Desaparecidos5 sept. 2018 - 1:54 p. m.Por: Colombia2020/ @EEColombia2020
Lo docente y fiscal de Justicia y Paz, Zeneida López, explica lo que puede aprenderse de este sistema transicional que escuchó la verdad paramiliar en aras de buscar a los desaparecidos.
Más de 10 años después de que Zeneida López investigaba cómo, dónde y
por qué había ocurrido la desaparición forzada a manos de los paramilitares,
puede hacer un balance de lo que significó esta ley y qué aprendizajes dejó.
Ahora, cuando se pone en marcha la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por
Desaparecidas, creada con el acuerdo de paz entre el Estado y las Farc, hay
varios puntos fundamentales que esta profesora explicó en el
conversatorio "El reto de encontrar a los desaparecidos del
conflicto armado", organizado por Colombia2020 de El
Espectador y realizado con el apoyo de la Embajada Alemana en Colombia, en
asocio con la Unión Europea,
Patrones de macrocriminalidad
En la aplicación de la Ley 975 de 2005, o Ley de Justicia y Paz, los
paramilitares que se desmovilizaron de las Autodefensas Unidas de Colombia
rindieron versiones libres sobre sus crímenes. López explica que esto y la investigación
fueron claves para empezar a responder por qué, para qué y cómo este grupo
presuntamente desapareció a más de 26.000 personas.
“Se trataba de las luchas
antisubversivas. Había frases lapidarias, como la de Hernán Giraldo, porque me
tocó recibir su declaración, en la que dijo que “todo lo que oliera a guerrilla
había que desaparecerlo”. Y en la Región Caribe fueron pocos los combates,
siempre fueron ataques contra la población civil. Esto se debió a la conquista
y la dominación territorial”, explica esta docente.
¿Para qué se hacía? “Era el control social, homogenizar la población,
que todos hicieran caso. Nada más terrorífico que desaparecer a una persona,
que no se podía llorar, que no había sepultura, que no se podía preguntar,
porque les decían que los iban a desaparecer a ellos”. ¿Y cómo lo
hicieron? “Se construyeron las formas refinadas que, con los investigadores del
cuerpo técnico y con la memoria de los postulados a la ley, pudimos definir que
el desmembramiento estaba tecnificado. Que los cuerpos había que dividirlos en
14 fragmentos, que las fosas fueron de 40cm x 40cm, porque no se podían
hacer grandes porque ya eran demasiadas. Supimos que no se podían dejar los
cuerpos expuestos porque la comunidad internacional iba a reclamar por eso”.
Agrupar los casos
Pero sobretodo, explica la docente, pudieron establecer que era muy
importante armar los casos, no presentar víctimas de manera individual. “Las
enseñanzas no solo son resultados de búsqueda, que son 7.000 cuerpos, es la
asociación de casos. Hubo uno que recuerdo particularmente. La embajada
italiana decía que tenían un ciudadano italiano desaparecido en la Sierra
Nevada, luego una madre que decía que su hijo se había ido a la Finca Los
Naranjos y en Bogotá teníamos una mamá que decía que su hijo era ambientalista
y se dedicaba al turismo en la Sierra Nevada. Eran tres víctimas y un solo
caso. Preguntábamos por el italiano y los postulados no sabían, pero luego
preguntamos por la finca y dijeron que a la finca Los Naranjos los habían
sacado (los cuerpos) con dos hippies más que estaban ahí”.
¿Dónde buscarlos?
López le llama el “listado de la infamia”. “Los desaparecidos son, por
ejemplo, los menores que fueron reclutados para el conflicto y fueron
ejecutados por sus mismos grupos o muertos en combate… o siguen vivos. Tengo un
caso de unos niños que quedaron huérfanos y una persona desmovilizada de las
Farc dice hoy: Los chicos están ahí, se acaban de desmovilizar, y ese caso es
una condena por desaparición forzada”, explica.
También enumera fosas comunes (porque fueron presentados como
subversivos muertos, mal llamados falsos positivos); “o murieron en combates
los soldados (que ya no es secreto que había colaboración con fuerzas
irregulares). Fueron arrojados al río (donde iniciaban su peregrinaje de pueblo
en pueblo), a los mares. O están en cementerios, en las fosas revueltas de los
cementerios municipales donde es cierto que se han hecho bóvedas encima de
estas fosas. A los cuerpos nunca se les puso las manillas diciendo cuál era
cuál, según el protocolo de necropsia. Fueron mezclados”. Esos son, más que
obstáculos, dice, desafíos que tiene que tenerse claros para lograr encontrar a
las personas dadas por desaparecidas.
De: https://www.elespectador.com/colombia2020/justicia/desaparecidos/de-justicia-y-paz-nos-quedan-7000-cuerpos-encontrados-y-patrones-de-macrocriminalidad-articulo-857107/
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