 FEB 2016 - 10:39 PM en http://www.elespectador.com/noticias/judicial/noemi-sanin-su-version-del-holocausto-del-palacio-de-ju-articulo-614357
Dijo que no hubo censura

Noemí Sanín: su versión del holocausto del Palacio de Justicia

El Espectador conoció la declaración que la exministra de Comunicaciones le dio a la Fiscalía. Sus revelaciones son sorprendentes.
Por: Juan David Laverde Palma
En Twitter: @jdlaverde9

Noemí Sanín: su versión del holocausto del Palacio de JusticiaNoemí Sanín Posada, exministra de Comunicaciones. / Diana Sánchez
Por más de doce horas, y aportando grabaciones y constancias inéditas de lo ocurrido el 6 y el 7 de noviembre de 1985, la exministra de Comunicaciones Noemí Sanín Posada le contó a la Fiscalía todo de cuanto fue testigo durante el holocausto del Palacio de Justicia. El Espectador conoció toda su versión en audios que se distribuyeron en cuatro sesiones entre el 1º y el 9 de diciembre de 2015. Un testimonio que promete levantar ampolla por el alcance de sus revelaciones. (Escuche acá los audios de la versión de Sanín)
Lo primero que recordó Sanín fue el contexto de la época, en donde los ejércitos agazapados del paramilitarismo entraban en escena, el narcotráfico amenazaba la estabilidad del país y las guerrillas negociaban una salida política en medio de atentados y carros bombas. Sanín relató que antes de ser ministra estuvo en la Comisión de Paz y que vio nacer la Unión Patriótica. “Pensé que ese día nacía la paz”. También contó que el comandante del M-19, Carlos Pizarro, fue su compañero en la universidad, y que la ultraderecha de la época la llamaba “la ministra guerrillera”. (Vea acá el especial de los 30 años del Palacio de Justicia)
También relató que en aquellos tiempos por cuenta de los procesos de paz había constantemente entrevistas con jefes guerrilleros en los distintos medios del país y que la Asociación Nacional de Industriales, presidida entonces por Fabio Echeverri Correa, le envió una circular a todos sus agremiados “alertándolos del exceso de libertinaje de los medios”, en la que “los invitaba a no pautar publicidad en los medios que supuestamente hacían apología del delito”. La ministra, en contraste, escribió una carta defendiendo la libertad de la información y recordó una frase del presidente Belisario Betancur: “Prefiero una prensa desbordada a una censurada”.
La exministra dijo que se disponía a ingresar al Congreso a un debate cuando oyó los primeros estruendos de la toma. Inicialmente pensó que se trataba de un atraco bancario, pero pronto se le vino a la cabeza que podía tratarse de un golpe de Estado. Según ella, tuvo esa segunda sensación porque en un reciente viaje que había hecho a Roma se encontró con el embajador y general (r) Luis Carlos Camacho Leyva, quien le contó que muchos militares estaban molestos con el gobierno Betancur por su apuesta de paz con las guerrillas.
De inmediato corrió a Palacio para acompañar al presidente y poco tiempo después recibió la llamada del periodista Mauricio Gómez, director de 24 Horas, quien le leyó la proclama del M-19 en donde se le exigía a Belisario Betancur presentarse para un juicio revolucionario. En ese momento, recordó, comenzaron las transmisiones radiales en cabeza de Yamid Amat y Juan Gossaín. Noemí Sanín sostuvo que se enteró mucho más de lo que ocurría por los medios que por lo que acontecía en Palacio.
En su extenso relato manifestó que en el gobierno había temor de que alguien pudiera suplantar la voz del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Alfonso Reyes Echandía, y que por eso se delegó en el director de la Policía, Víctor Delgado Mallarino, quien era muy amigo de él, que corroborara la identidad del magistrado. Así ocurrió cuando sobre las cinco de la tarde de ese 6 de noviembre de 1985 se logró la comunicación entre la Casa de Nariño y Reyes Echandía. Aunque al principio Sanín insistió en que sí hubo una corta comunicación entre el presidente Betancur y Reyes, al final de su testimonio resaltó que quien habló con el jefe guerrillero del M-19 Luis Otero fue el general Delgado Mallarino.
De hecho Noemí Sanín leyó un documento que ella realizó un mes después de la toma y que encontró dos días antes de la diligencia con la Fiscalía. La constancia rezaba así: “Se conectó el parlante al despacho presidencial y se decidió que tomara el auricular el general Delgado Mallarino en nombre del gobierno. Se procedió así por el conocimiento de existir una gran amistad entre el presidente de la Corte y el mencionado general. El señor presidente y los ministros escucharon cuando el doctor Reyes Echandía solicitó un alto al fuego, informó que con él estaban varios guerrilleros que le apuntaban con ametralladoras. ‘Nos van a matar’, dijo. Con vehemencia solicitó la suspensión del operativo militar”.
De acuerdo con el documento aportado, “el general Delgado ante el angustioso llamado del presidente de la Corte, solicitó (a Reyes Echandía) que le pasara al teléfono al jefe de la guerrilla. Se oyó la voz de un guerrillero que se identificó con el apellido de Otero. El general Delgado Mallarino le dijo: ‘Tenemos la situación controlada, están ustedes rodeados, ríndanse y les garantizamos la vida y un juicio imparcial’. La voz respondió: ‘Como en el sur, no nos rendimos’. Insistió el general: ‘reflexionen y los volveremos a llamar’. Noemí Sanín señaló que a las 5 y 15 minutos de la tarde el ministro de Justicia, Enrique Parejo, volvió a llamar al teléfono de Reyes Echandía, el 2415015, pero fue imposible restablecer el diálogo. Luego siguió la toma del cuarto piso en el Palacio.
Sanín señaló que al gobierno le preocupaba tremendamente la falta de libertad del presidente de la Corte, pues ya se sabía por distintos medios que lo tenían amenazado con un arma en la cabeza y “obviamente lo que él decía era lo que la guerrilla quería que él dijera”. Por esa razón afirmó: “Nunca sabremos qué habría dicho el presidente de la Corte si no hubiera tenido una arma en la sien”. A renglón seguido contó un detalle inédito: que ella está absolutamente segura de que esa charla entre Reyes Echandía y Luis Otero con el gabinete de Belisario Betancur fue grabada en un casete que ella consiguió.
“Hay un tema complejo que debo reconocer: aquí no hay unidad de criterio en los ministros. Yo lo recuerdo perfectamente y fue que busqué una grabadora o pedí que se buscara una grabadora y estoy segura, pero mis colegas no, de que esas conversaciones se grabaron, porque yo era consciente de la importancia. Otros dicen que no, yo tengo un recuerdo distinto, y ese casete por el que averigüé mucho tiempo después, a mí juicio desapareció”. Incluso sostuvo que recordaba que esa grabación magnetofónica la había guardado Víctor G. Ricardo en la caja fuerte de la Secretaría General de Palacio. No obstante, añadió, ese exfuncionario le ha insistido en no recordar tal episodio.
Mientras en Palacio los teléfonos no dejaban de sonar y los familiares de las víctimas se quejaban con la ministra de Comunicaciones porque supuestamente los medios de comunicación estaban descontrolados y al mantener al teléfono a varios rehenes les impedían comunicarse directamente con ellos, una cosa incomodó profundamente a Noemí Sanín. En tanto en la Casa de Nariño se hablaba de diálogo, se sintió un estruendo mayor en Palacio. Se supo entonces que un helicóptero de la Policía llegó al lugar y que comenzó un cruce de disparos. “Ahí estaba (en Presidencia) un militar que dijo: ‘Nosotros ya teníamos el operativo en curso, no se podía dar reversa’”. Ella y varios ministros más se quejaron “por la incongruencia”.
Seguidamente la exministra confesó que fue tal el desespero por tratar de buscar una salida distinta a la confrontación militar, que recurrió a escenarios insospechados: “Me acuerdo perfectamente haber llamado a la Embajada de Estados Unidos y de Israel, que eran las más desarrolladas tecnológicamente, a preguntar por gases, si podíamos meter por las tuberías o por algún lado gases para que todos se quedaron dormidos y me acuerdo que me humillaron un poco, me sentí muy incómoda porque me dijeron que si yo veía muchas películas de James Bond”.
Aún más, en su relato Sanín resaltó que el presidente Betancur siempre se preocupó por la suerte de los rehenes y les preguntó a quienes comandaban el operativo de retoma si estaban seguros de que esa era la mejor forma de salvaguardar sus vidas. Según ella, la respuesta del alto mando siempre fue igual: riesgos había, pero era peor si no retomaban el control, porque la guerrilla podía atrincherarse. También contó que varios ministros se molestaron mucho con la prensa, pues aseguraban que se había advertido por los medios del operativo en el que participó el helicóptero de la Policía y que por eso los guerrilleros los habían recibido a bala.
Fue entonces cuando decidió comunicarse con los medios y decirles que informaran con responsabilidad que por favor no la hicieran cortar la transmisión. En ese momento de su versión recordó una anécdota con el presidente Alfonso López. Según él, parte de la responsabilidad de la tragedia del 9 de abril de 1948 se debió a la emisora Nueva Granada que convocó a la revuelta y arengó por radio. En ese contexto, y habiendo sido informada de que en Soacha y Zipaquirá milicias del M-19 estaban repartiendo pan y leche y que en la cárcel La Modelo se estaban amotinando, Sanín temió que se reeditara El Bogotazo y por eso increpó a los medios.
Su versión es tajante: “No hubo censura, nunca hubo censura, amenacé por teléfono, les mandaba, les suplicaba, les advertía (a los medios), que por favor la vida de los rehenes estaba de por medio”. Incluso aseguró que nunca apagó un transmisor, que ningún medio salió del aire y que antes al contrario muchas de las grabaciones que hoy son prueba judicial fueron realizadas por el Estado y difundidas después a los medios.
De la misma manera, insistió en que toda la vida la han atacado por la transmisión del partido de fútbol entre Millonarios y Unión Magdalena ese 6 de noviembre de 1985, pero que fue el director de Inravisión, Fernando Barrero, quien autorizó esa transmisión pues había recibido una llamada del propio presidente Betancur en la que le advertía que frente a actos terroristas lo mejor que se podía hacer era continuar en un ambiente de normalidad para evitar que el pánico cundiera entre la ciudadanía. Al final de su testimonio Sanín rechazó quedar para la historia como una censuradora y recordó que durante el holocausto recibió muchas críticas justamente por no haber cortado la transmisión que en directo hacían los medios de un acto terrorista.
En resumen, declaró que todas las decisiones que se tomaron por parte del gobierno se hicieron conforme a la Constitución, que jamás hubo censura a la prensa, que Yamid Amat se equivoca cuando dice que ella lo obligó a transmitir el partido de fútbol entre Millonarios y Unión Magdalena y que alguna vez el jefe guerrillero Carlos Pizarro le confesó que jamás estuvo de acuerdo con la toma del Palacio de Justicia, y que ese hecho los había deslegitimado tanto, que constituyó la primera piedra para que se animaran a un proceso de paz serio.
Sanín Posada advirtió que el acta de la sesión de ministros del día del holocausto le pareció floja e incompleta y que ella se propuso durante tres días con sus noches hacer un acta más fidedigna de todo cuanto había acontecido en esas 30 horas aciagas. Sin embargo, ese documento también se embolató para la historia. Cuando la Fiscalía le preguntó si hubo vacío de poder en Palacio, ella sostuvo que jamás lo hubo y que siempre vio a un presidente gobernando. Sobre el famoso pacto de silencio, la exministra señaló vehementemente: “Eso es una canallada. Juro ante Dios y por la historia que nadie nunca podrá pensar que yo acepto un pacto de esa naturaleza. Me llenaría de verguenza y de oprobio (...) Hice todo lo que estuvo a mi alcance para salvar la vida de todos, para que no ocurriera un hecho parecido al Bogotazo”

jueves, octubre 22, 2015

los ciclos del #poder, los #ciclos de la #política

A días de las elecciones para autoridades locales en #Pereira y #Risaralda ....reflexión sobre los ciclos de la política y del poder 

Que esperar del proceso de paz #Colombia #FARC

Recién realizada la histórica reunión de Santos con Timochenko (la 2a de un jefe de estado Colombiano) y anunciados los seis meses, ésta es la síntesis de las reflexiones

lunes, septiembre 07, 2015

#Colombia #2015 antes de la reinserción de las FARC, antes del PostConflicto

Estas son las bandas criminales que azotan a Colombia

¿Dónde operan? ¿Qué delitos cometen?


Bandas-Criminales-P
Según el jefe Área Investigativa de Delitos Especiales de la Dijin, coronel Pablo Ruiz, la policía tiene la orden de desarticular toda banda delincuencial que accione en el país. Por tal razón los diferentes grupos que trabajan en la tarea han clasificado las organizaciones delincuenciales por área de injerencia (nacional, regional o local) y peligrosidad en bandas tipo A, B y C.
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Dentro de la categoría tipo A, que delinquen a nivel más nacional y sus delitos llegan a ser transnacionales, hay tres identificadas: ‘Los Urabeños’, liderados por alias ‘Otoniel’ (actualmente el hombre más buscado del país); ‘Los Rastrojos, liderados por alias ‘Don César y las disidencias del Ejército Revolucionario Popular Antisubversivo de Colombia, Erpac, lideradas por alias “Pijarvey”.
Dentro de la categoría B están las bandas que delinquen a nivel departamental, las directamente responsables de los asesinatos y del microtráfico de estupefacientes. Estas organizaciones casi siempre trabajan para las bandas tipo A o para narcotraficantes poderosos. Y las tipo C son las bandas que delinquen a nivel de ciudades.
KienyKe.com presenta un mapa de las bandas tipo B, por ser estas de interés nacional y de las que menos información se tiene.
Bandas criminales 1-11
La banda de Marquitos Figueroa – La Guajira
Aunque el líder de esta organización, Marcos de Jesús Figueroa García, alias ‘Marquitos’, fue capturado el año pasado en una lujosa residencia en Brasil, y el presunto segundo al mando de la banda, Juan Carlos Bonilla, fue asesinado en mayo de este año en La Guajira, según el coronel de la policía Pablo Ruiz, aún hay reductos de esta organización delinquiendo y haciendo de las suyas en La Guajira y otros sectores de la Costa Atlántica y el Cesar.
La banda de ‘Marquitos Figueroa’ se dedica principalmente al tráfico de drogas y al contrabando de gasolina. Pero el delito por el que más le temen a esta organización, diezmada en un alto porcentaje por las autoridades, es el asesinato y el ajuste de cuentas.
Dicen las investigaciones que la organización y los líderes de esta tienen a sus espaldas varios asesinatos en la alta Guajira, El Magdalena y Cesar.
Alias-Marquitos
‘La constru’ – Putumayo
“La constru” es una peligrosa banda que delinque en el Putumayo. A esta organización delictiva se le atribuyen delitos de microtráfico y narcotráfico hacia Ecuador y en Putumayo, Caquetá y Huila. También, según las autoridades, ellos son los encargados de llevar adelante las extorsiones a trabajadores del sector petrolero en la región. Así mismo es el grupo delincuencial al que más se le atribuyen asesinatos.
A finales de junio de este año, la Dijin y la policía de Ecuador capturaron en la provincia de Sucumbíos, en el vecino país, a alias ‘El Paisa’, el líder de la banda ‘La constru’, quien pasó a ser el jefe de la organización tras el arresto de Héctor Orlando Bastidas, quien fue detenido el pasado mes de enero, el máximo jefe de la banda.
Según la Dijin, este grupo delincuencial tiene vínculos con los frentes 32, 48 y 49 de la guerrilla de las FARC  y con células de los ‘Rastrojos’. También se le vincula con la colaboración en atentados a las estructuras petroleras.
‘Los Soto’ – Llanos Orientales
Esta organización delincuencial y familiar fue conocida por la opinión pública hacia finales de 2014, cuando la Dijin capturó en el municipio de Maní (Casanare) a 10 personas que presentó como vinculadas a una banda criminal denominada ‘Los Soto’. En esa oportunidad los detenidos fueron detenidos por el homicidio de cuatro personas.
‘Los Sotos’ es una organización paramilitar que nació, al parecer, hace unos dos años en los Llanos Orientales y que delinque principalmente en Meta y Casanare. La Dijin tiene identificado como líder y creador a alias ‘Vicente Soto’. Familiares de este hombre son los otros mandos de la organización.
Soto, es el seudónimo del nombre completo de la organización: Sembrando el Orden Total. Esta banda tiene, según las investigaciones, unos 80 integrantes. Principalmente se dedican al narcotráfico y de este delito se desprenden los demás que cometen, como porte ilegal de armas de uso privativo de las fuerzas militares, desplazamiento forzado, homicidio, extorsiones, y reclutamiento ilegal de menores de edad.
‘Los Soto’, según las autoridades, mueven una gran cantidad de droga hacia Venezuela y Centroamérica por pistas clandestinas que están bajo el ojo de las autoridades.
Esta peligrosa banda está aliada con otra igual de peligrosa, llamada el ‘Renacer de los ‘Buitragueños’, que es liderada, según investigaciones, por familiares directos del narco y paramilitar Héctor Germán Buitrago, alias ‘Martín Llanos’.
“Los Pachenca” – Caribe Colombiano
El jefe de sicarios de esta banda criminal, Óscar Almanza Parra, de 38 años, fue capturado por las autoridades el pasado mes de junio en Barranquilla. Almanza fue, como la mayoría de integrantes de este grupo, según las autoridades, miembro de fuertes grupos paramilitares que se desmovilizaron.
‘Los Pachenca’ delinquen principalmente en el Magdalena y La Guajira. Tienen, según la policía, fuertes alianzas con el ‘Clan Úsuga’. Sus principales líneas de acción son el narcotráfico, el tráfico de gasolina y las extorsiones a importantes comerciantes y empresas de Santa Marta, principalmente. Según investigaciones a este grupo se le adjudica el 80 por ciento de las extorciones en la capital del Magdalena.
‘Los Pachenca’ es liderado por Jesús María Aguirre Gallego, alias Chucho Mercancía, quien en años anteriores hizo parte del ‘Clan Úsuga’. La policía lo capturó y por ser ficha de menor rango en los ‘Úsuga’ pagó unos años de prisión. Al salir de la cárcel creó a ‘Los Pachenca’ creando terror en el Magdalena y sus alrededores.
loscostenos--El-universal
‘Los Costeños’ – Barranquilla
Aunque la mayoría de los jefes de esta banda está tras las rejas, las autoridades han logrado determinar que los líderes de esta organización siguen delinquiendo desde prisión y dando órdenes a los hombres que tienen en las calles de la ‘arenosa’.
‘Los Costeños’ fue una banda delincuencial que se organizó con antiguos hombres que hacían parte de los Rastrojos, antiguos paramilitares. Se dedican principalmente al cobro de extorsiones a comerciantes y transportadores. También se les atribuye asesinatos, desencadenados de la negativa al pago de vacunas.
Según las investigaciones de las autoridades, esta banda recibe en promedio unos 200 millones de pesos mensuales producto del ilícito.
La policía tiene identificados como los líderes de ‘Los Costeños’ a los hermanos Borré, quienes son tres exparamilitares que pertenecieron al bloque ‘Héroes de los Montes de María’, que después de la desmovilización siguieron delinquiendo con ‘Los Rastrojos’.
El jefe máximo es, según las autoridades, Brayan Eduardo Borré Barreto, alias ‘Jackie’ o ‘Tío Guillo’. Fue capturado. Después de comprobarse que seguía delinquiendo desde prisión fue trasladado a la cárcel Palogordo, en Girón (Santander). Las autoridades han indicado que el hombre detrás de ‘los Costeños’ que aún está libre es Javier Enrique Insignares Toro, alias ‘J. J’ o ‘Benjamín’.
Los Botalones – Magdalena Medio
Los ‘Botalones’ es una fuerte organización que, junto con los ‘los Urabeños’, ‘los Rastrojos’ y las disidencias del EPL tienen azotado el Magdalena Medio. También tienen injerencia, en menor proporción, en los departamentos de Santander, Norte de Santander, Boyacá, Arauca y Cundinamarca.
En febrero de 2015, según el coronel Ruiz, se capturaron a 16 personas vinculadas con esta organización, hecho que desarticuló la banda delincuencial y redujo considerablemente su accionar delincuencial.
Los ‘Botalones’ se crearon después de la desmovilización del exjefe paramilitar Arnubio Triana, alias “Botalón”. Su principal accionar era el robo de hidrocarburos pero después se dedicaron a los homicidios selectivos, el tráfico de armas de fuego, tráfico de estupefacientes y desplazamiento forzado.
LOs-botalones
‘La Empresa’ – Buenaventura
A principios de junio las autoridades capturaron en Buenaventura a alias ‘El Tío’, considerado el máximo jefe de ‘La Empresa’, una organización dedicada a secuestros, tortura, homicidio, desplazamiento forzado.
El área de injerencia de esta organización es el puerto de Buenaventura. Aunque con la captura de ‘el Tío’, considerado el último de sus grandes líderes, se dio por desarticulada la banda, aún hay reductos que quieren retomar las acciones de ‘La Empresa’ en el puerto.
Esta peligrosa banda, a la que se le adjudican algunos de los desmembramientos de cadáveres en la ciudad, fue creada por alias ‘el Tío’ y alias ‘Orejas’, exmiembros del grupo paramilitar Bloque Calima de las Autodefensas Unidas de Colombia.
‘Los Caqueteños’ – Amazonas
Delincuentes peruanos y colombianos son los que a sangre y fuego se han peleado el control de la zona limítrofe a orillas del río Amazonas, exactamente el sector conocido como el trapecio Amazónico. Desde hace unos años son los colombianos los que mandan en la zona.
Los amos y señores del control del tráfico de cocaína en ese sector son los integrantes de la banda delincuencial conocida como ‘los Caqueteños’. A esta organización también se le adjudican asesinatos, pero estos se desprenden de su principal negocio: el tráfico de drogas hacia Brasil, Perú, el interior de Colombia y hacia el extranjero, usando como rutas los países fronterizos.
Según el coronel, los laboratorios de coca se encuentran en el lado peruano. Los instalaron allá para evadir la lucha contra las drogas por parte de las autoridades colombianas. “Pero estamos unidos con la policía del Perú para desarticular esta estructura”, indicó el oficial.
Investigaciones judiciales han indicado que esta organización se fortalece porque su negocio es apadrinado por grupos narcoterritoristas y guerrilleros como los bloques Sur y Oriental de las Farc de Colombia; el Comando Rojo y Primer Comando de la Capital, de Brasil, y Sendero Luminoso, de Perú.
En marzo de 2015 el CTI de la fiscalía capturó en el Huila a Jáder Calderón Muñoz, considerado el líder de este grupo delincuencial que ha invadido el país con su cocaína. Hoy en día las autoridades están tras los pasos de alias ‘Loro’, a quien tienen identificado como el actual líder de este grupo narcocriminal.
Megateo-ok
Megateo ‘EPL’ – Norte de Santander
Víctor Ramón Navarro, alias Megateo, de 37 años, es considerado el amo y señor del Catatumbo. Él es el líder militar y criminal de la disidencia del desmovilizado EPL, al que él llamó frente Libardo Mora Toro y con el que pasó de guerrillero a narcotraficante.
Según el jefe del Área Investigativa de Delitos Especiales de la Dijin, aunque ‘Megateo’ no es el número uno del EPL, él es la imagen más representativa de la banda delincuencial, que ya no es considerada por las autoridades como grupo guerrillero.
El número uno de la organización, que se ha dedicado al tráfico de drogas y al control del narcotráfico desde el Catatumbo, es Guillermo León Aguirre, alias ‘David León’.
Al parecer Megateo quedó herido en una operación que se realizó a finales de agosto, pero hasta la fecha son solo rumores.
Esta disidencia del EPL trabaja, según la policía, de la mano de los grupos guerrilleros de la zona, FARC y ELN, para el tráfico de drogas.
‘La Cordillera’ – Pereira
‘La Cordillera’ es la banda delincuencial que azota la zona cafetera del país. Tienen, según la policía, su área de injerencia la ciudad de Pereira, pero delinquen en ciudades como Manizales, Armenia, y en el Norte del Valle.
El principal accionar de esta banda es el narcotráfico, microtráfico y lavado de activos.
Según las investigaciones de la policía, esta organización está ligada con “los Urabeños”, y es la clave para sacar la droga por el Pacífico colombiano.
La semana pasada, la Dijin logró la captura de alias “Tres Caras”, el líder de este grupo delincuencial. Alias ‘Berny’, otro de sus cabecillas, llegó a un acuerdo con las autoridades y se entregó.
Esta organización, encargada de homicidios selectivos, el tráfico de estupefacientes y extorsiones en el Eje Cafetero, nació con desmovilizados que eran ‘paras’ de confianza del narcoparamilitar Carlos Mario Jiménez alias “Macaco”, condenado en Estados Unidos a 33 años de prisión.
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Oficinas de cobro – Cali
Las bandas criminales en Cali que más preocupan a la policía no son las de delincuencia común, que sí hay muchas y sobre las que también están trabajando, sino las oficinas de cobro, que no son otra cosa que pequeños grupos de sicarios a domicilio.
La mayoría de los homicidios en la ciudad y sus alrededores son llevados a cabo por estas oficinas de cobro. Estas organizaciones, unas ocho en la ciudad, son lideradas por narcotraficantes poderosos y cada una de ellas tiene un líder visible que está en la mira de la policía, así se lo explicó a KienyKe.com el coronel Ruiz.
Dentro de las identificadas están la oficina de cobro Boliqueso, Lobo, Fresa, Búho, Yepes. Varios de los jefes de estas bandas ya han sido capturados.
ODIN – Medellín
Las ODIN son Organizaciones Delincuenciales Integradas al Narcotráfico que, según las autoridades, son las que se disputan el control de la zona urbana de Medellín. También operan en Itagüí, Caldas y Bello.
Las ODIN tienen dos jefes máximos y se trata de Maximiliano Bonilla Orozco, alias  ‘Valenciano’, y Ericson Vargas Cardona, alias ‘Sebastián’.
La policía ha ido desarticulando estas organizaciones, de 21 que había identificadas en 2001, hoy en día hay 10 que aún tienen accionar delictivo en la ciudad. Unas de ellas más diezmadas que otras, ya que algunos de los líderes de estas bandas y parte de sus fichas han sido capturados.
En promedio cada ODIN cuenta con un número de 100 integrantes. Estas organizaciones están aliadas con grupos más grandes como ‘Los Rastrojos’, ‘Los Urabeños’ y cada una tiene un sector de Medellín como centro de operaciones, en especial son los amos y señores de las comunas de la ciudad.
Estas organizaciones se dedican a controlar el tráfico de drogas, los homicidios selectivos, las extorsiones, el microtráfico, el tráfico de armas, y deciden quién se queda a vivir o quién se tiene que ir de la zona.
La policía adelanta investigaciones y acciones sobre las siguientes ODIN: ‘los Chatas’, ‘Pachelly’, ‘la Unión’, ‘la Terraza’, ‘los Triana’, ‘San Pablo’, ‘Caicedo’, ‘la Sierra’, ‘San Javier’, ‘Picacho’, ‘Robledo’, ‘Belén Rincón’, ‘Altavista’ y ‘Trianón’.

Cómo funciona la #corrupción en #Colombia

Entrevista de “Noticias Caracol” con Emilio Tapia

Emilio Tapia: “no vamos ni en la mitad del carrusel”

El condenado excontratista habló por primera vez desde la cárcel. Le pide perdón al país, y a la Fiscalía, más beneficios por su colaboración eficaz.
Por: JUAN DAVID LAVERDE PALMA http://www.elespectador.com/noticias/judicial/emilio-tapia-no-vamos-ni-mitad-del-carrusel-articulo-582748
En Twitter: @jdlaverde9

Emilio Tapia en diciembre de 2013, dos meses antes de su captura. / Archivo
El pasado 5 de agosto, Emilio Tapia fue condenado a 17 años de prisión, la sentencia más alta del carrusel de la contratación en Bogotá. En entrevista con Noticias Caracol, la primera que da luego de 18 meses en la cárcel, Tapia señaló que en Colombia el Estado paga tanto por los contratos que hasta queda plata para la corrupción; que mientras era investigado seguía yendo a parrandas porque su esencia es Caribe; y que el exgobernador de Cundinamarca, Álvaro Cruz –a quien la Fiscalía le imputará cargos en los próximos días– debería decir la verdad.
 
El cartel de la contratación del que usted hizo parte desangró a Bogotá. ¿Qué les diría hoy a los bogotanos?
En primer lugar, yo quiero pedirle perdón a la ciudad, al país, a todas las personas que creyeron o creen en uno. Pero sí es muy importante aclarar esta situación: aquí hubo una empresa criminal de la cual yo hice parte, pero ello no significó que se hayan robado la plata para no ejecutar las obras.
 
¿No es cierto que se perdió cerca de un billón de pesos por cuenta del carrusel?
Eso es falso, las obras se hicieron. Las obras en la administración de Samuel Moreno se empezaron a ejecutar, unas se terminaron, otras están en ejecución. Aquí lo que existió fue una empresa criminal para estructurar los mecanismos y hacernos a esos contratos.
 
Es decir, una empresa criminal para darles contratos a los amigos…
Correcto, a los amigos o a las personas o a los contratistas que se comprometieron a pagar una comisión. Pero no es cierto que nos hayamos robado la plata para no ejecutar las obras, con excepción de un contrato que fue adjudicado en la administración anterior a la de Samuel Moreno.
 
Ese es el contrato de los Nule, de la fase III de Transmilenio.
Correcto, que se adjudicó en la administración de Luis Eduardo Garzón.
 
¿O sea que si los Nule cumplen a cabalidad ese contrato jamás habríamos conocido la verdad del carrusel?
Sí, eso es cierto. El error que hoy reconozco, por el cual estoy pidiendo perdón y en la cárcel asumiendo ese error, fue la empresa criminal para estructurar esos mecanismos para que nos dieran los contratos.
 
Pero usted acepta que es una persona corrupta. ¿Cómo puede entenderse que alguien es corrupto sin haberse robado plata?
Por una sencilla razón: yo reconozco que hice parte de todo ese entramado de corrupción, pero no puedo reconocer que nos robamos la plata porque no es cierto. Aquí el problema tiene un fondo aún más grande que sigue latente.
 
¿El carrusel de la contratación está ahí todavía, con otros protagonistas?
Y va a seguir.
 
¿Por qué?
Esto no se va a acabar porque estemos 50 u 80 personas vinculadas a este proceso, porque el cáncer sigue vivo.
 
¿Dónde está el cáncer de la corrupción entonces?
El tema es muy sencillo: radica en los precios de los presupuestos de los contratos de la administración pública. El Estado paga tan bien que da para ejecutar las obras y nuestra utilidad como contratistas da para ejecutar las obras y para pagar una comisión.
 
¿Estamos llenos de contratos inflados?
Así es.
 
¿Y quién manipula esos precios y permite que al Estado lo desangren así? ¿El mismo Estado?
Por supuesto. Este no es un tema que se inventó en la administración de Samuel Moreno. No solamente estamos hablando de contratos de obras, sino de alimentos, de consultorías, interventorías, de servicios públicos; todo lo que tiene que ver con la administración pública el Estado lo paga muy bien. Y como veía que pagar comisión era un común denominador uno de pronto no le ponía lío a una costumbre, pero estábamos cometiendo delitos que hoy asumo aquí, preso. 
 
Usted ha dicho que son los precios los que estimulan las comisiones. ¿Cómo hacer para que no le metan la mano al Estado impunemente una y otra vez?
Esa es una tarea de los funcionarios públicos, nosotros no podemos. Es como cuando usted va a un centro comercial y le piden $100 por una camisa, y luego va a otra tienda que no es un centro comercial, que tiene menos costos, y la misma camisa le cuesta $50. Así sucede en la empresa privada y en la empresa pública. Los contratos en la empresa privada tienen un costo y en la pública, otro. 
 
Háganos el mapa como si estuviera en una licitación cuando hacía parte del carrusel. ¿Cómo hacía el cartel toda la vuelta?
Esto era lo que sucedía: se abría un proceso licitatorio. En algunos casos, se acomodaban unos términos de referencia para seleccionar al amigo o al allegado. Había un marco general por cumplir, pero muchas empresas tienen la misma capacidad financiera, la misma experiencia. Entonces, digamos que se presentaban seis uniones temporales; los precios eran tan buenos que las seis estaban dispuestas a pagar la comisión porque eso salía de las utilidades.
 
¿Y la de los Nule que no se hizo, que hubo que pagar como 150.000 millones más?
Esa obra está en un contexto muy particular: fue adjudicada en la administración de Lucho Garzón y Samuel Moreno lo único que hizo fue exigirle a los contratistas que de manera irresponsable no avanzaban en la obra.
 
Por eso les exigían unas comisiones.
Hubo comisiones, pero no para la administración Moreno. La ciudad no perdió porque la compañía aseguradora pagó lo que los contratistas se robaron, o invirtieron mal, no soy nadie para decir eso. Para eso existen unas pólizas. Pero las obras en el periodo de Samuel Moreno en las que tuve que ver yo, todas se hicieron. Las comisiones sí se pagaron, esa fue la empresa criminal de la cual hice parte, y hoy me arrepiento enormemente por lo que ha significado para mí, la ciudad, el país y mi familia. 
 
¿Cómo han sido estos últimos 18 meses suyos en la cárcel? Usted, acostumbrado a los yates, a los aviones privados, a los lujos…
Esto ha sido terrible, mi decisión de contar la verdad me ha traído unas consecuencias enormes. He sido víctima no solamente del matoneo mediático sino del matoneo penitenciario. Es un tema muy sensible y cuando uno toma la decisión de colaborar, resulta todo en contra de uno porque los tentáculos son muy fuertes.
 
¿Los tentáculos de quienes usted denunció?
Por supuesto, además porque fui el primero que me acerqué hace cinco años a las Fiscalía con esta decisión de vida. No solamente a decir ‘aquí estoy yo’, a servir de testigo, sino a entregar el acervo probatorio de cada una de las cosas que he dicho.
 
¿Cómo hace la gente para creerle si cuando estaba libre se le veía en palcos privados, en parrandas? Mucha gente decía: ahí está nuestra plata. ¿Usted qué les dice a esas personas?
Lo que puedo decir es simplemente que yo soy de la Costa Caribe. Tomé la decisión de colaborar y estaba en libertad. Y es cierto, yo asistía a eventos sociales a los cuales toda mi vida he asistido. ¿Por qué no le veía nada malo a eso? Porque no puedo renunciar, por ejemplo, a que me guste la música vallenata, lo llevo en mis venas, yo soy Caribe. No puedo renunciar a lo que yo soy, esa es mi esencia y eso no es un delito.
 
Le pongo un escenario: usted salía de la Fiscalía de hablar de Samuel e Iván Moreno, de toda la gente que hizo parte del carrusel, y terminaba en Cartagena en un palco de $20 millones. ¿Eso cómo lo puede entender la gente?
Todas esas son las cosas que por la desinformación son importantes precisar. Yo todavía no conozco un placo que cueste $20 millones; al palco más costoso que he asistido es a uno de $10 millones al que le caben 12 personas y yo pagaba lo que me correspondía, una entrada. Siempre he asistido a los eventos de música vallenata donde mis amigos hacen parte del espectáculo y muchas veces me daban cortesías. Ahora, ¿usted piensa que con $10 millones se va a subsanar el problema que se le generó a la ciudad? Eso tampoco tiene ninguna lógica. El punto es que miles de millones de pesos se pierden diariamente en Colombia. 
 
Usted le pide perdón a la ciudad pero, ¿cuándo sabremos cuánta plata le va a devolver?
En todo este proceso se han cometido injusticias y ya llegará el momento de aclararlas. Aquí se hizo un acuerdo no solamente con la Fiscalía sino con las víctimas también, es decir, con el Distrito. Se acordó que teníamos que responder por un incidente de reparación integral posterior a las sentencias condenatorias de cada uno de los que hicimos parte de esto (el carrusel). Y a eso me comprometí. Yo respondo 100% por lo que determine ese incidente de reparación integral.
 
¿Pero de cuánta plata estamos hablando?
Ese tema hay que saberlo estudiar, ni siquiera los jueces se han puesto a la tarea de analizar lo que pasó realmente. Primero hay que determinar dónde se perdió la plata.
 
¿Por qué la gente debería creer en el perdón suyo?
Lo que yo simplemente necesito es sanidad en mi alma, tranquilidad en mi corazón, porque no es solo que me perdonen, aquí el tema es toda la tragedia familiar que a mí me ha generado esta situación. Emilio Tapia hoy está asumiendo una responsabilidad.
 
¿Por qué tomó la decisión de acercarse a la Fiscalía?
Fue el compromiso que hice conmigo y con mi familia.
 
Pero, ¿en qué momento?
Cuando me convencí de que esto no estaba bien y de que yo tenía que tener tranquilidad. Estas negociaciones son la manera más expedita de que se sepa la verdad, se obtengan los resultados y se logre desarticular las empresas criminales. Me siento no correspondido, pero eso no significa que voy a dejar de colaborar.
 
¿No correspondido con qué? 
No me he sentido bien tratado. Yo fui el primero en acercarme a la Fiscalía con el acervo probatorio. Yo mismo ayudé a estructurar la acusación mía. Tomé la decisión acordada con la Fiscalía de allanarme a cargos y me asesoré con mis abogados, y vemos que el resultado es totalmente contrario a otras personas que no han tomado mis mismas decisiones y han llevado a más desgaste de la justicia.
 
Usted es la persona con la pena más alta hoy día del carrusel de la contratación: 17 años. ¿Se arrepiente de haber colaborado con la justicia?
Me arrepiento de no haber hecho esto antes, explicar lo que realmente pasó, porque es una ironía lo que usted acaba de mencionar. No es justo que la persona que desentraña todo lo que pasó, la primera que lleva pruebas, que parecía un funcionario más de la Fiscalía en toda la etapa de investigación, que más ha colaborado para que se sepa la verdad, un particular, no un funcionario, es la persona que hoy tiene la pena más alta. Todo tiene sus límites. Merezco por lo menos un mínimo de beneficio por mi colaboración eficaz, porque ha sido la número uno, y eso no se ha visto.
 
Hablemos de su colaboración. ¿Contra quiénes ha declarado y contra quienes ha sido un testigo eficaz?
Yo no quisiera entrar en la imprecisión de cuantificarlo, pero en más de 50 personas que tienen que ver con todo este entramado de corrupción.
 
¿Contra el alcalde Samuel Moreno y su hermano?
Claro, contra todas las personas que hicieron parte de esta empresa criminal. 
 
¿Qué porcentaje conocemos del carrusel de la contratación?
No vamos ni en la mitad de lo que pasó. Hay mucha gente de la que no se sabe nada, mucha que aún no está judicializada y muchos temas que no se han tocado. 
 
¿Cómo era el proyecto presidencial de Samuel Moreno?
Ese es un punto muy importante, era lo que yo quería hacer en la administración de Samuel Moreno que no se terminó haciendo. Yo trabajé tres años en tres proyectos de infraestructura de la ciudad y cinco de renovación urbana. Lo que queríamos era desarrollar unos proyectos (como) las autopistas urbanas, las concesionadas; y otros de renovación urbana que hoy día están en los planes de campaña de los actuales candidatos a la alcaldía de Bogotá. Esas ocho obras podían sumar $15 billones.
 
¿Y cuánto le correspondía?
Pues yo hubiera tenido una participación porque era en conjunto con quien aportaba la capacidad financiera, empresas extranjeras, nosotros actuábamos como empresa local. Por los precios, las utilidades iban a ser muy buenas.
 
¿O sea el carrusel quedó a medias?
No, iban a ser las verdaderas obras de infraestructura y cambio de la ciudad, donde el alcalde Moreno quería mostrar que era capaz de resolver el problema de movilidad de la ciudad y con ello tener más adelante una opción para llegar a la Presidencia.
 
Hablemos de Álvaro Cruz, el exgobernador de Cundinamarca que está ad portas de una imputación de cargos. ¿Usted qué ha contado de su participación en el carrusel?
El exgobernador Álvaro Cruz hace parte de la matriz de colaboración no solo mía sino de otras personas que están colaborando con la Fiscalía.
 
¿En concreto, qué nos puede adelantar de su colaboración con la justicia sobre el señor Álvaro Cruz?
Ya está en manos de la Fiscalía porque todos los interrogatorios ya se llevaron a cabo, y creo que ese es el ente competente para entrar a afirmar con todas las pruebas que tienen.
 
¿Le diría hoy al señor Álvaro Cruz que reconozca que hizo parte del carrusel?
(Le diría) que tome la decisión que yo tomé hace cinco años de decir la verdad, que Bogotá y el país la sepan porque tienen derecho a ella. 
 
jlaverde@elespectador.com
30 AGO 2015 - 7:59 PM